*Las organizaciones de Mali han querido bautizar el Foro Mundial sobre la Soberanía Alimentaria con un nombre significativo para los campesinos y campesinas de su país. Escogieron Nyéléni 2007.*
Intervención de Ibrahim:
«En Mali hay un símbolo muy poderoso que podría ser el símbolo de la soberanía alimentaria. Es una mujer que entró en la historia de Mali como mujer y como gran agricultora. Cuando se dice su nombre, todo el mundo sabe lo que representa. Madre nodriza, madre agricultora, luchó para afirmarse como mujer en un entorno que no le era favorable. Esta mujer se llamaba Nyéléni. Si usamos este símbolo en Mali todo el mundo sabrá que es una lucha por la alimentación, una lucha por la soberanía alimentaria.»
Intervention d’Oussaman:
«Nyéléni era hija única, lo que en África se consideraba una maldición.
Nyéléni, niña e hija única de sus padres, sufrió en su juventud todas las ofensas de las que ellos fueron objeto por su causa. Concibió en secreto la idea de lavar las afrentas que los hombres le habían causado batiéndoles en su propio terreno, es decir en la agricultura y los trabajos del campo.
A todo pretendiente le repetía incansablemente que el matrimonio podía esperar, que antes ella tenía una misión que cumplir, como homenaje a su familia y a la mujer, a todas las mujeres, y que esto era su prioridad. En las competiciones agrícolas Nyéléni superaba a todos los campeones, a hombres reputados en su pueblo y en los de los alrededores. Su reputación iba creciendo. Los hombres más arrogantes desafiaban a la campeona día tras día, y para su desgracia acababan siempre batidos.
La reputación de Nyéléni se extendía más allá de su región, se había convertido en un mito viviente. Su renombre crecía y ella era respetada. Cuenta la leyenda que fue al comienzo del invierno, es decir la estación de lluvias, cuando domesticó el fonio, ese cereal que habéis comido hoy. También es gracias a Nyéléni que tenemos una variedad de mijo llamada samio, es decir pequeño mijo…
El padre de Nyéléni se llamaba Nianso, su madre se llamaba Saucra, era originaria de Siracoro. Por desgracia la historia no nos cuenta si alguno de sus pretendientes llegó a casarse con ella, ni por tanto si jamás tuvo hijos.
Esta es la historia de Nyéléni».