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La importancia de los bosques, hierbas silvestres, las plantas y los bienes comunes en la soberanía alimentaria de los pueblos y las comunidades

Los Pueblos Indígenas hemos vivido en armonía con la Madre Tierra desde hace miles de años, dependiendo de ella para nuestro alimento, refugio y medicinas, pues somos partes integrales de ella y no sus dueños. La tierra está poblada de árboles de toda clase que le dan vida y fuerza. La tierra es raíz y fuente de nuestra cultura, es nuestra madre que es la guardiana y la que custodia de todo lo que existe. Por eso es la importancia de los bosques, hierbas silvestres y las plantas que son bienes comunes para nuestros Pueblos y comunidades teniendo en cuenta sus cuidados por medio de nuestros Conocimientos Tradicionales.

Los Bosques son una farmacía

Los bosques nos proporcionan las hierbas y plantas que nos sirven para curar enfermedades, plantas que desde tiempos inmemoriales han ocupado un lugar excepcional en la vida de los pueblos., teniendo en cuenta que más del 25% de los medicamentos modernos proceden de plantas de los bosques tropicales.


Hábitat para plantas y animales

Las selvas y bosques tropicales tomaron entre 60 y 100 millones de años para evolucionar y se cree que son el ecosistema más antiguo y más complejo en la tierra, albergando más de 30 millones de especies de plantas y animales. Eso es la mitad de la fauna de la Tierra y por lo menos dos tercios de sus especies vegetales, mas sin embargo nos ha proporcionado todo lo necesario para mantener el mundo. Los bosques son ecosistemas imprescindibles para la vida teniendo en cuenta su función protectora, reguladora y productiva para nuestra Soberanía Alimentaria.

Regulan nuestro Clima

Las selvas y bosques tropicales, almacenan agua como una gran esponja. Los árboles de la selva extraen agua del suelo del bosque y lo liberan de nuevo a la atmósfera en forma de niebla y nubes. Es bien sabido que los árboles absorben el dióxido de carbono que exhalamos, y proporcionan el oxígeno que necesitamos para respirar. La deforestación es de hecho considerada como el segundo de los principales impulsores del cambio climático, que en gran medida afecta negativamente nuestras vidas en los territorios, como por ejemplo, la pérdida de biodiversidad o la escasez de agua, provocando un desplazamiento forzoso de nuestras poblaciones hacia otras regiones de nuestro país y por consiguiente la perdida de nuestros derechos.

Para los Pueblos Indígenas y comunidades locales somos conscientes de que nadie quiere lo que no aprende a reconocer, para proteger su espacio ambiental el hombre tiene que quererlo y para quererlo tiene que conocerlo. Nosotros, nuestras comunidades, tenemos toda la libertad de usar lo que la madre tierra nos brinda, sin pero sobrepasar lo necesario y al mismo tiempo cuidando de ella. En nuestros mares debemos pescar lo necesario, en nuestros bosques debemos cortar lo necesario, por eso sabemos la importancia de nuestra tierra, territorio y recursos naturales – nuestros bienes comunes – por sin ellos no somos nada y no hay Soberanía Alimentaria para el mundo.

La Madre Tierra contiene nuestra memoria, ella acoge a nuestros antepasados y requiere por lo tanto también que nosotros la honremos y le devolvamos con ternura y respeto los bienes que nos brinda. Por es importante transferir a nuestras generaciones futuras nuestros Conocimientos Tradicionales en el cuidado de la Madre Tierra para que nuestros Pueblos sigan percibiendo sus beneficios.

Taina Hedman, Consejo internacional de tratados indios

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Soberanía alimentaria maorí

El papel que los mares, los peces, la vida marina y las costas desempeñan para los maoríes [Los maoríes son un conjunto de diferentes grupos tribales con identidades distintas] de Aotearoa/Nueva Zelanda está interrelacionado y es esencial tanto para nuestra cultura como para la economía y la identidad, y no puede desvincularse de ella. Como muchos pueblos indígenas en todo el mundo, los maoríes sienten una gran conexión histórica y contemporánea con todo lo que les rodea. Nuestros antepasados nos han transmitido nuestras historias y han pervivido gracias a la tradición oral de los cuentacuentos.
Tangaroa es nuestro dios del océano, al que reconocemos en las oraciones que pronunciamos antes de acometer cualquier tarea relacionada con el mar. Los regalos que nos proporciona el océano son numerosos y variados – el pescado nos proporciona sustento, nutrientes y supone un activo económico; la conchas son un material para nuestras herramientas, instrumentos musicales y ornamentación; históricamente, la vida marina como las ballenas, las rayas marinas y los delfines han proporcionado a los viajeros de los océanos las rutas y son también sus guardianes. Como otros pueblos indígenas hemos comerciado entre nosotros y con otros visitantes y éramos los responsables de mantener nuestra propia soberanía alimentaria.


