Cuadro 1
Pastores por el clima: ¿ la ganadería siempre es nociva para el planeta
El informe anual publicado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático-IPCC, destaca la importancia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La ganadería, perforaciones petrolíferas y de gas, el fracking, los vertederos, etc. son fuentes principales de emisiones de metano según el IPCC. Pero en el debate público/mediático/político, debemos diferenciar las distintas fuentes para alcanzar un debate más informado y justo sobre la necesaria acción climática. Por ello WAMIP ha llevado a cabo un estudio científico junto con el equipo internacional de investigadores de PASTRES y ha publicado el informe “¿Es la ganadería siempre nociva para el planeta?”[1]
No todos los gases de efecto invernadero son iguales. Mientras que el metano tiene un efecto sobre el calentamiento de corta duración, el CO2 permanece para siempre. Además, las emisiones de los sistemas ganaderos son muy variadas y debemos diferenciar entre sistemas intensivos y extensivos. Los sistemas pastoriles móviles y de ganadería extensiva pueden estar en equilibrio de emisiones de CO2, y sus emisiones de metano no son adicionales pues tienen niveles similares a los de los sistemas de vida silvestre que sustituyen. Sin embargo, la ganadería intensiva es contaminante de CO2 y de metano y por ello desde el movimiento pastoralista estamos a favor de su desmantelamiento y penalización.
Es esencial reducir los gases de efecto invernadero, pero no todas las fuentes son iguales, no es igual el pastoreo, la ganadería industrial o el fracking. Los sistemas de ganadería extensiva dan soporte a un gran número de personas, proporcionando productos animales de alta calidad, y pueden ser beneficiosos para el clima (mejorando la fertilidad de los suelos o previniendo incendios) .
Por tanto, apoyamos la reducción de emisiones al tiempo que atendemos las cuestiones de Justicia Climática y reconocemos al pastoreo y la ganadería extensiva no como parte del problema del cambio climático, sino como parte de la solución[2].
Cuadro 2
Reinventando un modo de vida ancestral: Escuelas de pastores
Frente a la amenaza de desaparición del pastoreo en las zonas de montaña de España, la entidad sin ánimo de lucro Campo Adentro-INLAND inicia en 2004 un sistema de formación teórica y práctica dirigida tanto a personas jóvenes interesadas en el pastoreo como a pastores en activo, posibilitando la integración de nuevos pastores/as y garantizando el relevo generacional. Se ha formado a cientos de personas con unos 70 solicitantes cada año .
Por un lado la escuela forma a personas para que inicien su propio proyecto ganadero con orientación agroecológica, y que desarrollen su actividad con nuevos enfoques de viabilidad económica y de valor añadido al producto.
Igualmente las personas que hayan seguido esta formación se dotan de los conocimientos necesarios para trabajar de forma asalariada en aquellas explotaciones ganaderas que demanden trabajadores, o para la ejecución de servicios ambientales tales como mantenimiento de cortafuegos.
Por otro lado se han ofrecido cursos a pastores en activo, de perfeccionamiento en la elaboración quesera u otras cosas que se demanden así como viajes formativos y de intercambio.
Al módulo teórico le sigue una parte práctica de trabajo con el rebaño-escuela de Campo Adentro INLAND, con una sede en las montañas de Madrid y una en el norte de la península. Recientemente se han llevado a cabo Escuela de Pastores Junior, para niños/as. Y también un sistema de becas de formación gratuita para migrantes sin papeles interesados en este modo de vida.
Una vez los alumnos finalizan la teoría y la práctica, han de entregar un proyecto de explotación, que ha sido tutorizado a lo largo del curso.
En este momento, la Escuela pasa a aportar al alumno graduado un acompañamiento y orientación en los trámites y en el posible acceso a la tierra. Es importante tomar un papel activo en la incorporación del estudiante, promoviendo esquemas de Custodia del Territorio entre los diferentes productores con los que ha ido tomando contacto, fórmulas de transmisión de propiedad bajo arrendamientos etc. en los casos de jubilación anticipada, cesión, formulas de economía social, cooperativismo etc.
Cuadro 3
Género y pastoreo
En 2010, la alianza WAMIP convocó un Encuentro Mundial de Mujeres Pastoras en Mera (Gujarat), India que reunió a más de 100 mujeres de comunidades pastoriles repartidas por 32 países diferentes para hablar de los miles de problemas que afrontan las pastoras nómadas y semi-nómadas de todo el mundo, y de cómo luchar unidas para solventarlos.
Las participantes en el Encuentro identificaron cuestiones clave, como los mercados, las normas y los derechos, el medio ambiente; el movimiento social, la educación y la salud, así como una serie de prioridades de actuación, como la representación, la comunicación y la creación de redes, la educación y el desarrollo de capacidades, y la promoción. También seleccionaron representantes para redactar la Declaración de Mera con el fin de informar y apoyar el desarrollo de las políticas de pastoreo, pero también para demostrar el compromiso con la sostenibilidad medioambiental y la protección de la biodiversidad y los recursos comunes para las generaciones futuras.
Desde entonces se ha avanzado en relacionar las luchas de las mujeres pastoras en el seno del marco de las reivindicaciones del movimiento feminista. Las mujeres ganaderas y pastoras en extensivo reivindicamos nuestro valor dentro del sector y de la sociedad, luchando por ejercer nuestra forma de vida sin desigualdades y constituyen una red de apoyo mutuo como espacio de resistencia y sensibilización. La crisis sanitaria y social producida por la pandemia trajo interminables reflexiones sobre cuidados y trabajos esenciales. Ahora se hace más necesario si cabe reconocer la actividad de las pastoras y ganaderas que desde sus territorios mantienen la vida y ponen en valor el gran potencial y la enorme capacidad de las redes de mujeres para afrontar adversidades. Necesitamos mostrar la labor de estas mujeres de cuidado y reproducción de las bases de la vida, desde el campo y para la sociedad.
