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La coyuntura política actual: ¿por qué necesitamos un nuevo Foro Global Nyéléni?
En las dos últimas décadas, el Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria (CIP) ha trabajado asiduamente junto a las comunidades de pequeños productores de alimentos, pueblos indígenas, consumidores y ciudadanos, garantizando los derechos de los que producen y de los marginados. Hoy en día, los resultados históricos alcanzados por el CIP corren el riesgo de verse eclipsados por la compleja colisión de varias crisis profundas y el consiguiente cambio en el panorama geopolítico que amenaza los principios y valores que el CIP siempre ha defendido y planteado en su búsqueda de la soberanía alimentaria.
La pandemia de la COVID 19 ha puesto de manifiesto las conexiones entre las diferentes luchas por la justicia mundial. Ha exacerbado las desigualdades existentes y ha reforzado los desequilibrios de poder hasta el punto de que muchos países han caído en una profunda crisis social y económica en la que los más vulnerables son los que más sufren. Las voces de las comunidades, que sobre la base de las experiencias existentes de la agroecología y la agricultura familiar campesina, alimentan a la inmensa mayoría del planeta, reclaman un cambio sistémico, deben fortalecerse en una alianza global con los movimientos sociales y los Pueblos Indígenas para abordar esta cuestión urgente, de modo que no quede eclipsada por el problema inmediato de la pandemia de la COVID 19.
En este contexto, el CIP está organizando un nuevo proceso, para que el debate no se produzca solo dentro de los movimientos que luchan por la Soberanía Alimentaria, sino también con una multiplicidad de nuevos movimientos surgidos en diferentes sectores. Este nuevo proceso Nyéléni tiene como objetivo construir respuestas a nivel mundial, regional y local y estrechar alianzas con otros movimientos que comparten la visión y las luchas del CIP, pero que provienen de otros ámbitos: la justicia laboral, la justicia climática, la lucha de las mujeres, por ejemplo. El proceso, en el que el carácter intersectorial es un aspecto clave, recoge las luchas locales sobre el terreno, diferentes pero que se solapan, y las proyecta a nivel mundial, y va a posibilitar la participación de diferentes movimientos a diferentes niveles.
El carácter intersectorial es uno de los aspectos innovadores en el proceso de Nyéléni; el segundo aspecto definitorio es que se centra en el proceso en sí mismo, en lugar de centrarse sólo en el Foro Global final: procura construir todo un proceso que incorpore todo el poder de los movimientos de base. Como fase inicial del proceso, las regiones, los grupos de trabajo y las organizaciones mundiales del CIP realizarán un ejercicio de consulta interna para reflexionar, profundizar y ampliar los principios y conceptos de la soberanía alimentaria en la nueva realidad. Los resultados de estas consultas constituirán la columna vertebral del proceso Nyéléni. Simultáneamente, se buscarán nuevas alianzas con los movimientos sociales que trabajan en diferentes temas: la justicia climática y laboral, los movimientos feministas, los movimientos de los pueblos indígenas, los movimientos negros y los movimientos pacifistas, para crear una convergencia intersectorial hacia propuestas conjuntas dirigidas a un cambio sistémico.
Finalmente, el proceso Nyéléni culminará con el Foro Global Nyéléni, en el que cientos de delegados de todo el mundo debatirán estrategias y soluciones para lograr sistemas alimentarios más justos, inclusivos, sostenibles y diversos, y relanzarán una alianza global capaz de contrarrestar las fuerzas que están empujando al mundo a una crisis más profunda y multidimensional.
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Nyéléni: territorio, proceso y metodología
El Foro Internacional para la Soberanía Alimentaria: Nyéléni 2007 (ver cuadro 1) fue el resultado de un largo proceso regional e internacional de acumulación política intersectorial. Un hito que nos legó principios, un marco político, metodologías y una agenda de acciones para seguir caminando la Soberanía Alimentaria y la defensa de los territorios y de los derechos de los pueblos. Nyéléni también fue el hogar de otros dos procesos internacionales importantes de dicho camino: en 2011, para articular la resistencia al acaparamiento de tierras (ver cuadro 2) y en 2015, para construir una visión multisectorial común sobre agroecología y acordar estrategias para defenderla y promoverla (ver cuadro 3).
Nyéléni es territorio y metodología de nuestro proceso de convergencia multisectorial, que nos ha permitido profundizar análisis y posiciones, visibilizar luchas y resistir su criminalización, fortalecer vínculos de solidaridad, construir acuerdos programáticos y acordar acciones, para transformar los sistemas alimentarios y nuestras sociedades. Un programa común de luchas locales, regionales y globales construido a partir de las experiencias y saberes de los movimientos y organizaciones sociales.
Un proceso cuyo horizonte siempre ha sido acumular fuerzas para fortalecer la movilización popular de resistencia al capitalismo colonial, patriarcal, imperialista y racista, sus falsas soluciones y todas sus formas de explotación, opresión, y mercantilización de la vida, pero también en defensa de los bienes comunes, de la soberanía, derechos y autodeterminación de los pueblos y de la justicia social, racial, de género, económica, intergeneracional y ambiental.
