Cuadros

Cuadro 1

Pesca y agroecología

“Estamos diciendo que nuestra manera de pescar…de hecho, es la agroecología que estamos haciendo. Pescando de manera muy selectiva, y cuidando el medio ambiente. Nuestra interconexión con el océano siempre ha estado ahí pero ahora tenemos un término que describe nuestra conexión con el océano. La agroecología ayuda a describir la práctica pesquera que hemos estado llevando a cabo en los últimos 5000 años.”
Christian Adams, Masifundise, Sud Africa, pescador y miembro del WFFP

La pesca comparte dinámicas estructurales parecidas que la agricultura y la ganadería, y en muchos contextos los pescadores también son campesinos. La pesca de pequeña escala debe enfrentarse a la pesca industrial del mismo modo que las agriculturas y ganaderías campesinas se enfrentan a la agricultura industrial. Además, en la pesca artesanal o marisqueo y algunas formas de acuicultura de pequeña escala, se siguen unas normas, al igual que en la agroecológica, de la utilización en el uso de artes de pesca adecuadas para cada especie, el respeto por la época de trabajo, según las especies, el control de la cantidad estipulada por día de pesca, la siembra, protección y conservación de manglares, para asegurar la sostenibilidad, la biodiversidad en la producción y la dieta.

Además, la pesca se encuentra con las mismas dificultades que lo agrario en su relación con la comercialización y distribución. Al igual que en la agricultura, un cuello de botella se da en la concentración en la distribución. Mayor información sobre el lugar de origen, sobre su método de producción, la creación de sellos de calidad y de producción ecológica, se han visto desde lo agrario como pasos necesarios pero no suficientes: la venta directa, los canales cortos, los mercados de productores, junto con las tradicionales y nuevas formas de distribución de manera articulada entre productores y consumidores son estrategias que ya se trabajan en ambos sectores, entonces es un campo fértil para intercambiar aprendizajes.

Ya se aprendió que no sólo había que producir agroecológicamente sino que también había que venderlo agroecológicamente, para evitar que mediante sellos ecológicos se apropien las grandes productoras y comercializadoras de los beneficios económicos y conviertan esos alimentos en productos exclusivos para élites, sin que beneficien realmente a las productoras.

Para fortalecer este trabajo, hace falta la colaboración: 1.) entre productores pesqueros de pequeña escala ­incluyendo la participación creciente de jóvenes y mujeres­ para la defensa de sus territorios y sus manejos agroecológicos, para el acceso a los medios de producción y a canales de comercialización propios; 2.) entre los y las pescadores/as de pequeña escala y las consumidoras para construir canales de confianza basados en productos de calidad, locales, de temporada y con manejos agroecológicos; y 3.)el diálogo de saberes entre los movimientos pesqueros y campesinos. Son pasos que el mundo de la pesca va dando, a la vez fortaleciendo su voz colectiva y articulando alternativas reales.

Cuadro 2

Convertir la tendencia del supermercado tsunami

Es fácil ver la absorción empresarial de nuestro sistema alimentario desde la perspectiva de la agricultura: es visible en la expansión de los monocultivos a gran escala, en la apropiación de la tierra y las aguas y en el desplazamiento de los campesinos y de las comunidades indígenas. Pero la expansión del control empresarial se esparce por todas las cadenas de suministros de alimentos mundiales, desde las grandes explotaciones a las estanterías de los supermercados. De hecho, el rápido cambio de los mercados frescos a los supermercados en el contexto de la distribución de alimentos también tiene implicaciones alarmantes como el cambio del campesino a las explotaciones industriales.

