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Destacados 1

Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales

Introducción
Los campesinos y las personas viviendo en áreas rurales, como los pescadores a pequeña escala, pastores y trabajadores rurales, todavía representan casi la mitad de la población mundial. La gran mayoría de ellos tiene que hacer frente a violaciones masivas y sistemáticas de sus derechos: sufren desproporcionadamente hambre y malnutrición, cada vez se les desposee más de sus tierras, de las extensiones de agua, de las industrias pesqueras, de los bosques, de las semillas, y se les aliena de sus recursos de supervivencia. No pueden mantener y desarrollar sus economías locales y ganar un sueldo que les permita vivir con dignidad. A menudo se les detiene, acosa y criminaliza arbitrariamente, e incluso se les mata por defender sus derechos. Además, las mujeres rurales, quellevan a cabo una cantidad desproporcionada de trabajo no retribuido, a menudo se ven discriminadas a la hora de acceder a los recursos naturales y productivos, a los servicios financieros, a la información, al empleo y a la protección social, y todavía se enfrentan a la violencia que se encarna de numerosas maneras.

El movimiento campesino internacional La Via Campesina (LVC) aboga por el reconocimiento de los derechos de los campesinos dentro del sistema internacional de derechos humanos desde 2001. Tras ocho años de debate interno, LVC presentó en 2009 su propia declaración sobre los derechos de los campesinos – mujeres y hombres– en la que expresaba sucintamente sus aspiraciones y reivindicaciones. Poco después, en 2010, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas pidió a su Comité Asesor que elaborase un estudio sobre las maneras y medios para promover los derechos de los campesinos y otras personas trabajando en zonas rurales [Informe definitivo del Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos (sobre la promoción de los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales), UN doc. A/HRC/19/75, 24 de febrero de 2012.]. El estudio recomienda «(a) implementar mejor las normas internacionales existentes, (b) abordar los vacíos en la normativa en derecho internacional humanitario, y (c) elaborar un instrumento legal sobre los derechos de las personas que trabajan en zonas rurales» (Párrafo 63). En septiembre de 2012, el Consejo de Derechos Humanos aprobó una resolución que establecía un grupo de trabajo intergubernamental con el mandato de elaborar el borrador de una Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y de otras personas trabajando en zonas rurales.


La importancia de la declaración

El anterior Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, declaró que hay «cuatro razones principales para adoptar un nuevo instrumento internacional para los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en áreas rurales: se necesita en derecho internacional; mejorará la lucha contra el hambre; es una manera de proteger las explotaciones agrícolas familiares de pequeña escala frente a las grandes explotaciones agro-industriales; y aumentará el acceso a los medios de producción en zonas rurales».También subrayó que «la adopción de una declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas trabajando en zonas rurales aumentará la visibilidad de los derechos que ya reconoce actualmente el derecho internacional, y ayudará a reconocer nuevos derechos, como los derechos a la tierra, a las semillas y a la compensación por las pérdidas debidas a los subsidios alimentarios que se da a los agricultores en otros países».

Movilización en favor de los derechos de los campesinos, pescadores artesanales, pastores y otros habitantes de las zonas rurales.
En países como Indonesia o Colombia, los campesinos han sufrido históricamente una profunda y arraigada discriminación y omnipresente violencia. El llamamiento para que se reconozcan los derechos de los campesinos ha podido captar la atención de la gente sobre el terreno en estos países y ha sido vital para ayudarles a hacer valer sus derechos. También ha fortalecido su capacidad de organización y movilización al igual que sus iniciativas a favor de políticas y leyes que protegen y promueven sus derechos. En años recientes se han adoptado en Indonesia varias leyes y políticas que tratan específicamente la situación de los campesinos.. Las movilizaciones y demandas de los campesinos y habitantes rurales han estado en primer plano en Colombia después de décadas de desastroso abandono.