Nuestra metodología tiene en la Solidaridad Internacionalista un principio fundante sobre el que implementar Diálogos de saberes que, basados en la herencia, el patrimonio y la diversidad de pueblos, culturas y luchas, construyan unidad en la acción, a la vez que fortalezcan procesos organizativos territoriales, ya que, sin organizaciones fuertes y articuladas, desde lo local a lo global, no habrá resistencia suficiente al poder del capital y las fuerzas conservadoras, ni trasformaciones sistémicas.
Estos 15 años han sido fundamentales para aumentar la visibilidad de la soberanía alimentaria, la agroecología y la reforma agraria integral, entre otros, en los espacios políticos e instituciones internacionales, regionales y locales, y han motivado a diversos niveles de gobierno a implementar nuestra agenda. También han sido centrales para desenmascarar y denunciar los intentos de cooptación empresarial de nuestras soluciones y para que la Soberanía Alimentaria se haya convertido en objetivo político de diversos movimientos (feminista, por la justicia climática y por la justicia social, entre otros).
Sin embargo, para poder desmantelar el poder del agronegocio y dar una respuesta global al ascenso de las fuerzas de la derecha conservadora, es necesario converger con los pueblos que se enfrentan a diferentes formas de opresión, y con ellos acordar programas y estrategias para la justicia social, racial, de género, económica, intergeneracional y ambiental.
El proceso Nyéléni le ha dado al movimiento por la Soberanía Alimentaria el compromiso para ser un motor fundamental en la construcción de un frente social más amplio con los movimientos feminista, LGBTQI+, sindical, antirracista, de resistencia a la opresión basada en la clase y anticolonialista.
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¡Únase al proceso Nyéléni hacia un nuevo Foro Global Nyéléni para la Soberanía Alimentaria!
El Comité́ Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria (CIP) es la mayor alianza mundial de productores de alimentos en pequeña escala, que incluye a campesinos, pescadores artesanales, pastores y ganaderos, nómadas, pueblos y organizaciones indígenas, habitantes de los bosques, personas sin tierra, productores urbanos y trabajadores rurales.
El movimiento de soberanía alimentaria ha sido una parte dinámica de la articulación de la transformación y las soluciones; desde su surgimiento como plataforma global de articulación de los movimientos sociales de pequeños productores de alimentos de pequeña escala y de Pueblos Indígenas, ha fortalecido la lucha de los pueblos por el derecho humano a la alimentación, contra el despojo y el acaparamiento de tierras, a logrado incidir en varios procesos internacionales y a dado voz a los pueblos para la transformación radical de los sistemas alimentarios como fue el histórico foro global por la Soberanía Alimentaria de Nyéléni en 2007.
Hoy en día, nos enfrentamos a crisis superpuestas y profundamente arraigadas: económicas, sociales, democráticas, medioambientales, sanitarias, patriarcales y racistas.
La pandemia de COVID 19 se está convirtiendo en una profunda crisis social y económica en la que los más vulnerables volverán a ser los más perjudicados: sin acceso a la asistencia sanitaria, perdiendo sus empleos e ingresos. En muchas regiones también se avecina una gran crisis alimentaria, ya que la gente no podrá pagar los alimentos.
Las guerras actuales se han convertido en ocasión para las grandes empresas, mediante la especulación aumentan los precios de los insumos para la producción alimentaria; las ETN influyen cada vez más en las instituciones internacionales para recibir políticas públicas y reglamentos favorables, incluidos los órganos y organismos de las Naciones Unidas. A través de la influencia directa del Foro Económico Mundial (FEM) y otros espacios de alto nivel (no gubernamentales) en los procesos políticos, las corporaciones han logrado transformar lentamente los principios y prácticas de gobernanza de instituciones de las Naciones Unidas como la FAO; así como, la aprobación de “áreas naturales protegidas” con el pretexto de la protección de la biodiversidad, para continuar con el despojo de los territorios y recursos y bienes naturales de los Pueblos Indígenas.
Frente a esta situación el CIP propone construir un espacio de intercambio y convergencia entre los movimientos sociales, ya que es un imperativo, en las circunstancias actuales, avanzar en la lucha fortaleciendo alianzas con otros movimientos globales, que propicie la elaboración de estrategias colectivas, la economía solidaria, la protección de los conocimientos indígenas y sus recursos genéticos y, la acción de apoyo mutuo para avanzar en nuestra visión de la soberanía alimentaria como pilar del cambio estructural y hacer retroceder al capital global.
Por lo anterior, alentamos a todos nuestros pueblos, movimientos, organizaciones, colectivos, grupos de trabajo, a impulsar los procesos locales y regionales para involucrarse en esta nueva etapa de la lucha por un mundo justo, resiliente, solidario. En esta perspectiva se inscribe el próximo Foro Global Nyéléni para la Soberanía Alimentaria.