Las mujeres ganaderas y pastoras en extensivo defienden, la sororidad exigiendo la abolición de todas las desigualdades sufridas por aquellas que se sienten mujeres en un contexto patriarcal y capitalista. Defienden el derecho a no ser violentadas, agredidas, violadas, asesinadas; a la igualdad salarial, en la toma de decisiones, en el acceso a la tierra, en la distribución de los cuidados; a decidir sobre su forma de vida, sexualidad y reproducción, sea cual sea su edad, origen o ciudadanía; y a ejercer y ser consideradas válidas como agricultoras y ganaderas, y no meras “acompañantes” o “ayudantes” de los hombres con los que trabajan.
Exigimos un medio rural habitable, con servicios básicos garantizados para todxs: salud, educación, transporte público, cultura, atención a personas con dependencia, acceso a la tierra, vivienda digna y servicios de prevención de la violencia de género accesibles.
Como mujeres pastoras reclamamos un ecologismo que nos considere como elementos activos en el territorio, aliadas de la biodiversidad y garantes de los entornos naturales. La ganadería extensiva es esencial para el mantenimiento de los ecosistemas, mantenimiento forestal, prevención de incendios y mejora de pastos, así como para la lucha por la soberanía alimentaria. Todo ello desde una forma feminista de trabajar, poniendo el bienestar de nuestros rebaños y el territorio que habitamos por delante de los resultados económicos, centrando la forma de tratarlos desde el cuidado y el respeto a sus necesidades, una relación de cuidados que se extiende hasta las personas que alimentamos con la carne, la leche o los productos lácteos que producimos.
En un marco capitalista y ultraliberal nos hacen creer que ya no es necesario reclamar derechos, que el mundo rural es un bien de consumo, y que el trabajo en el medio rural y cómo se afronta desde la ganadería y el pastoreo en extensivo no es productivo y no tiene futuro. Las mujeres rurales son el presente, y serán el futuro. Serán cada vez más y más fuertes. Las mujeres estamos y estaremos en primera línea.
Cuadro 4
WAMIP sobre el Año Internacional de los pastos y el pastoreo – (IYRP por sus siglas en inglés)
Hace unos años, algunas entidades que trabajan en la ecología de los pastizales (como la Universidad de Arizona, el ILRI, etc.) lanzaron la idea de hacer una campaña para declarar el Año 2026 como Año de las Naciones Unidas de los Pastos. Más organizaciones se adhirieron y se propuso que el año incluyera también el reconocimiento de los pastores como custodios de los pastos. Este año, 38 países y 300 organizaciones apoyan el IYRP. El Gobierno de Mongolia presentó la candidatura de declaración del IYRP en una sesión abierta de la reunión del Comité de Agricultura de la FAO, en octubre de 2018 en Roma y la propuesta fue aprobada sin reservas. Desde entonces, la propuesta también ha sido aprobada por el Consejo y la Conferencia de la FAO. La votación final se llevará a cabo en la Asamblea General de la ONU en otoño de 2021.
Como organizaciones de base que componen la alianza global de WAMIP, expresamos nuestro apoyo a la iniciativa que reclama un Año Internacional de los Pastos y el Pastoreo como se indica en la carta dirigida al Gobierno de Mongolia.
Desde su lanzamiento en el seno de varias redes, compuestas principalmente por investigadores en praderas y pastizales y entidades medioambientales, hemos acogido con satisfacción la incorporación del elemento crucial de los pueblos pastores como los más afectados por las políticas que rigen los pastos y cuidadores efectivos de los mismos desde hace milenios.
Hemos sido testigos de cómo este llamamiento ha recabado un enorme apoyo por parte de un amplio abanico de organizaciones, como podemos ver en el creciente número de miembros que se han unido a las RISG a nivel mundial y en las regiones definidas. Para una buena consecución de este esfuerzo sería importante asegurarse de que en todos los materiales y declaraciones se incluya una definición abierta de lo que se considera pastos: no sólo praderas, sino también bosques y tierras de cultivo después de la cosecha. Tan importante como la definición de los pastos es la conectividad entre ellos: las vías pecuarias y la trashumancia del ganado y los derechos de movilidad efectivos son cruciales para garantizar el uso sostenible de los pastos.
En cuanto a la gobernanza del proceso del IYRP, nos gustaría abrir un proceso y un grupo de trabajo específico para examinar cómo se están constituyendo y funcionan las RISG en cada región, teniendo en cuenta las redes de pastores existentes y su reconocimiento y centralidad en el proceso. Es importante asegurar que los pastores se sitúen en la presidencia y copresidencia de cada RISG regional, pendiente de determinar de acuerdo con WAMIP.
Por ejemplo, que cualquier decisión o medida relacionada con el IYRP se lleve a cabo con un proceso de consultas y acuerdo previo de los representantes de los pastores.
Cuando se apruebe el IYRP, será necesario poner en marcha acciones sobre el mismo desde ahora hasta 2026, acciones que deberían acordarse y estar basadas en las preocupaciones y prioridades de los movimientos pastoriles, puesto que en este momento es crucial el empoderamiento de las capacidades de gestión de la coordinación pastoril a escala regional.
[1] El informe está disponible en : https://wamipglobal.com/2021/09/26/pastoralist-movements-takes-part-in-the-report-are-livestock-bad-for-the-planet/
[2] WAMIP trasladó una delegación internacional de nómadas a Glasgow para participar en las negociaciones oficiales COP26 así como en las movilizaciones, incluyendo una acción con ovejas, y lanzó un comunicado.