El camino a seguir
El grupo de trabajo intergubernamental que está elaborando el proyecto de declaración mantuvo su cuarta Sesión en mayo de 2017 [Ver la declaración conjunta de La Vía Campesina con el World Forum of Fisher People, el Internacional Indian Treaty Council, la Internacional Union of Food Workers y otras organizaciones de la sociedad civil sobre los resultados de la sesión]. Aparte de la importancia de contar con una declaración de Naciones Unidas que afirma los derechos de los campesinos y otros habitantes rurales, el proceso de redacción posee el potencial intrínseco de convertirse en un vehículo para:
• Profundizar el diálogo y la alianza entre distintos sectores y grupos de personas rurales; y
• Sensibilizar y contribuir a capacitar y a generar movimiento.
El reconocimiento de los derechos de la población rural va más allá del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Puede demandarse a otros organismos de Naciones Unidas y de modo más importante a las autoridades locales, nacionales y regionales. Es tarea de todos los individuos, grupos y organizaciones unirse a esta lucha a sus propias creativas maneras.

Destacados 2

El derecho a resistir

Treinta y cinco agricultores filipinos, entre ellos 10 mujeres, -se arriesgan a una pena de prisión como consecuencia de 19 denuncias por robo interpuestas contra ellos en 2016 por propietarios de una gran finca cocotera. La finca cocotera es un foco de tensión agraria para la distribución de la tierra dentro del programa Filipino de reforma agraria. Ahora los agricultores tienen que recaudar más de 22.000 dólares USA de fianza para conseguir la libertad condicional. La pobreza y un reciente tifón que destruyó sus cultivos, les impiden conseguir esa suma, lo que ha llevado a muchos de ellos a esconderse, con el consiguiente abandono escolar de sus niños el curso próximo. La criminalización es uno de los medios utilizados por los propietarios de tierras y los intereses empresariales para acosar a los campesinos sin tierra y las comunidades rurales, y utilizando el sistema jurídico para oponerse a las reformas agrarias que amenazan sus monopolios de control y propiedad de las tierras. Casos similares pueden observarse en otros países del sur, donde las instituciones y estructuras de la Justicia se están convirtiendo en instrumentos de represión, y los procedimientos judiciales están manipulados por los que poseen en poder económico y político.

La violencia que acompaña a las luchas de los pueblos en favor de la soberanía alimentaria se ha convertido en algo tremendamente frecuente en todo el mundo. Esta adopta la forma de amenazas, , intimidación, fuerza física y abuso de poder por parte de las agencies del Estado, las élites y los actores no estatales. Desde Camboya a Brasil, las comunidades rurales que defienden sus tierras, agua, bosques, recursos, modos de vida y sus derechos están cada vez más en peligro de sufrir violencia por parte de extractivistas y políticas/proyectos destructivos, a menudo en el nombre del «desarrollo». Las mujeres, los jóvenes y los niños son especialmente vulnerables. La incapacidad sistemática de llevar a los autores de violaciones de los derechos humanos ante la justicia profundiza la cultura de impunidad y constituye una negación de los derechos de las víctimas a la justicia y la reparación.

Aunque la violencia, el abuso de poder y la impunidad no sean nada nuevo en la mayor parte del mundo rural, la violación de los derechos de los pueblos y la criminalización de quienes los defienden han crecido a niveles alarmantes en las últimas décadas [Ver el Boletín Nyeleni núm. 14 Derechos y Represión y el volumen III núm. 4 de la Newsletter de agosto de 2016]. Esto puede atribuirse al potente nexo entre los intereses políticos y empresariales, leyes represivas y un modelo de desarrollo que criminaliza a los que se oponen al acaparamiento de tierras, la deforestación, la minería, los embalses, y las injusticias socioeconómicas. Las comunidades locales y los movimientos de los pueblos que están poniendo en práctica y construyendo la soberanía alimentaria son blancos de primer orden, puesto que la soberanía alimentaria desafía directamente las narrativas de crecimiento económico y desarrollo que se basan en inversiones a gran escala, agricultura y sistemas alimentarios industriales, privatización y extractivismo. Un modo práctico y eficaz de menoscabar la soberanía alimentaria es neutralizar a los que la defienden. La violencia legal y física se han convertido en las armas favoritas para silenciar la disidencia y la oposición por parte de empresas, élites y de muchos gobiernos, impidiendo con ello que las personas puedan imaginar otros mundos diferentes del paradigma económico dominante.

