La soberanía alimentaria ante el resurgimiento del autoritarismo y del fascismo
Ilustración: Rosanna Morris, rosannamorris.com
En todas las regiones del mundo asistimos al auge y la consolidación de fuerzas sociales, políticas y culturales que son racistas, xenófobas, misóginas, chauvinistas machistas, homo-lesbo-transfóbicas, anti-pacifistas, antidemocráticas y totalitarias. Estas fuerzas autoritarias populistas, dictatoriales e incluso inscritas en democracias, reciben denominaciones variadas pero se identifican por su oposición al pluralismo, a la diversidad racial, religiosa y cultural, a la equidad social, a la autonomía de género y al secularismo. Su influencia y control sobre la opinión pública se ejerce a través de discursos construidos con fragmentos de información hilvanados astutamente para presentar su propia visión de la realidad. Demonizan la verdad inoportuna tachándola de «fake news» y crean sus propios hechos, que no se basan en la realidad objetiva, sino en los valores ideológicos de sus respectivos movimientos.
Todos los sistemas políticos tienen su grado de autoritarismo. No obstante, los regímenes autoritarios/fascistas que han crecido durante la década pasada son especialmente peligrosos, debido a que reciben apoyo de segmentos transversales sorprendentemente amplios de la población de sus países y del capital transnacional. Esto les da poder para polarizar y fracturar la sociedad, y revertir logros importantes, obtenidos con gran esfuerzo, en derechos humanos, libertades civiles y buen gobierno secular, democrático.
En esta edición de la hoja informativa Nyéléni examinamos las implicaciones de estas configuraciones político-sociales para el movimiento de la soberanía alimentaria. Incidimos especialmente en el modo en que la soberanía alimentaria, es en sí misma, una estrategia de resistencia frente a la peligrosa oleada de autoritarismo que se extiende por el mundo.
Amigos de la Tierra Internacional y Focus on the Global South