Cuadros

Cuadro 1

Explicación de la histórica lucha agraria en India

Los Comités del Mercado de Productos Agrícolas (APMC por sus siglas en inglés) de la India ofrecen a los agricultores un espacio regulado para comerciar de modo colectivo con sus productos, protegidos de la volatilidad del mercado. El precio mínimo de apoyo (MSP por sus siglas en inglés) es otra política que proporciona una remuneración mínima a los agricultores, garantizando que puedan recuperar los costes de cultivo y obtener beneficios.

Sin embargo, en 2020, el gobierno indio aprobó sin consultar tres leyes que desataron las protestas de los agricultores de todo el país. La primera ley permitía a entidades privadas crear mercados privados desregulados, que hizo temer a los agricultores  que acabaría con el sistema APMC y su poder de negociación colectiva. La segunda ley permitía la agricultura por contrato, lo que suscitó preocupación por la concentración empresarial en la agricultura y las disputas por la tierra. La tercera ley eliminaba la imposición de límites de almacenamiento o de existencias y otros mecanismos reguladores de los productos agrícolas. Los agricultores alegaron que estas leyes impulsaban una privatización masiva del sistema agrícola indio sin que existiera ninguna salvaguarda legal para el MSP.

Los agricultores de todo el país se movilizaron contra estas leyes y, tras 15 meses de protestas, el Gobierno indio derogó las tres polémicas leyes en 2021, cediendo a la presión pública. Sin embargo, según informes, más de 750 agricultores perdieron la vida durante la lucha. Aunque el funcionamiento de los mercados APMC debe mejorar, la lucha de los agricultores pone de relieve la necesidad de consultar con las partes interesadas antes de adoptar leyes y la importancia de proteger el poder de negociación colectiva de los agricultores y los MSP en el sector agrícola indio.

Cuadro 2

Hoja de ruta del proceso de Nyéléni

Tras un año de intercambios y debates entre los miembros de la CIP, ya hemos iniciado el proceso para establecer alianzas con otros sectores. Durante el próximo año y medio, el proceso Nyéléni entrará en su fase principal.

Actualmente (junio de 2023) se está celebrando en Roma la primera reunión de balance del Comité Directivo Internacional de Nyéléni. Durante esta reunión pretendemos crear una base sólida para una coordinación dinámica con aquellos sectores que no forman parte del CIP.

El Comité Directivo servirá entonces para preparar directrices para llevar a cabo seis reuniones regionales (América Latina, Asia y el Pacífico, América del Norte, África, Europa, y África del Norte y Oriente Medio) que tendrán lugar entre septiembre de 2023 y septiembre de 2024. Estos foros regionales contarán con la participación de diferentes actores de distintos sectores para recabar una perspectiva regional integral.

Durante la fase final, el Foro Mundial Nyéléni se basará en los resultados de las consultas regionales para llevar a cabo debates pluri-regionales y multitemáticos y preparar un análisis y propuestas finales. Al mismo tiempo, el foro tratará de alcanzar otros objetivos, como (re)dinamizar y fortalecer el movimiento por la soberanía alimentaria, fomentar la solidaridad entre actores y sectores, crear el impulso necesario para que se escuchen las voces de las organizaciones de base y de la gente, y dar una dirección común a los movimientos sociales para los próximos años.

El principal objetivo del proceso Nyéléni no es el Foro en sí, sino la puesta en práctica de las decisiones tomadas y las directrices adoptadas a lo largo del proceso.

Cuadro 3

Poder, violencia y sistemas alimentarios: Reflexiones de Michael Fakhri, Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación

«El derecho a la alimentación consiste en celebrar la vida a través de la comida en comunión con los demás». Esta fue la definición práctica del derecho a la alimentación que dio Michael Fakhri, Relator Especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, durante un discurso pronunciado en el Palacio de la Paz de La Haya en abril[1].  Fakhri explicó que se sintió inspirado para convertirse en Relator Especial por el movimiento mundial de soberanía alimentaria, que otorga poder al derecho a la alimentación. Se trata de un poder construido sobre relaciones recíprocas, en contraposición con el poder de los ricos, que se construye actuando como «guardianes de las necesidades vitales».

Destacó cuatro formas de violencia en nuestros sistemas alimentarios a las que es necesario hacer frente para promover el derecho a la alimentación: 1) La discriminación como resultado de negar a las personas su derecho a la alimentación por su posición de clase u otros marcadores de identidad; 2) El daño físico que se inflige a las personas como resultado de los conflictos armados u otras formas de dominación y sumisión; 3) La violencia ecológica ejercida por el sistema alimentario industrial tanto sobre el clima como sobre la naturaleza; 4) La eliminación de las personas mediante el vaciado de los paisajes para dar paso a la extracción de recursos y la acumulación de capital.

Estas cuatro formas de violencia en los sistemas alimentarios plantean un reto importante al movimiento por la soberanía alimentaria y a otros movimientos. Ilustran la urgencia de construir contrapoder a través de procesos de convergencia y creación de alianzas que constituyen el núcleo del encuentro mundial de Nyéléni. Se ha demostrado que aprovechar el poder del movimiento mundial por la soberanía alimentaria es eficaz, ya sea en la negociación de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Campesinos, o para desenmascarar la farsa corporativa de la Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios. Considerando que como afirmó Fakhr, el hambre y la malnutrición son siempre un problema político, no una consecuencia de la escasez, hay mucho por lo que luchar.


[1] La grabación en vídeo de la conferencia está disponible aquí.