No obstante, las comunidades y los movimientos populares en todo el mundo se están organizando para acabar con la criminalización de los pequeños productores de alimentos y con al impunidad de los principales responsables en el sector público y empresarial, incluso en países donde los espacios para una genuina democracia están retrocediendo o son inexistentes, como por ejemplo India, Pakistán, Filipinas, Camboya, Tailandia, Ecuador, Brasil, etc. Estas luchas persiguen defender la dignidad humana y la naturaleza, proteger los derechos y libertades fundamentales, y conseguir que las instituciones, estructuras, y los que ostentan el poder, rindan cuentas. El compromiso inquebrantable de los movimientos populares de defender la soberanía alimentaria pone de manifiesto la importancia de fortalecer y defender alternativas al neoliberalismo y al poder de las grandes empresas, así como de articular el bienestar y el progreso desde las perspectivas de aquellos que han sido víctimas de las diversas formas de injusticia, especialmente las mujeres.

Voces desde el campo

Voces desde el campo 1

Reforzar el papel de las mujeres pescadoras

Rehema Bavumu y Margaret Nakato, del Foro Mundial de Pescadores y de Trabajadores de la Pesca (WFF) y de la Fundación para el Desarrollo de la Mujer de Katosi, Uganda

Entender la pesca únicamente como la actividad de unos hombres yendo a los lagos con barcas, ignora el enorme trabajo hecho por las mujeres en la elaboración, la distribución y la comercialización del pescado. Las responsabilidades para el suministro de comida a los hogares de los pescadores dependen en mucho mayor grado de las mujeres. Ellas tienen que asegurar el abastecimiento de pescado para el consumo doméstico, mientras que los hombres están más bien motivados en pescar para el mercado a fin de reembolsar el crédito de los suministros de pesca y asegurarse un medio de subsistencia. Las mujeres tienen que complementar las necesidades alimentarias con la agricultura además de gestionar los numerosos comedores para alimentar a las comunidades pescadores nómadas. Mientras que los hombres se establecen en los lugares de desembarque, cambiando a menudo de localización según las posibilidades de venta, las mujeres se instalan en sitios de desembarque determinados y se encargan de todas las responsabilidades del hogar.

Desgraciadamente, uno de los desafíos son los conflictos por la tierra y el agua en las comunidades pesqueras que conducen a la pérdida de acceso a las zonas de pesca, así como nuevos propietarios que extienden sus propiedades hacia el lago, restringiendo así el acceso de esas zonas a los pescadores. Como consecuencia, las mujeres pierden el terreno para elaborar el pescado, lo que lleva a pérdidas posteriores de pesca, además disminuye la cantidad de pescado disponible para las comunidades, tanto para la venta como para el consumo. La vida familiar se ve directamente afectada ya que estas tienen que separarse cuando los hombres están arrestados por haber traspasado zonas de pesca prohibidas. La carga de rescatarlos depende de las mujeres.

Posteriormente, la Fundación para el Desarrollo de la Mujer de Katosi (KWDT) empleó a mujeres en los conflictos por los terrenos para asegurarse de su inclusión en los grupos locales de presión para que puedan entender y participar activamente en la lucha contra los desalojos. También se apoya a las mujeres en la adquisición de conocimientos y capacidades necesarias para mejorar su subsistencia, enseñando tecnologías de elaboración de pescado, desarrollando estrategias de comercialización, explicando el acceso a los créditos y trabajando en grupos para abordar las normas sociales y culturales que impiden la autonomía de las mujeres.

Para impulsar un cambio significativo y durable y transformar las vidas, las mujeres tienen que estar involucradas en el desarrollo de iniciativas en las comunidades pesqueras. Sus grandes esfuerzos no solo tienen que estar reconocidos, sino también potenciados.

