Selingué, 24 de febrero – La Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) es una estructura que nuclea a organizaciones sociales, organizaciones no gubernamentales y organizaciones de base, y que busca combatir el modelo de producción agrícola denominado «revolución verde», promoviendo a su vez la implementación de formas alternativas de agricultura que se aparten del uso indiscriminado de plaguicidas.
RAP-AL es la sección latinoamericana de Pesticide Action Network (PAN), una organización que opera en Asia, África, Europa, América del Norte y América Latina, y que fue fundada en el año 1982 luego de que varias organizaciones ambientalistas decidieron reunirse en Malasia para ver en qué se había avanzado desde la Conferencia de Estocolmo
sobre el Hábitat de Naciones Unidas, que había sido llevada a cabo en 1972.
Allí, las organizaciones coincidieron en una lista de tóxicos que resultaban perjudiciales a nivel mundial, entre los cuales los pesticidas químicos reflejaban un problema común que no estaba siendo atendido, por lo cual decidieron establecer una red que facilitara la coordinación de esfuerzos.
En el marco del Foro de Soberanía Alimentaria, Radio Mundo Real dialogó con Elsa Nivia, Coordinadora Regional de RAP-AL, quien nos acercó la posición de esta red de organizaciones dentro del evento.
Según señaló Nivia, el concepto de soberanía alimentaria no puede separarse del trabajo que realiza RAP-AL, debido a que el uso de plaguicidas se levanta sobre justificaciones falaces, que se impusieron sobre la base de argumentos sumamente cuestionables que favorecieron a los grandes propietarios de tierras, perjudicando a los agricultores de menores recursos.
«Esto de que la agricultura de la ’revolución verde’ incrementó rendimientos en alimentos, y que entonces esto ha resuelto el hambre del mundo, pues ya también sabemos que está totalmente cuestionado.
Por una parte sabemos que el problema del hambre no es actualmente por falta de producción de alimentos, incluso se producen suficientes alimentos para alimentar al mundo, el problema sabemos que es de acceso a los alimentos», puntualizó Nivia.
Posteriormente, la Coordinadora Regional de RAP-AL continuó explicando acerca de los riesgos de los monocultivos y del uso de transgénicos, los cuales incrementan de forma indefectible la utilización de plaguicidas.
«Realmente, las multinacionales que están imponiendo el uso de semillas transgénicas saben que es para mejorar su negocio de venta de venenos, y resulta que una agricultura que dependa de semillas importadas, que dependa de tecnologías que solamente están bajo el control de las multinacionales, y que dependa de los insumos químicos
que venden algunas multinacionales, no es una agricultura que permita la soberanía alimentaria, absolutamente nunca. Por eso uno de nuestros lemas es ’la agricultura sin plaguicidas químicos ni transgénicos es posible e indispensable para alcanzar la soberanía alimentaria’ «, recalcó.
Dentro del Foro de Soberanía Alimentaria, Nivia explicó que el aporte de RAP-AL sería el intentar apoyar a las organizaciones de base, «a los hombres y mujeres en el campo, que son quienes tienen en su mano tomar las decisiones y promover los cambios», señaló.