Soberanía alimentaria y agrobiodiversidad
Ilustración: Dibujo a color en papel amate del artista Abraham Mauricio Salazar. Tomado con ánimo de difusión del libro El ciclo mágico de los días de Abraham Mauricio Salazar y Antonio Saldívar. CONAFE, México, 1979.
En un momento en que los medios hacen correr la alarma acerca de la carestía de precios y la escasez provocada por la guerra en Europa, aunque no siempre haya una correlación exacta, volvemos a cuestionar las informaciones que sitúan a las grandes corporaciones como proveedoras de la mayor parte de nuestros alimentos. Anclado a esta imagen fabricada, el sistema agroalimentario industrial impulsa un renovado asalto a la agricultura con la digitalización de sus procesos. Promueve la “captura de carbono” a partir de las llamadas “soluciones basadas en la naturaleza”. Continúa su empuje por controlar y someter a normas a las cadenas de suministro para privilegiar sus intereses, e incluso busca suplantar los esfuerzos de campesinas y campesinos en muchas partes del mundo, abanderando una “agroecología” que ahora promueven las mismas empresas y fondos de inversión que durante siglos han despojado al campesinado de las posibilidades de ejercer una agricultura independiente.
Así pues, es crucial defender nuestra soberanía alimentaria: la posibilidad de poder reproducir nuestras semillas en nuestros términos y espacios, es decir, con plena libertad, y mantener nuestra independencia total para producir nuestros propios alimentos. Para esto sigue siendo crucial impugnar el acaparamiento de tierras e insistir en la autonomía y en la defensa de los territorios campesinos, indígenas e incluso de los espacios urbanos de autogestión popular en los barrios.
CIP para la Soberanía Alimentaria, Amigos de la Tierra Internacional y GRAIN