Voces desde el campo 2

El caso de El Molo

Christiana Saiti Louwa, El Molo Forum y Thibault Josse, Mafifundise – Kenia

El Molo es una comunidad de pesca tradicional que vive alrededor del Lago Turkana en Kenia del Note cerca de la frontera Kenia-Etiopía.
Para El Molo la pesca es la vida, son prácticas culturales, bienestar espiritual y la principal fuente de subsistencia. El Molo practica métodos de pesca tradicionales, tales como redes, anzuelos, arponeo y pesca de canasta. El conocimiento indígena pesquero ha sido preservado y transmitido, a través de la tradición oral y de prácticas, de generación en generación. La pesquería es manejada por los ancianos de la comunidad, aplicando la pesca rotatoria y migratoria. El clima, el viento, la luna y las olas le dicen al El Molo dónde, qué y cómo atrapar peces.

Las políticas de pesca en Kenia fueron formuladas principalmente para la pesca marina, sin la participación ni el involucramiento de pescadores, comunidades pesqueras ni sus organizaciones, fallando por lo tanto en reconocer los derechos, intereses y saber tradicional,tampoco las costumbres para el manejo de la pesca. Luego, la pesca en aguas interiores, simplemente se agregó sin ninguna implicancia sustancial. Además, cuando esa política fue revisada en 2016, la palabra «inland»(«aguas continentales») solo se agregó en forma cosmética en todo el texto. La norma, por ejemplo, aborda la conservación y manejo de zonas de cría en el Lago Navisha, pero el gobierno promueve a la vez el turismo y la industrialización alrededor de los lagos.

Regularmente surgen conflictos entre el gobierno y comunidades pesqueras cuya causa es la falta de focalizar la pesca artesanal en las políticas. Esto, sin embargo, está comenzando a cambiar ahora tras un sostenido apoyo y lobby de parte de pescadores a pequeña escala. Los representantes de El Molo están ahora usando Guías de Pesca a Pequeña Escala (ver box 2) y la Constitución de Keniana para propiciar políticas que verdaderamente reconozcan el manejo tradicional de la pesca.

Voces desde el campo 3

Lucha por tierras tradicionales y consuetudinarias

Herman Kumare, National Fisheries Solidarity Movement (NAFSO) miembro de WFFP, Sri Lanka

«Esta es la tierra donde vivimos, esta es la tierra donde moriremos.»
Miembro de la Comunidad de Lahugala

El 17 de julio de 2010, los pueblos de Paanama de 5aldeas en Lahugala, secretaría divisional en el Distrito de Ampara, fueron desalojados a la fuerza de sus 1200 acre de tierras costeras y lagunas por personas enmascaradas no identificadas, quienes estaban equipadas con ametralladoras. En aldeas cercanas, alrededor de 365 acres de tierra fueron tomados por la Fuerza Aérea y demarcados con un cerco electrificado, mientras que otros 860 acres adicionales de tierra de otras 3 aldeas cercanas fueron capturados por la Marina y también cercados. Luego, los aldeanos fueron testigos del desarrollo de un emprendimiento turístico «PaanamaLagoonCabana» en la tierra que se les quitó. El complejo turístico es administrado por la Marina quienes también embolsan las ganancias. La tierra tomada por la Fuerza Aérea y la Marina estaban conectadas con el LahugalaNationalSanctuary (Santuario Nacional Lahugala) que es un santuario de elefantes, como también es una zona de conservación de bosques. Además la Marina ha restringido y hasta prohibido actividades pesqueras durante el día y en algunos lugares también de noche. El desplazamiento forzado de los Paanamaafectó el sustento de 350 familias que dependen del cultivo del arroz, la pesca y la práctica de una agricultura tradicional conocida como cultivo de Chena.

