Los mercados campesinos
Ilustración : Rigel Stuhmiller – www.rigelstuhmiller.com
En prácticamente todos los pueblos de la India, los vendedores empujan los carritos de un barrio a otro, abasteciendo a los clientes con frutas y verduras anuales y de temporada. Por las costas, la pesca fresca de los pequeños barcos pesqueros se expone para su venta cada mañana y cada tarde. Los comerciantes ambulantes compran pescado en estos mercados y lo transportan a diferentes pueblos. Los mercados de pescado y marisco diario son habituales en cada área costera de la región del Pacífico asiático. En Tailandia, los mejores lugares para encontrar alimentos, hierbas y especias tradicionales son los mercados frescos locales. En la Camboya rural, es común ver los pequeños puestos a lo largo de la carretera vendiendo maíz, calabaza, verduras, frutas de temporada recién cosechadas, azúcar de palma y carne y pescado seco. Otras escenas similares se pueden ver en muchas otras partes del mundo, en diferentes zonas climáticas y geográficas.
Todos estos alimentos, crudos, cocinados y preservados son producidos y vendidos por los campesinos, pescadores, pastores, ganaderos y avicultores, procesadores de alimentos y empresarios locales a pequeña escala, la mayoría de ellos mujeres, a través de los diferentes tipos de mercados: temporales, permanentes, ambulantes, entregas directas, cooperativas, etc. La mayoría de los alimentos consumidos en el mundo son producidos por pequeños agricultores y trabajadores y distribuidos a través de los «mercados territoriales», que reflejan la gran diversidad de contextos que caracterizan la producción y distribución de alimentos a pequeña escala. Los mercados territoriales son una fuente importante de empleo y cruciales para combatir la hambruna y la pobreza.
Estos mercados cada vez se enfrentan más a las amenazas empresariales que lideran los supermercados e hipermercados, contratación, almacenaje y los sistemas de certificación y seguridad de alimentos. Las empresas usan políticas neoliberales y acuerdos de inversión, así como sistemas de marketing sofisticados para controlar cómo se producen, tasan, distribuyen y consumen los alimentos. La protección y el fortalecimiento de los mercados de los agricultores a pequeña escala son aspectos fundamentales de la soberanía alimentaria y de la restauración del control social sobre la economía.
Shalmali Guttal, Focus on the Global South