Voces desde el campo 1
Justicia alimentaria 2.0
LaDonna Redmond, Fundadora y directora ejecutiva de «La Campaña por Justicia Alimentaria Ahora«
Me hice activista alimentaria porque mi hijo Wade empezó a desarrollar alergias a los alimentos a una edad muy temprana y yo quería proporcionarle los alimentos más saludables. En realidad, no era diferente a cualquier otra madre de mi comunidad, quería lo mejor para mi hijo. Pero esos alimentos, los mejores que hubiera, no estaban disponibles en mi barrio del lado oeste de Chicago. En la comunidad en la que vivo es más fácil conseguir un arma semiautomática que un tomate. El problema de la violencia para la salud pública está conectado con el problema de salud pública de enfermedades crónicas relativas a la alimentación.
Para mi, la justicia alimentaria 2.0 trata de las narrativas de las personas de color. El movimiento por la justicia alimentaria cuenta la historia del colonialismo y del impacto del trauma histórico en las comunidades de color.
Entendemos que la importación de esclavos africanos a los Estados Unidos proporcionó la mano de obra para lo que ahora llamamos nuestro sistema de alimentación industrial. En el núcleo de lo que yo considero los problemas de nuestra comunidad, sobre todo cuando hablamos de acumulación de riqueza o falta de salud, existe en realidad una conversación sobre esclavitud. No hemos solucionado la esclavitud ni su efecto. Para nosotros, la justicia alimentaria no trata solo de nutrición. No se trata solo de cultivar alimentos. Se trata de dignidad. Se trata de visibilidad.
Podemos lograrlo si somos capaces de admitir que nunca hemos tenido un sistema de alimentación justo en los EE. UU. Y debemos unirnos y crear una narrativa donde todos podamos sentarnos a la mesa y crear el sistema alimentario que necesitamos. Reclamad vuestras cocinas. Reclamad vuestro fogón y vuestra mesa. Cocinad muestra comida. Producid vuestra comida. Sabed de donde viene vuestra comida.
Adaptado de «Alimentación+Justicia=Democracia» presentación en TEDxManhattan, 2013
Voces del campo 2
Empoderamiento de la comunidad y resistencia en Detroit
Malik Yakini, Fundador y director ejecutivo de la Red de Seguridad Alimentaria de la Comunidad Negra de Detroit
En Detroit, la población ha bajado de 1.900.000 a 700.000 personas en la actualidad. La ciudad se ha despoblado considerablemente como resultado del declive de la industria automovilística y del éxodo de población blanca en los 1950 y 1960 y de, más recientemente, el éxodo de la clase media negra. Hay un desempleo masivo que, se calcula, está entre el 18 y el 20 por ciento. No existen grandes cadenas de alimentación en Detroit. Eso hace que la mayoría de la población tenga que conseguir los alimentos en gasolineras y tiendas de autoservicio.
Muchos de esos supuestos alimentos se encuentra en contenedores de poliestireno extruido, cajas y paquetes. La huella geográfica de la ciudad es de unas 143 millas cuadradas. De esas 143, alrededor de un tercio de la ciudad esta vacía debido a la despoblación y a la deliberada falta de inversión en la ciudad de Detroit.
La realidad es que Detroit y sus ciudadanos están siendo castigados. Y una de las razones por las que nos están castigando es por los más de 50 años de la lucha por el empoderamiento negro en la ciudad de Detroit. Alrededor del 80 por ciento de la población de la ciudad es Afroamericana y vivimos en un área metropolitana con una de las zonas de mas polarización racial de Estados Unidos. Ahora somos testigos del aburguesamiento de muchas zonas urbanas de Detroit. Vemos como hipsters blancos se mudan al centro de la ciudad y como desplazan a los residentes de toda la vida. Todo esto esta ocurriendo con el trasfondo de uno de los episodios mas insidiosos que han ocurrido en los Estados Unidos: a los funcionarios electos de Detroit se les ha desprovisto de autoridad mediante el nombramiento de un responsable de urgencia por el gobernador del estado de Michigan. A efectos prácticos, han desprovisto a los ciudadanos de Detroit de su voto.
Nuestra organización ha estado trabajando para conseguir otorgar autoridad y resistencia a la comunidad. También nos importa la creación de democracia, el tipo de democracia donde las personas pueden de verdad tomar decisiones que impacten en sus propias comunidades y sus propias vidas… Estamos luchando todas estas batallas con dos males como telón de fondo: el capitalismo y la supremacía blanca, que se manifiesta no solo en en sistema alimentario industrial dominante, si no también en nuestro movimiento alimentario y en el movimiento por la soberanía alimentaria. Nos preocupa el hecho de que estamos todos involucrados en el trabajo de despojarnos de la opresión racial interiorizada. De hecho, no es un trabajo complementario. Este es el trabajo.
Adaptado de una presentación de la conferencia»Soberanía alimentaria: un diálogo crucial» en la Universidad de Yale en 2013. Más información aquí.
Voces del campo 3
Las trabajadoras y los trabajadores del campo viven en una nueva especie de apartheid
Rosalinda Guillén, Directora Ejecutiva de la organización Community to Community
Soy una trabajadora agrícola que entiende ahora que no somos más que un pequeño pero muy, muy importante componente de un sistema. Estoy conectada a la historia de la esclavitud en la industria agrícola de este país, porque nosotras y nosotros somos los nuevos esclavos. Como mexicana americana, puedo afirmar que hay un nuevo grupo de esclavos a costas del cual la industria agrícola de este país se está enriqueciendo enormemente.
En muchas de las comunidades en las que trabajamos en los Estados Unidos aprendemos a vivir en una especie de sistema de apartheid, un apartheid económico, un apartheid social, y, por supuesto, un apartheid racial. Estamos escondidas y escondidos, estamos en silencio, trabajamos.
La esperanza de vida promedio de los trabajadores agrícolas en los Estados Unidos sigue siendo de sólo 49 años. Ése es el precio a pagar para poder mantener el tipo de producción que la industria agrícola necesita para que tú puedas comprar tus bayas y verduras frescas. Y algunas y algunos de nosotros muere incluso antes de esa edad.
Antonio Zambrano, por ejemplo, fue asesinado por la policía en Pasco, Washington, por lanzar una roca a raíz de su frustración por la pobreza en la que vivía y por la falta de respeto y el maltrato que él y su familia habían estado sufriendo durante muchos, muchos años.
Para nosotras y nosotros, la política agraria significa que todavía se están utilizando pesticidas. La política agraria, desde nuestra perspectiva, ha legalizado e institucionalizado el salario a destajo para robar el salario de las y los trabajadores agrícolas del país, la mayoría de los cuales deben utilizar este sistema para recibir un cheque de pago. Es por esos motivos que nuestra esperanza de vida es de sólo 49 años: el sistema de salario a destajo y los pesticidas. Detente y escucha, somos los canarios en la mina de carbón. La industria agrícola está utilizando de manera masiva productos químicos en los campos de California, los cuales van a ser utilizados en todo el país y te afectarán también a ti directamente como consumidor. Escúchanos a las y los trabajadores del campo.
El camino se hace al andar. No sabemos cómo será el camino pero debemos caminar juntas y juntos y vivir bien mientras construimos ese camino. Todas y todos tenemos que dar todo nuestro compromiso. El camino que caminamos juntos debe llevarte a una mesa donde puedas sentarte con tu familia y disfrutar tu comida, con la certeza de que la cena en tu plato está libre de toda explotación humana y de la Madre Tierra.
Texto adaptado de la presentación en el Panel del 40° Aniversario de Food First en 2015