Los aldeanos perdieron la totalidad de sus ingresos y se cortó su línea de vida. Para hacer campaña contra estos acaparamientos de tierras y demandar el cumplimiento de sus derechos humanos, el pueblo de Paanama estableció la Organización para la Protección de PaanamaPaththu (OPPP) para lo cual el Movimiento Nacional Solidario de Pesca (NAFSO) facilitó la formación del mismo. El 11 de febrero de 2015, el Pueblo de Paanama fue testigo de la primera victoria en la historia de su lucha, los ministros (TheCabinet) emitieron una orden para liberar 340 de los 365 acres de tierra tomada por la Fuerza Aérea. Sin embargo, la decisión no fue ejecutada por las autoridades locales aún tras 13 meses, lo que elevó la ansiedad en la comunidad de Paanama, quienes entonces decidieron ocupar su propia tierra aún sin tener respaldo legal. A la fecha 35 familias han vuelto a ocupar sus tierras por la fuerza desde el 26 de marzo de 2016 y comenzaron a cultivarla.
El desplazamiento forzado del Pueblo Paanama por parte de la Fuerza Aérea y la Marina, los han desposeído de sus tierras tradicionales y de costumbre bajo el pretexto de fines públicos. Sin embargo, la construcción de la Base de la Fuerza Aérea y los hoteles no pueden ser considerados fines públicos. Además, acciones del presente y pasado han confirmado que el acaparamiento de tierras costeras de Paanama está bien organizado y apoyado por oficiales del gobierno y los desalojos forzosos tuvieron lugar con el conocimiento del Secretario Divisional, la Policía, la SpecialTaskForce (Fuerza de Tareas Especial), la Marina y la Fuerza Aérea.

Hoy el OPPP continúa luchando por su tierra perdida lanzando campañas de apoyo y lobby y tomando acciones legales. Se emprenden acciones específicas tales como determinar y afianzar documentos de propiedad de tierras y también expandir la base de partidarios dentro de Sri Lanka e internacionalmente.

Nota: 1 acre es equivalente a 0,404686, o sea menos de media ha.

Cuadros

Cuadro 1

La Conferencia sobre los Océanos de la ONU, ¿conferencia de quién?

Entre el 5 y el 9 de junio de 2017, los gobiernos de Fiji y Suecia fueron anfitriones de la Conferencia sobre los Océanos de la ONU en su sede central de Nueva York. Su objetivo era apoyar la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 14, dedicada a la conservación y el uso responsable de los océanos, mares y recursos marinos para el desarrollo sostenible.

Casi en cualquiera de los aspectos que nos paremos a mirar, se ha presentado los resultados como un gran éxito y, si te atreves a cuestionarlo, más vale que estés dispuesto a enfrentarte con la hegemonía. Empecemos a prepararnos.

Delante de la conferencia, el WFF y el WFFP explicaron la falta de intervención democrática en el proceso de creación de los ODS, y concluyeron que “el proceso de redacción, en el mejor de los casos, ha dejado a los movimientos de pescadores [WFFP and WFF]… al margen de la participación, mientras que se ofrecía un importante espacio de influencia al sector empresarial y a las grandes ONGs para informar de los objetivos a lo largo del proceso” (más sobre la declaración en el Cuadro 3). Por tanto, no es sorprendente que el compromiso con los derechos humanos haya estado especialmente ausente en el ODS14, mientras se hacía especial énfasis en la necesidad de más ciencias naturales, tecnología marina, desarrollo macroeconómico y Áreas de Protección Marina.

Por tanto, ¿qué clase de “punto de inflexión” ha sido esta conferencia, como sostenía el Secretario de Asuntos Sociales y Económicos de la ONU, Wu Hongbo? ¿Ha significado un cambio fundamental en la forma en que las élites económicas y políticas gobiernan y controlan los recursos oceánicos? ¿O ha sido una oportunidad para cambiar de marcha y hacer más de lo mismo pero con una determinación más acelerada?

Si atendemos a los dos resultados principales oficiales de la conferencia (la Llamamiento a la Acción[1] y los 1372 Compromisos Voluntarios[2]), encontramos una respuesta muy precisa.

La Llamada contiene en sí misma otras 22 llamadas específicas de las cuales una sola apunta específicamente a las pesqueras de pequeña escala: “(o) Fortalecer la construcción de capacidades y el asesoramiento técnico proporcionado a pescadores artesanales y de pequeña escala para el desarrollar de los países, permitir y apoyar su acceso a los recursos marinos y mercados…”. Sin embargo, no se indica en ningún momento cómo conseguirlo y la selección de palabras deja el campo abierto a cualquier interpretación. Como explicó en otra parte el WFFP[3], esto supone una puerta abierta a la privatización de las pesqueras y el desahucio de las comunidades pesqueras de pequeña escala. Además, esta llamada específica sólo se aplica a países en vías de desarrollo, cosa especialmente problemática considerando que las pequeñas comunidades pesqueras se enfrentan con las mismas amenazas en todo el mundo. La Llamada a la Acción será sometida a aprobación en la sesión 71 de la Asamblea General de la ONU.

