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La campaña global “Semillas campesinas, patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad”, como refuerzo de la Soberanía Alimentaria

Las semillas campesinas son un patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad. Las semillas son vida, son la base de la producción alimentos a nivel mundial, permiten que las campesinas y los campesinos produzcan alimentos sanos y adecuados desde un punto de vista cultural, y son cruciales para que los consumidores y ciudadanos puedan encontrar alimentos sanos y diversificados. Las semillas forman parte de la cultura campesina y son nuestra herencia, nuestro patrimonio; nos permiten resistir, conservar nuestra sabiduría ancestral y defender nuestra identidad campesina.

No obstante, bajo el pretexto de la “mejora” de la productividad de las semillas, el agronegocio ha creado un sistema neoliberal de semillas que ha homogeneizado, ha empobrecido y ha monopolizado las semillas; esto ha provocado una pérdida de hasta el 75% de las variedades, así como la desaparición de una diversidad que la labor campesina había generado durante 10.000 años de historia.

Tres compañías (Monsanto-Bayer, Syngenta-ChemChina y Dupont-Dow) controlan más del 50 % de las semillas comerciales del mundo, y continúan incrementando la cantidad de semillas genéticamente modificadas para que ofrezcan resistencia a herbicidas y a insecticidas. Este sistema de semillas cuenta con el beneplácito de la OMC (Organización Mundial del Comercio), el Banco Mundial y el FMI (Fondo Monetario Internacional), y se refleja en los acuerdos de libre comercio y en las leyes modelo de protección de derechos de los obtentores de variedades, como por ejemplo la UPOV (Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales). Dicho sistema solo permite la circulación de estas semillas propietarias, al tiempo que criminaliza la conservación, el intercambio, la utilización, la donación y la venta de semillas locales entre agricultores. La situación ha llegado a tal punto que las campesinas y los campesinos han perdido el control sobre las semillas autóctonas, están siendo penalizados por el uso y el intercambio de sus propias semillas, y a menudo se ven sometidos a registros e incluso a la incautación de sus semillas. El uso de fertilizantes químicos, el empleo de semillas híbridas y el uso de organismos genéticamente modificados está poniendo en peligro la biodiversidad, que también está amenazada por las consecuencias de las nuevas técnicas de obtención de variedades, desarrolladas por corporaciones multinacionales. La ciudadanía tiene dificultades para acceder a alimentos sanos, diversificados y culturalmente adecuados.

La Vía Campesina y sus aliados están luchando para cambiar esta situación. Como parte de su campaña global “Las semillas campesinas, patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad”, iniciada en Roma en el año 2001, La Vía Campesina y sus organizaciones asociadas han puesto en marcha capacitaciones, formación, apoyo mutuo e intercambios de semillas. Los movimientos campesinos continuamos luchando para que las leyes nacionales y los tratados internacionales garanticen los derechos de los campesinos y las campesinas a conservar, utilizar, intercambiar, vender y proteger sus semillas contra la biopiratería y contra la contaminación genética; redactamos libros sobre la historia de las semillas, y realizamos estudios y mapeos. La red de escuelas agroecológicas de la Vía Campesina, repartidas por todo el mundo, también organizan ferias de intercambio de semillas campesinas. De este modo, la campaña global fomenta la recuperación de sistemas tradicionales de conservación, mantenimiento e intercambio de semillas autóctonas, así como los derechos colectivos inalienables de los campesinos sobre sus semillas.

El 16 de octubre de 2018, con motivo del Día mundial de acción por la soberanía alimentaria de los pueblos y contra las multinacionales, La Vía Campesina intensificó esta campaña haciendo un llamamiento a la acción organizada, mediante una iniciativa denominada “Adopta una semilla”(Para obtener más información, consultar el Cuadro 1 de esta edición). Esta iniciativa pretende que cada campesino o campesina, cada familia, cada comunidad… se involucren y adopten alguna variedad vegetal, de forma que se conviertan en guardianes de esa semilla y se aseguren de su propagación, reproducción y distribución, comprometiéndose a la defensa colectiva de sus derechos a la utilización, el intercambio, la venta y la protección de estas semillas. Hasta la fecha, en países como Brasil, Palestina, Paraguay, India, Tailandia, Zimbabue, Corea del Sur, Indonesia o Canadá, las campesinas y campesinos se están implicando en la conservación de variedades autóctonas y en transmitir a los demás sus conocimientos sobre agroecología, tanto a través de la acción directa como a través de ferias de intercambio de semillas.

