Boletín núm. 22 – Editorial

Nutrición y soberanía alimentaria

Ilustración: Alapinta crew in Paris

Esta edición del boletín Nyéléni se centra en la nutrición como elemento fundamental del derecho humano a una alimentación y nutrición adecuadas, en el marco de la soberanía alimentaria. Pone en primer plano la fragmentación artificial de los alimentos y la nutrición, así como los intentos del sector privado de acaparar los espacios de desarrollo de políticas en materia de nutrición. Sus autores describen el impacto que ejerce todo esto sobre la nutrición de las personas y las iniciativas que están llevando a cabo las comunidades como medidas de resistencia y para construir sistemas alimentarios alternativos.

La nutrición humana hace referencia a la interacción entre los alimentos y el cuerpo humano, así como a la salud y al bienestar resultantes para la persona. Las mejores fuentes de nutrición continúan siendo la lactancia materna y los alimentos tradicionales, ricos y diversificados, que han desarrollado las distintas culturas a lo largo de la historia. La nutrición es sólo una de las dimensiones de la alimentación vinculada a la salud humana. El mejor modo de garantizar una nutrición adecuada es mediante dietas equilibradas, seguras y diversificadas, basadas en productos frescos locales, de producción agroecológica, y preparadas de acuerdo con las prácticas culturales. La nutrición no puede entenderse como algo ajeno a los alimentos, los modelos productivos, los sistemas alimentarios o las prácticas alimentarias.

La malnutrición en todas sus formas, incluida la obesidad, es el resultado de la pobreza, del hambre, de la carencia y la monotonía en las dietas, así como del consumo de productos ultraprocesados. La intervenciones puntuales en la nutrición pueden resultar fundamentales a la hora de revertir casos extremos y prevenir la malnutrición; sin embargo, los suplementos alimenticios o intervenciones similares no pueden sustituir el acceso regular a una dieta adecuada, sana y compuesta de productos locales, que permita controlar los recursos productivos y garantice unos sueldos adecuados, protección social, no discriminación, fomento de los derechos de las mujeres y sistemas alimentarios basados en los principios de la agroecología y la soberanía alimentaria.

Flavio Luiz Schiek Valente, FIAN International