Cuadros

Cuadro 1

Pandemic Research for the People[1] (PReP)

Las inversiones de capital invaden los espacios forestales fronterizos con fines madereros, urbanísticos, mineros y de agricultura industrial (ganadería, monocultivos y acaparamiento de tierras que desplaza a los campesinos). Estos procesos fragmentan los ecosistemas forestales y amplían el número de interacciones multiespecíficas. Los virus se transfieren a las poblaciones humanas y los mandatos acelerados de los intercambios comerciales y los desplazamientos mundiales dispersan la flora y la fauna (incluidos los humanos infectados) por todo el mundo.

La ciencia dominante reclama una vigilancia cada vez mayor de los bosques, criminalizando a los residentes que viven en ellos y dependen de sus productos. En connivencia con la agroindustria, también promueve la «intensificación sostenible», cuya lógica subyacente es que el despliegue de las tecnologías de la Revolución Verde en las tierras de cultivo existentes preservará los bosques. Sin embargo, las ganancias derivadas del aumento de la producción impulsan la expansión agrícola.

Por el contrario, los agro-ecólogos promueven un modelo de «matriz forestal» que considera a las personas como componentes integrados y esenciales de sistemas ecológicos en los que la producción de alimentos está vinculada a la conservación. Este marco ecológico encaja con los actuales procesos indígenas, negros y campesinos de defensa de la tierra. La agroecología es un proceso de adaptación y mitigación que produce ecosistemas biodiversos de bajo consumo energético, mucho más susceptibles a ser resilientes ante fenómenos meteorológicos extremos y a regular mejor los ciclos epidemiológicos.

Las respuestas farmacéuticas a los brotes de enfermedades infecciosas impuestas desde arriba tratan la enfermedad como un agente externo aislado que afecta a poblaciones humanas vulnerables. La integración de la agroecología como respuesta a las enfermedades infecciosas aborda la infectividad y la propagación de la enfermedad como un síntoma posible (pero no inevitable) de complejas interfaces entre lo humano y lo no humano estructuradas a través de regímenes raciales-coloniales del capital global. Para el PReP (siglas en inglés de “Investigación pandémica dirigida a las personas”), la agroecología es crucial para luchar contra las enfermedades infecciosas, al tiempo que coloca la autonomía sobre la tierra y los medios de vida en manos del campesinado mundial. 

Cuadro 2

La mega-industria del salmón en Chile contamina, afecta a la salud y destruye la pesca local

La industria salmonera en Chile lleva décadas ocupando y destruyendo áreas protegidas y territorios ancestrales Mapuche, Kawesqar y Yagán. El uso abusivo de antibióticos y antiparasitarios por parte de la industria genera resistencias a antibióticos que son vitales para los tratamientos médicos de los seres humanos, al tiempo que afecta a los ecosistemas marinos. Este proceso disminuye la resistencia natural de las especies autóctonas y aumenta las enfermedades que pueden afectarlas.

La mega-industria del salmón ha introducido al menos 20 patógenos virales, bacterianos y parasitarios en los ecosistemas acuáticos del sur de Chile. Estos hechos causan graves impactos sociales y económicos en las comunidades recolectoras costeras, especialmente en el archipiélago de Chiloé. Las almejas y otros bivalvos filtradores son contaminados por toxinas neurotóxicas y gastrointestinales, lo que provoca el cierre sanitario de estas zonas a los pescadores y recolectores locales[2] .

Después de crear zonas de «sacrificio ambiental» y pruebas de ecocidio, las empresas extranjeras y chilenas exportan sus productos de valor multimillonario, certificados como «acordes con el medio ambiente y socialmente responsables». El problema de fondo es el modelo productivista y extractivista de explotación de la naturaleza, que pone en peligro permanente la vida, la salud y la biodiversidad de nuestros territorios. ¡Nuestras áreas protegidas y territorios ancestrales no serán zonas de sacrificio para el colonialismo salmonero destructivo!

Cuadro 3

Proceso Nyéléni, hacia un foro mundial de la soberanía alimentaria 2025

La voz de los aliados

Claudio Schuftan, Movimiento para la Salud de los Pueblos (PHM por sus siglas en inglés) y Asociación Mundial de Salud Pública y Nutrición (WPHNA por sus siglas en inglés), Ho Chi Minh 

Nyéléni 2007 fue una referencia para las organizaciones de la sociedad civil (OSC) de interés público y los movimientos sociales. Marcó una nueva pauta a la hora de plantear nuestras demandas a los responsables. Quince años después, ha llegado el momento de revitalizar el proceso para afinar nuestras demandas y también reunir nuevas fuerzas para hacerlo – mostrando así la importancia de la reunión de Roma que tuvo lugar el pasado mes de junio (2023).

El PHM está convencido de que el reto no es llegar a una nueva Declaración creada desde arriba. Es el proceso de los próximos 18 meses el que llevará la lucha a las bases, para que el resultado sea verdaderamente representativo a nivel mundial y, con suerte, se cree el contrapoder necesario.  El PHM es una red de redes de activistas por la salud y los derechos humanos, actualmente con presencia electrónica en más de 70 países. Se creó en el año 2000 y se mantiene activa tanto en cuestiones globales como nacionales. Su secretaría actual tiene su sede en Colombia (phmovement.org). La PHM cuenta con un grupo temático de trabajo sobre Alimentación + Nutrición muy en sintonía con los colaboradores y activistas de Nyéléni, dadas las innegables relaciones entre salud y nutrición. En el trabajo de nuestro grupo se vincula la soberanía alimentaria, la agroecología, la justicia climática y el derecho a la alimentación con el derecho a la salud. Llevaremos el proceso de Nyéléni a los 3700 suscriptores del servidor de listas phm-exchange, no solo para informar a nuestros sectores de los avances, sino para recoger sus aportaciones para trabajar colectivamente hacia una Declaración de 2025. Ciertamente, estamos todos en marcha.

Lo mismo puede decirse de la labor de la WPHNA, una asociación profesional de nutricionistas de salud pública. Yo soy miembro de su comité ejecutivo (www.wphna.org). WPHNA adopta plenamente los Principios de Nyéléni. Contamos con unos 500 miembros en todo el mundo. También estamos sin duda alguna en marcha.


[1]   Para más información, Centro Ecoceanos.

[2]   Más información  aquí o envíe un correo electrónico a rwallace24@gmail.com y alexliebman@gmail.com