Voces desde el campo

Voces desde el campo 1

Herman Kumara, Coordinador Nacional, NAFSO; Secretario General, del Foro Mundial de los Pueblos Pescadores (WFFP)

La crisis climática se está utilizando como una oportunidad para que los intereses creados propaguen falsas soluciones como el carbono azul, las llamadas «soluciones basadas en la naturaleza», los diques, la agenda 30×30, los canjes de deuda por océanos y otros. Con estas falsas soluciones, los agricultores, pescadores, pueblos indígenas y campesinos se ven desplazados de sus tierras, masas de agua y bosques originales, desposeídos de sus derechos consuetudinarios de tenencia, y se enfrentan a la perturbación de su pacífica convivencia con la naturaleza.  Reclamamos cautela contra la adopción de soluciones climáticas ineficaces como 30×30, los créditos de carbono, las Áreas Marinas Protegidas (AMP) y la Planificación Espacial Marina (PEM).

En su lugar, la atención debería centrarse en restaurar los legítimos derechos de tenencia tradicionales, consuetudinarios o indígenas de las comunidades pesqueras y redistribuir tales derechos allí donde hayan sido vulnerados. Los pescadores se encuentran entre los grupos más vulnerables durante las tempestades y ciclones y entre las víctimas de la crisis climática, ya que a menudo trabajan en aguas abiertas y están expuestos a los elementos. Es importante que el Estado proporcione sistemas de alerta temprana más accesibles y operaciones de búsqueda y rescate para garantizar la seguridad de los pescadores durante estos fenómenos. Los Estados deben dar prioridad a las soluciones climáticas centradas en la comunidad y basadas en los conocimientos y prácticas ecológicas tradicionales de las comunidades de pescadores a pequeña escala, en lugar de enfoques tecnocráticos y basados en el mercado como los diques,  el carbono azul y las soluciones de créditos de carbono para la conservación. El WFFP está luchando contra esta tendencia mediante el fortalecimiento de las campañas que buscan educar y advertir a los responsables políticos y a las comunidades contra las falsas soluciones y, en su lugar, presionar por soluciones reales que se desarrollen en consulta con las comunidades afectadas.

Voces desde el campo 2

Presentación de Tom Goldtooth IEN ante el Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas, abril de 2024

El año pasado solicitamos una sesión especial [del foro permanente de los pueblos indígenas de la ONU] para abordar las falsas soluciones climáticas, la economía verde y sus impactos sobre los pueblos indígenas. Esta petición incluía una moratoria sobre todas las actividades relacionadas con las falsas soluciones hasta que los pueblos indígenas afectados, desde el sur hasta el norte, puedan investigar a fondo los impactos y hacer las demandas oportunas…

Llevo colaborando con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático desde 1998. Nuestra red ha recopilado más de 20 años de pruebas irrefutables que demuestran que los mercados de carbono, la fijación de precios y los mecanismos de compensación del carbono no reducen las emisiones en origen.

Los mercados de carbono proporcionan el resquicio legal del que muchos de ustedes nos han hablado. Proporcionan un resquicio que la industria de los combustibles fósiles necesita para continuar con la extracción, la combustión y con una economía extractiva fósil que está destrozando la armonía de la madre tierra y del padre cielo. Hace tiempo que deberíamos haber exigido una moratoria permanente sobre las falsas soluciones que se están negociando en el artículo 6 del acuerdo [climático] de París. La CMNUCC tiene como objetivo finalizar estas negociaciones este año, después de 2 décadas en las que los contaminadores se han beneficiado causando violaciones de los derechos humanos, acaparamiento de tierras, divisiones y explotando a los Pueblos indígenas a través de los mercados de carbono y REDD plus«.

Vea todo el evento aquí.

Voces desde el campo 3

Extracto de la Declaración del Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria en la COP 15 (Conferencia de las Partes) del Convenio sobre la Diversidad Biológica, diciembre de 2022

[…] Esta es la primera COP sobre biodiversidad desde que se ratificó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos (UNDROP), y los productores de alimentos a pequeña escala deberían ser respetados como titulares de derechos haciendo referencia a la UNDROP y a la UNDRIP (Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas) conjuntamente en el nuevo Marco Global de Biodiversidad y en el CDB (Convenio sobre la Diversidad Biológica). Cada vez que los gobernantes no respetan los derechos humanos y colectivos de los mejores custodios de la biodiversidad, incumplen su deber de proteger la biodiversidad.

Nos sentamos en estas reuniones como gente de la tierra, para la tierra, escuchando los llamados debates sobre la tierra y la vida, preguntándonos qué ocurrirá si seguís separando a la gente de la naturaleza con falsas soluciones. ¿Qué es la Naturaleza para cada uno de los aquí presentes?

Algunos proponen la DSI (Información de Secuencia Digital) para salvar la biodiversidad, como si se pudiera desmaterializar a nuestra Madre y recomponerla con la esperanza de que funcione mejor. Convertir la naturaleza en capital es cualquier cosa menos «vivir en armonía con la naturaleza». Las «soluciones basadas en la naturaleza» que se debaten aquí y en la COP sobre el clima ponen a la naturaleza en un libro de contabilidad y luego la venden a los contaminadores a expensas de la biodiversidad, la tierra y los derechos de los pueblos indígenas, los pequeños productores de alimentos y las comunidades locales.

Nos sentamos en estas salas para ser testigos de la codicia de un puñado de grandes países exportadores y sus empresas, que pretenden destruir 30 años de acuerdos multilaterales. Es fácil entender por qué los más poderosos y los menos responsables prefieren fijar objetivos hacia un supuesto «mundo positivo para la naturaleza» antes que hablar de la Madre Tierra. No hace falta encerrar la tierra lejos de sus cuidadosos custodios, como se propone en el objetivo 30×30, sino protegerla de la codicia empresarial y estatal […].