En los ni más ni menos que 1372 Compromisos Voluntarios alcanzados sobre todo por gobiernos, empresas y organizaciones conservacionistas internacionales, 240 afirman apuntar al ODS14b: “Ofrecer acceso a los pesadores artesanales de pequeña escala a recursos y mercados marinos”. Aunque estos compromisos se dirigieran en la práctica al 14b, es importante fijarse en cómo. Cabe resaltar que sólo un puñado de ellas tratan de las Directrices Internacionales para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala, el instrumento internacional más accesible de de lejos para las pesqueras de pequeña escala respaldado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en el 2014.

Las retransmisiones y el informe oficial[4] de la conferencia aclaran un poco más la respuesta. En ellos, se hace especial énfasis en las Áreas de Protección Marina, la Economía Azul y la Ordenación del Territorio Marino, por mencionar algunos de los temas claves, todo lo contrario de lo que ocurre con las Directrices PPE y una aproximación a las pesqueras de pequeña escala basada en los Derechos Humanos. Para algunos, esto podría parecer chocante. Para otros, es lo que cabía esperar. Pero podríamos llegar a la conclusión de que los Jefes de Estado y Gobierno y los Representantes de Alto Nivel han acordado otra Llamada a la Acción y han abierto las puertas largo y tendido a actores no concernientes para informar y proveer financiación a los Compromisos Voluntarios que se pretenden implementar con el ODS14.

Así que quizás Wu Hongbo tenía toda la razón cuando decía que la conferencia sería un “punto de inflexión”. El proceso de implementación del ODS14, a través de una vaga llamada a la acción y compromisos voluntarios, se ha entregado a actores no estatales con suficiente capital y recursos humanos. Esta transmisión de soberanía de los cuerpos de las Naciones Unidas a empresas transnacionales empezó hace casi 20 años, pero el ODS sobre Océanos abre un nuevo capítulo en la captura empresarial de la gobernanza de los océanos sin precedentes.

Por esta razón, FMPP y FMPTP lanzaron una Declaración de los ODS y la Conferencia sobre los Océanos de la ONU para exponer el escenario tendencioso que reinó en la Conferencia. Más abajo puedes leer el camino que están emprendiendo sus luchas.

Cuadro 2

Implementación de las directrices internacionales para pesqueras de pequeña escala

Con la adopción de las Directrices para Pesqueras de Pequeña Escala (de aquí en adelante, Directrices PPE) del Comité de Pesqueras de la FAO, se ha reconocido po primera vez la importancia y la contribución de los pescadores de pequeña escala al sustento y la seguridad alimentaria, especialmente en algunas de las comunidades más remotas y pobres del mundo. Las Directrices PPE, basándose en las normas de derechos humanos internacionales, tienen unos propósitos globales y una cobertura holística, además de aplicar las pesqueras de pequeña escala a todos los contextos, poniendo el foco especialmente en las necesidades de las comunidades pesqueras de pequeña escala en países en desarrollo.

Los pescadores de pequeña escala no sólo han contribuido al borrador y al proceso de negociación de las Directrices, sino que también están teniendo un papel clave en encabezar la toma de conciencia y la implementación de estas Directrices. En los últimos 16 meses, los grupos de pescadores pertenecientes a los dos foros internacionales, el Foro Mundial de Pueblos Pescadores (FMPP) y el Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores de la Pesca (FMPTP), con el apoyo del Colectivo Internacional de Apoyo al Pescador Artesanal (CIAPA/ICSF), el Transnational Institute (TNI) y el Centro Internazionale Crocevia organizaron 8 talles a nivel nacional y 3 a nivel subregional sobre las Directrices PPE y su implementación. Una de las cuestiones clave fue la sensibilización entre las organizaciones, pescadores de pequeña escala y artesanales y sus comunidades sobre acciones a nivel subregional, nacional y local así como el desarrollo de sus capacidades para aplicar las Directrices PPE en países piloto. De forma similar, el Grupo de Trabajo de Pesqueras del Comité Internacional de Planificación por la Soberanía Alimentaria (CIP) ha trabajado en convertir las Directrices PPE en una herramienta potente para los pescadores de pequeña escala. Las han resumido, simplificado y traducido a varios idiomas como el khmer, vietnamita laosiano, urdu, sindhi y kiswahili (swahili). También se han producido muchos materiales audiovisuales e infografías. Además, con la intención de resaltar la importancia del género en el sector, se encargó a CIAPA el desarrollo de una Guía de Implementación de Género que incluía la participación de la sociedad civil y movimientos sociales.