Impactos en la soberanía alimentaria de los maoríes

Desde 1840 la soberanía alimentaria de los maoríes se vio afectada por distintas leyes y prácticas que la colonización británica trajo consigo. Aunque la Ley de la preplaya y los fondos marinos de 2004 (en inglés) ya no existe, tuvo un impacto sobre la soberanía alimentaria de los maoríes al cambiar nuestros derechos a las prácticas culturales como la recolección de conchas. Los maoríes tuvimos que demostrar continuamente que habíamos usado una parte de dichos espacios desde 1840. Uno de nuestros retos fue que la recolección de conchas solo se contemplaba en ocasiones concretas como reuniones formales o luto y no como una actividad del día a día. Las prácticas sostenibles de los maoríes también contemplaban que los crustáceos solo se cogían en determinados periodos del año, para facilitar que creciesen nuevas poblaciones. La recolección de moluscos no sería continuada y era muy difícil cumplir con los requisitos de la Ley de la preplaya y los fondos marinos. Desde 2011 este ley quedó derogada por la Ley de la zona marina y costera (Takutai Moana) 2011 (en inglés). Se cree que esta ley equilibrará los intereses consuetudinarios de los maoríes con los intereses de todos los ciudadanos de Nueva Zelanda. Según esta ley, los maoríes debemos solicitar que se reconozcan nuestros intereses consuetudinarios y tenemos hasta 2017 para presentar dicha solicitud. El reto es ver cómo se compensan los intereses de todos.


Los mercados locales maoríes: la morrallas

El sector pesquero es un sector relevante dentro de la economía maorí actual y es una parte esencial de la manera en cómo nos sentimos conectados con nuestro medioambiente. Actualmente estamos en la temporada de pesca de morralla (en inglés) y por tradición sabemos que cuando algunos árboles están en floración la morralla es abundante. Como cosecha estacional, la morralla es muy codiciada y proporciona un recurso bienvenido a la hora de alimentar a nuestras familias y de estimular a corto plazo el flujo de efectivo localmente. Sin embargo, las tensiones en auge han surgido en los lugares en que algunos maoríes consideran que este recurso únicamente debería dedicarse al sustento familiar, mientras que otros prefieren apostar por ampliar cada vez más y vender en los mercados locales. El impacto aquí se produce en que los recursos de morralla se agotan rápidamente. La soberanía alimentaria maorí tiene por tanto una fuerte conexión con la economía local maorí y cuando se mira a escala nacional tiene el potencial de recuperar parte de la soberanía alimentaria maorí de la que disfrutamos hace muchos años – pero esta lleva aparejados unos compromisos que tienen que afrontarse si un recurso estacional como la morralla tiene que ser gestionada de manera sostenible en el futuro.

El futuro de la soberanía alimentaria maorí

La soberanía alimentaria maorí actual se ha desarrollado de una de individuos locales o grupos, que han mantenido y desarrollado los enfoques tradicionales con relación a la soberanía alimentaria, a una de empresas grandes de propiedad maorí. En ambos ejemplos existe una absoluta vinculación entre las tradiciones maoríes y los valores como kaitiakitanga (administración) y mauri (fuerza vital), que proporcionan un asesoramiento y reglas que ayudan a mantener los recursos naturales. Somos conscientes de que no podemos confiar únicamente en recursos estacionales y nos hemos dirigido hacia maneras de sacar partido a mayores escales de la producción alimentaria.
Estamos volviéndonos más innovadores y buscamos oportunidades para aumentar el desarrollo sostenible. Una oportunidad es el Partenariado de crecimiento económico Crown-Maori ‘He Kai Kei Aku Ringa‘ (comida en la punta de mis dedos) entre el Gobierno y los negocios maoríes que pueden emplearse como vehículo para reforzar el desarrollo sostenible maorí en relación a los recursos naturales. Esta colaboración implicará a todas las capas de la sociedad para mostrarles el proceso y enseñarles cómo alcanzar nuestros objetivos, desde las bases hasta los gobiernos nacionales y foros internacionales. Un foro internacional útil podría ser el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, que puede vincularse con los mercados locales a través del Mecanismo de la Sociedad Civil.

Anaru Fraser, International Council of Indian Treaties