Boletín núm. 15 – Editorial
Inversiones en agricultura
Ilustración: Encouragement, Erika Hastings – mudspice.com
200 000 hectáreas de terreno proporcionadas a la multinacional Louis Dreyfus en Costa de Marfil para la exportación de arroz. 70 millones de libras de los contribuyentes del Reino Unido para desarrollar cultivos modificados genéticamente. Privatización de las semillas en los continentes. Estos son solo algunos de los proyectos de los últimos años, bajo la bandera de «inversión en agricultura».
Este es el motivo por el que los movimientos sociales se están orientando hacia una de las principales batallas emergentes en el futuro de la soberanía alimentaria: la corporativización de la inversión. El sector privado se presenta como el salvador de la agricultura, pero tal como demuestra este boletín, son los pequeños propietarios los que realmente invierten en alimentar a las personas y construir medios de vida rurales. Desde el punto de vista de la historia de la importancia absoluta de la inversión corporativa significa, por ejemplo, que se están desarrollando «códigos de conducta» para continuar acaparando tierras, en lugar de regulaciones para detener el proceso.
Una mirada más cercana a África muestra que la inversión privada corporativa es una estrategia para i) vender más productos químicos y semillas a los agricultores africanos, y ii) garantizar el acceso de bajo coste a la tierra y los recursos para las cadenas de suministro mundial que alimentan a la población rica, mediante el control de los pequeños propietarios. Esto destruirá el medioambiente, eliminará la diversidad genética y empujará al hambre a miles de personas.
En octubre, el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial se reunirá para abordar los principios de las «inversiones responsables en agricultura». Debemos lanzar el mensaje de que no todas las inversiones son iguales. Debemos, también, hacer preguntas importantes: inversión, ¿en qué tipo de agricultura? ¿Por parte de quién? ¿En beneficio de quién? Los agricultores colombianos acaban de conseguir que retroceda la privatización de las semillas mediante estas preguntas. Asimismo, como demuestran las voces del campo, los pequeños propietarios, de cualquier lugar, se están uniendo a la tarea.
Kirtana Chandrasekaran, Amigos de la Tierra Internacional