2002 Rome NGO/CSO Forum for Food Sovereignty
June 8 – 13, 2002
Soberanía alimentaria: un derecho para todos
Declaración política del Foro de las ONG/OSC para la Soberanía Alimentaria
El fracaso desde 1996 y la Nueva Declaración Oficial
Los movimientos sociales de los campesinos, pescadores, pastores, pueblos indígenas, ambientalistas, organizaciones de mujeres, sindicatos y ONGs reunidos aquí en Roma expresamos nuestra frustración colectiva y rechazo ante la Declaración oficial de la Cumbre Mundial de la Agricultura: cinco años después. Lejos de analizar y corregir los problemas que han hecho imposible progresar en los últimos cinco años para eliminar el hambre, este nuevo Plan de Acción combina el error de «más de la misma medicina» con las prescripciones destrucivas que hacen empeorar la situación.
El Plan de Acción de 1996 no ha fallado por falta de voluntad política y recursos, sino porque apoya políticas que nos llevan al hambre, que sostienen la liberalización económica del Sur y crean una homogeneidad cultural, protegidas por fuerzas militares en caso de fallar el primer grupo de acciones prescritas. Sólo políticas fundamentalmente diferentes, basadas en la dignidad y los modos de vida de las comunidades, pueden acabar con el hambre. Creemos y afirmamos que esto es posible y es urgente.
Desde 1996 los gobiernos e instituciones internacionales han presidido la globalización y la liberalización que han intensificado las causas estructurales del hambre y la malnutrción. Han forzado la apertura de los mercados al ‘dumping’ de productos agrarios, la privatización de los servicios sociales básicos y las instituciones de soporte económico, así como la privatización y la comercialización de las tierras públicas y comunales, del agua, de los bancos de pesca y de los bosques. Paralelamente testimoniamos el aumento brutal de la represión de los movimientos sociales que resisten al Nuevo Orden Mundial.
Este deseo político ha abierto también sus puertas a la desenfrenada monopolización y concentración de recursos y procesos productivos en manos de unas pocas multinacionales gigantes. La imposición de modelos de producción dependientes del exterior ha destruido el medio ambiente y las formas de vida de nuestras comunidades. Además ha creado una inseguridad alimentaria poniendo como objetivo las ganancias de productividad a corto plazo utilizando tecnologías dañinas como los OGMs. El resultado ha sido el desplazamiento de los pueblos y la migración masiva, la pérdida de empleos que pagan salarios vitales, la destrucción de la tierra y otros recursos de los que dependen los pueblos, un incremento en la polarización entre ricos y pobres al interior de, y entre el Norte y el Sur, un agravamiento de la pobreza alrededor del mundo y el aumento del hambre en la amplia mayoría de naciones.
No se progresará en el objetivo de eliminar el hambre sin invertir estas políticas y tendencias. Pero la actual declaración no ofrece esperanzas de tal cambio. Enfatiza la actual liberalización del comercio, que es la mayor fuerza que mina los medios de vida en todo el mundo, ha diluido el concepto del derecho humano a la alimentación, propone ajustes estructurales neoliberales más radicales en la óptica de los programas del HIPC, recomienda un mayor énfasis en la biotecnología y en la ingeniería genética, y fracasa en el apoyo de reforzar la producción de los pobres para los mercados locales o la redistribución radical del acceso a los recursos productivos, que es fundamental para un real cambio a mejor. En base a este plan de acción, sin un aumento de voluntad politíca o de los recursos no se llegará a obtener una mayor reducción del hambre o de la pobreza que subyace.
Soberanía Alimentaria: El Enfoque Fundamental.
En contraste con la propuesta de la Alianza Internacional contra el Hambre, que es «algo más de la misma medicina», nosotros contraponemos el concepto unificador de Soberanía Alimentaria como paraguas bajo el cual podemos definir las acciones estratégicas necesarias para eliminar realmente el hambre.
¿Qué es la Soberanía Alimentaria? La Soberanía Alimentaria es el DERECHO de los países y los pueblos a definir sus proprias políticas agrarias, de empleo, pesqueras, alimentarias y de tierra de forma que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas para ellos y sus circunstancias únicas. Esto incluye el verdadero derecho a la alimentación y a producir los alimentos, lo que significa que todos los pueblos tienen el derecho a una alimentación sana, nutritiva y culturalmente apropiada, y a la capacidad para mantenerse a sí mismos y a sus sociedades.
