La digitalización del sistema alimentario
Ilustración: Marc Rosenthal – www.marc-rosenthal.com
Actualmente, hay mas de 820 millones de personas que padecen hambre, mientras que el sobrepeso y la obesidad siguen aumentando en todo el mundo. La destrucción de los ecosistemas está degradando la biodiversidad alimentaria y agrícola a un ritmo alarmante. El cambio climático se está acelerando: las temperaturas de este mes de julio han sido las más altas registradas hasta la fecha; los glaciares se derriten a una velocidad muy superior a lo previsto; y millones de jóvenes están demandando que se actúe con urgencia para afrontar la crisis climática.
No obstante, hay pocas iniciativas por parte de los gobiernos para cambiar un sistema agrícola y alimentario industrial impulsado por los combustibles fósiles. En su defecto, los responsables de las empresas, gobiernos e instituciones internacionales están proponiendo una «fórmula mágica» para combatir el hambre, la desnutrición y el cambio climático: la digitalización, que hace referencia a la adopción de las tecnologías de información-comunicación (TIC) y de la inteligencia artificial (IA) en la vida cotidiana y en todas las actividades de la sociedad.
Las tecnologías digitales pueden ser tanto beneficiosas como dañinas, dependiendo del contexto. Los pequeños productores tienen sus propias tecnologías, innovaciones y saberes [Ver Boletín núm. 36 – Agroecología : innovación real desde y para los pueblos]. Pero también las empresas, que persiguen el monopolio del control de la tecnología. Asimismo, la digitalización tiene lugar en una era de desigualdades, autoritarismo y opresión crecientes.
Esta Hoja Informativa presenta una síntesis de la digitalización de la alimentación, así como ejemplos de cómo utilizan la digitalización las comunidades de distintas partes del mundo y de cómo les afecta. Esperamos que estos artículos ayudarán a los movimientos sociales a entablar un debate colectivo sobre las tecnologías digitales, especialmente sobre el modo de beneficiarse de ellas y de impedir que sean perjudiciales.
FIAN International y Focus on the Global South