En muchos países en desarrollo en la región del Pacífico asiático, por ejemplo, los mercados de productos frescos proporcionan subsistencia a millones de personas -desde los agricultores a pequeña escala que aportan sus cosechas a los pequeños propietarios de puestos, artesanos, vendedores callejeros y una gran variedad de otros trabajadores informales que obtienen escasos ingresos de este sector, tales como portadores y cargadores en los mercados. En India, casi 40 millones de personas dependen del sector del comercio informal y los mercados de productos frescos; y en Indonesia más de 12 millones de personas dependen de los mercados de productos frescos [1]. Miles de vendedores ambulantes -que trabajan cada día para proporcionar alimentos a las comunidades urbanas- son el corazón de las ciudades como Bangkok y Hanói. Una encuesta realizada por el Departamento de Comercio de Hanói sobre el estado de los vendedores ambulantes muestra que existen unos 5.000 vendedores de verduras y 9.000 vendedores de frutas en los distritos interiores de la ciudad, siendo las mujeres un 93 por ciento de las vendedoras, 70-80 por cierto de las cuales provienen de las provincias circundantes[2]. Una encuesta realizada en 2010 por la Administración Metropolitana de Bangkok muestra la sorprendente cifra de 40.000 vendedores ambulantes operando en la ciudad de forma diaria[3].

La rápida “supermercatización” de los mercados mundiales de alimentos, facilitada por el crecimiento de numerosos acuerdos de inversión y de libre comercio, es lenta y sin duda un factor de marginación, también domina los lugares de millones de personas cuya subsistencia depende de este sector. Al mismo tiempo, reduce el acceso a los alimentos adecuados y nutritivos al manipular los precios de los alimentos y de la agricultura. Los supermercados hacen que los productos básicos sean caros mientras que también crea la explosión de la comida basura -inundando con alimentos baratos y procesados los mercados locales y afectando de manera adversa la salud pública[4].

Este cambio hacia los supermercados no es una solución para alimentar una población en constante aumento. Sino que sólo transferirá el control y el acceso de los alimentos a un puñado de comerciantes internacionales estrechamente ligados con la agroindustria. En toda la región del Pacífico asiático existe un aumento de la concienciación y resistencia a los vendedores internacionales y cadenas de supermercados en las comunidades de campesinos, los sindicatos de vendedores ambulantes y consumidores. Es importante continuar construyendo alianzas estratégicas y alternativas que desafíen la tendencia de la “supermercatización”.

Cuadro 3

Cooperativa exitosa en Nicaragua

La Federación de Cooperativas para el Desarrollo – FECODESA trabaja para mejorar las condiciones de los pequeños agricultores, reducir el riesgo e incrementar las oportunidades de mercado. FECODESA es una federación nacional de cooperativas de pequeños y medianos agricultores en Nicaragua que unifica 6.000 familias comprometidas con la agricultura de pequeña escala. Las familias producen su propia comida y venden su exceso de producción a los mercados locales, nacionales e internacionales a través de sus cooperativas y de FECODESA.
FECODESA ha adoptado los principios de la cooperativa para su trabajo poniendo énfasis en los procesos democráticos y en la total inclusión de sus miembros en las operaciones económicas y la toma de decisiones.
FECODESA se estableció en 2006 y proporciona capital, oportunidades de mercado y desarrollo de capacidad a sus miembros, contribuyendo así al incremento de la productividad en los campos, incrementando la calidad de la producción y añadiendo valor a los bienes primarios. Además, FECODESA participa activamente en las iniciativas gubernamentales y en las mesas redondas donde se deciden las políticas agrícolas, técnicas y mecanismos financieros. Una integración formal en dichas áreas, donde los pequeños agricultores normalmente no tienen mucha representación, permite a FECODESA tener voz y voto representando los intereses de los pequeños agricultores.


Mecanismos de mercado

Organizar a los pequeños agricultores en cooperativas les ayuda a ser el motor central en los espacios económicos y políticos ligados al sector agrícola en Nicaragua. Esto se consigue organizando primero a los agricultores en cooperativas, después organizándolos como una red de cooperativas con intereses similares y, por último, participando en los casos de toma de decisiones para una mayor representación de los intereses de los pequeños agricultores.

