Durante la primera década de 2000, ante el fracaso de las políticas neoliberales y el deterioro de las condiciones de vida de las poblaciones urbanas y rurales, cada vez más actores políticos y movimientos de la sociedad civil empezaron a interesarse por la soberanía alimentaria.
En 2006 se estableció un grupo compuesto de Amigos de la Tierra Internacional, la Vía Campesina, la Marcha Mundial de las Mujeres, ROPPA (Red de Organizaciones Campesinas y de Productores Agrícolas de África Occidental), WFF (Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores de la Pesca) y WFFP (Foro Mundial de Pueblos Pescadores), para organizar Nyéléni 2007, el foro mundial sobre la soberanía alimentaria.
En febrero de 2007 se reunieron en Mali 600 delegados, procedentes de los cinco continentes, representando a todos los sectores de la sociedad interesados por las cuestiones agrícolas y alimentarias.
Este encuentro permitió reafirmar el derecho a la soberanía alimentaria y precisar sus implicaciones económicas, sociales, medioambientales y políticas. Otro de sus objetivos fue de poner en marcha un movimiento internacional para el reconocimiento del derecho a la soberanía alimentaria.
Los organizadores quisieron que este encuentro se realizara en África, donde la agricultura desempeña un papel fundamental y donde muchas familias rurales y urbanas padecen hambre a pesar de la abundancia de recursos naturales.
La decisión de reunirse en Mali se impuso de forma natural, un país democrático en el que las organizaciones de la sociedad civil disfrutaban de libertad de acción y expresión. Además, Mali fue uno de los primeros países del mundo en convertir la soberanía alimentaria en una prioridad política con su Ley de Orientación Agrícola.