La Soberanía Alimentaria requiere:
• Dar prioridad a la producción de alimentos para mercados domésticos y locales, basados en explotaciones campesinas y familiares diversificadas y en sistemas de producción agroecológicos.
• Asegurar precios justos para los campesinos, lo que significa el poder para proteger los mercados interiores de las importaciones a bajo precio y dumping.
• Acceso a la tierra, al agua, a los bosques y a la pesca y otros recursos productivos a través de una redistribución genuina, no con las fuerzas del mercado y «reformas del mercado de la tierra», financiados por el Banco Mundial.
• Reconocimiento y promoción del papel de la mujer en la producción alimentaria y acceso equitativo y control de los recursos productivos.
• Control de la comunidad sobre los recursos productivos, en oposición a las corporaciones propietarias de tierras, agua y recursos genéticos y otros.
• Protección de las semillas base de la alimentación y de la vida misma para el libre intercambio y uso de los campesinos, lo que significa no patentar la vida y una moratoria sobre las culturas genéticamente modificadas que llevan a una contaminación de la diversidad genética esencial de plantas y animales.
• Inversión pública para fomentar la actividad productiva de familias y comunidades dirigidas a aumentar el poder, el control local y la producción alimentaria para los pueblos y los mercados locales.
Soberanía Alimentaria significa la primacía de los derechos de los pueblos y las comunidades a la alimentación y la producción de alimentos, sobre los intereses del comercio. Esto conlleva el fomento y la promoción de los mercados locales y de los productores más allá de la producción para la exportación y la importación de alimentos.
Para conseguir la Soberanía Alimentaria:
• Reforzaremos nuestros movimientos sociales y desarrollaremos las organizaciones de campesinos, mujeres, pueblos indígenas, trabajadores, pescadores y pobres urbanos en cada uno de nuestros países.
• Avanzaremos en la solidaridad y la cooperación regional e internacional y reforzaremos nuestras luchas comunes.
• Lucharemos por realizar reformas agrarias y pesqueras genuínas, reformas de pastos y bosques, y conseguiremos una redistribución comprensiva e integral de los recursos productivos en favor de los pobres y los sin tierra.
• Lucharemos por una garantía fuerte de los derechos de los trabajadores para organizar, contratar colectivamente, y tener unas condiciones de trabajo seguras y dignas y salarios suficientes.
• Lucharemos por un acceso equitativo de las mujeres a los recursos de producción y por el fin de las estructuras patriarcales en la agricultura y por los aspectos socio-económicos y culturales de la alimentación.
• Lucharemos por el derecho de los pueblos indígenas a su cultura, territorio y recursos productivos.
• Hacemos un llamamiento para poner fin a las políticas económicas neoliberales que han sido impuestas por el Banco Mundial, la OMC, el FMI y los países del Norte y otros acuerdos de libre comercio multilateral y regional, como FTAA y NEPAD.
• Solicitamos la salida de la agricultura de la OMC.
• Lucharemos para parar la ingeniería genética y las patentes sobre la vida y pedimos la prohibición inmediata del «terminator» y el uso de tecnologías similares que usan la restricción genética.
• Solicitamos el fin de la utilización de alimentos OGM como ayuda alimentaria.
• Pedimos el paro inmediato de las guerras en los pueblos y las tierras de todo el mundo y el fin de la ocupación ilegal de Palestina, el embargo de Cuba e Irak y el uso de los alimentos como instrumento de chantaje.
• Solicitamos el apoyo para el desarrollo y la diseminación de los sistemas de producción agroecológicos.
• Pedimos una Convención sobre Soberanía Alimentaria al fin de inscribir los principios de la Soberanía Alimentaria en la legislación internacional e instituir la Soberanía Alimentaria como cuadro político principal para dirigir la alimentación y la agricultura.
Finalmente las políticas uniformes como las emanadas por el Banco Mundial, OMC y FMI, deben ser reemplazadas por una visión con «un mundo donde quepan muchos mundos«, donde la fuerza y la dignidad humanas sean construidas a través de la solidaridad y el respeto de las diversidades, y donde todos los países y pueblos tengan el derecho a definir sus políticas.
A este fin, hemos decidido construir una consciencia social y nuestros movimientos para ganar la lucha contra la OMC en Cancún en septiembre 2003.
Gracias.