Elementos clave del éxito:
1. Legitimidad. FECODESA fue establecida, es propiedad y está dirigida por los campesinos a pequeña escala. La operación está motivada por los intereses compartidos de los miembros; mejorando las condiciones de vida y teniendo en cuenta las consideraciones medioambientales.
2. Una fuerte organización. Todas las cooperativas en FECODESA trabajan para crear una estructura gubernamental financiera e interna en su propia organización.
3. Transparencia, alto rendimiento financiero y sistemas gubernamentales. Las operaciones de FECODESA se construyen en sistemas que permiten que las soluciones capitales, de conocimiento y técnicas lleguen rápidamente a sus miembros.
4. Fuerte promoción trabajando para defender los intereses de los pequeños agricultores, tanto a nivel local como nacional. FECODESA se dio cuenta de que la influencia de los pequeños agricultores en el proceso de la toma de decisiones es absolutamente fundamental para alterar el equilibrio de poder en el sector de la agricultura.

Cuadro 4

Agricultura orgánica y la experiencia del mercado comunitario de OFBMI

La Agricultura Orgánica de Barangay Macabud (OFBMI, por sus siglas en inglés) es una cooperativa de agricultores formada por casi cien beneficiarios de las reformas agrarias en la provincia de Rizal, Filipinas. Se formó tras dos décadas de lucha por la tierra, la OFBMI busca revitalizar la producción agrícola en el área a través de la agricultura comunal y agroecología.

Desde su creación en 2014, la OFBMI se comprometió seriamente con el gobierno para acceder a los servicios de apoyo necesarios para mejorar las capacidades y los ingresos de los campesinos. Esto entra dentro del contexto de la pobreza generalizada en el área causada por una batalla legal protegida por la propiedad de la tierra, con la mayoría de las familias viviendo por debajo de los 2 dólares al día y cultivos de subsistencia. En un año, la OFBMI recibió semillas y materiales vegetales, así como equipamiento, tales como trituradoras y tractores de mano.

Al ser parte de la PARAGOS-FILIPINAS, una organización nacional de campesinos y miembro de La Via Campesina, algunos miembros de la OFBMI pudieron atender a la formación en agroecología. Esto, junto con la perspectiva de compromiso de los mercados especializados para productos orgánicos influyó positivamente en la decisión de la OFBMI para volverse 100% orgánica. En un corto período de tiempo, la mayoría de los miembros campesinos han podido producir suficiente aporte orgánico incluyendo humus de lombriz para sus propias necesidades y granjas comunales.

Sin embargo, la mayoría de los mercados orgánicos ahora están dominados por cooperativas/granjas más grandes con mayores capacidades de producción y la Certificación de Productos Orgánicos de Terceros. La OFBMI se dio cuenta de que, aunque los precios son más competitivos, simplemente no pueden continuar con la creciente demanda de productos orgánicos. El grupo decidió volver a su base. “¡¿Por qué deberían vender nuestras verduras a la clase media y alta cuando la mayoría de las familias en nuestro pueblo siguen hambrientas?!”, exclamó un campesino.

Hoy en día, la OFBMI ha establecido un “mercado comunitario” donde se venden productos orgánicos a precios que marca el productor en un esfuerzo de no crear sólo una conciencia de la agroecología sino también proporcionar alimentos seguros y saludables para igualar a los más pobres en la comunidad. Otros productores y vendedores de los mercados locales estaban incluso convencidos a atender a los ejercicios de formación orgánica que la OFBMI organiza de forma regular. Los beneficios son raramente altos en el mercado de la comunidad, pero son suficientes para sostener y ampliar la iniciativa para la disponibilidad y seguridad alimentaria.

[1] GRAIN,”Soberanía alimentaria a la venta: los supermercados están minando el control de las personas sobre los alimentos y la agricultura en Asia“, 17 de septiembre de 2014.

[2] TrungHieu,”Vendedores ambulantes: una parte vital y dinámica de Hanói“, VietnamNews, 29 de junio de 2014.

[3] Gisele Yasmeen y Narumol Nirathron, “Vender en espacios públicos: el caso de Bangkok”, WIEGO documento normativo (políticas urbanas) n1º16, mayo de 2014.

[4] GRAIN, “Libre comercio y la epidemia de la comida basura en México“, 2 de marzo de 2015.