Sin semillas no hay agricultura; sin agricultura, no hay alimento. Y sin alimento, ¡no hay pueblos!

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El llamamiento “Adoptar una semilla” recorre el mundo

Las semillas campesinas son un patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad. Esta es una de las máximas del movimiento internacional campesino, así como el nombre de la campaña iniciada por La Vía Campesina (LVC) para proteger y conservar las semillas campesinas. En el marco de esta campaña, La Vía Campesina ha puesto en marcha la acción “Adopta una semilla” en varias ocasiones y en distintas partes del mundo, apelando a los campesinos y a sus familias a intercambiar y multiplicar sus semillas.

Con motivo del Día mundial de acción por la soberanía alimentaria, el 16 de octubre de 2018, La Vía Campesina realizó un llamamiento a sus organizaciones integrantes y aliadas, así como a todas las familias campesinas, a participar en la acción “Adopta una semilla” (para obtener más información, consultar el Cuadro 1 de esta publicación). La primera de estas acciones tuvo lugar en Brasil, mediante el Movimiento de pequeños agricultores (MPA), una de sus organizaciones integrantes.

El intercambio mundial tuvo lugar entre el 29 de agosto y el 4 de septiembre de 2018, donde una delegación de La Vía Campesina recorrió 1700 km por todo Brasil visitando a familias campesinas. Los delegados y delegadas asistentes, de Corea, Costa Rica, Palestina, Suiza y Zimbabue, participaron como representantes de organizaciones que ya están conservando semillas en sus países de origen. Durante este intercambio internacional, los delegados y delegadas de LVC prestaron mucha atención a la experiencia del MPA en los estados de Sergipe y Bahía, al noroeste de Brasil. También visitaron las “casas de semillas” fundadas para almacenar semillas de las comunidades campesinas. Estas casas están bajo la supervisión de una “oficina central de semillas”, que almacena todas las semillas de la zona y también actúa como espacio de formación y producción agrícola. Durante el intercambio se facilitó información y se generaron debates sobre la legislación de las semillas, así como sobre prácticas agroecológicas y representaciones de arte y cultura rural.

Además de celebrar el Día internacional de acción por la soberanía alimentaria de los pueblos, el 16 de octubre de 2019 tuvo lugar un intercambio internacional de semillas campesinas en Palestina. Este intercambio, organizado por la Unión de Comités de trabajadores agrícolas (UAWC) y por La Vía Campesina, contó con la participación de agricultores y agricultoras de todo el mundo: Honduras, Brasil, Puerto Rico, República Dominicana, Sudáfrica, Países Bajos, Mozambique, Alemania y los Estados Unidos. La UAWC cuenta con una dilatada experiencia en la conservación de semillas campesinas, puesto que abrió su primera casa de semillas hace 17 años en Hebrón. La casa ha permitido salvar de la extinción distintas variedades de semillas, haciendo frente a la ocupación israelí y a sus imposiciones de uso de semillas híbridas comercializadas por Bayer-Monsanto. Todas las semillas del banco de la UAWC provienen de campesinos y campesinas; estas pasan por un proceso de verificación de 2 años en un laboratorio interno, y por último se redistribuyen a los agricultores (para más información, consultar la sección Voz desde el campo 1).

El próximo intercambio internacional de semillas de La Vía Campesina tendrá lugar en Corea en 2020. En distintos lugares del mundo se celebran ferias de intercambio de semillas, gracias al trabajo de miembros del movimiento y de sus alianzas. La acción “Adopta una semilla” es un acto de solidaridad, resistencia y misticismo que debería reproducirse por todo el mundo para poder conservar las semillas campesinas, que son la piedra de toque de nuestra agricultura y de nuestras vidas.