Las Directrices PPE suponen un hito para millones de mujeres y hombres pescadores que trabajan en el sector a pequeña escala. Tanto las organizaciones de la sociedad civil como los gobiernos deberían implementar las Directrices PPE y contribuir a una puesta en marcha progresiva del derecho a una alimentación adecuada. Un ejemplo positivo es Tanzania. Tomando conciencia de la importancia del sector, el Gobierno de Tanzania se ha comprometido a utilizar las Directrices PPE como una herramienta para luchar contra el hambre y erradicar la pobreza, y se ha comprometido a incluir las Directrices PPE en el marco normativo nacional.

Cuadro 3

Declaración del WFF y WFFP sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Conferencia sobre los Océanos de la ONU[5]

[…] Nuestra solución:

“Extendemos nuestro apoyo a la Organización de las Naciones Unidas, el cual se fundamenta en los valores que forman la base de la Carta de las Naciones Unidas: paz, justicia, respeto, derechos humanos, tolerancia   y   solidaridad.   Para   sustentar   esos   valores,   cada   país debería   sacar   más   provecho   de   sus   parlamentos,   los   gobiernos regionales, la sociedad civil y el poder ejecutivo de sus respectivos gobiernos para apoyar la gobernanza democrática a nivel nacional, sobre la que se fundó la ONU. Las Directrices Internacionales Para Garantizar la Pesca Sostenible En Pequeña   Escala   en   el   contexto   de   la   seguridad   alimentaria   y   la erradicación de la pobreza (Directrices PPE 15 ), fueron aprobadas por el Comité de Pesca de la FAO en 2014. Estas Directrices PPE son el resultado   de  un  proceso  de  desarrollo   participativo  y  ascendente facilitado por la FAO que incluye a más 4,000 representantes de gobiernos, comunidades de pescadores en pequeña escala, el Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores de la Pesca (WWF, por sus siglas en inglés) y el Foro Mundial de Pueblos Pescadores (WFFP, por sus siglas en inglés) y otros actores de 120 países. Su desarrollo se asemeja al proceso legítimo y democrático liderado por cada país miembro que se encuentra expuesto en la Carta de la ONU, y las directrices   se   fundamentan   en   los   principios   de   justicia,   respeto,  derechos humanos, tolerancia y solidaridad y en los estándares y principios de los derechos humanos internacionales en el seno de la ONU. Expresamos nuestro reconocimiento y apreciación a la FAO por su hábil administración del proceso de desarrollo de las Directrices PPE.

En su 32ª sesión en julio de 2016, el Comité de Pesca (COFI, por sus siglas   en   inglés)   de   la   FAO   adoptó   por   unanimidad   el  Marco Estratégico Mundial (MEM) para facilitar la implementación de las Directrices PPE. El MEM tiene por cometido facilitar la interacción entre   los   gobiernos   y   la   sociedad   civil,   al   igual   que   apoyar   la implementación   de   las   Directrices   PPE   a   todos   los   niveles promoviendo una  visión  común  y un enfoque de implementación basado en los principios de las propias directrices PPE. Seguimos comprometidos en trabajar junto con la FAO para seguir desarrollando el MEM, el cual nos permitirá potenciar los principios clave de las Directrices PPE, con especial énfasis en un enfoque basado   en   los   derechos   humanos   que   se   dirija   a   las   industrias pesqueras a pequeña escala; al reconocimiento y a la protección de los derechos de tenencia de las comunidades pesqueras a pequeña escala; a los derechos de las comunidades pesqueras a pequeña escala en mantener el control y la gestión de la cadena de valor incluyendo tanto la comercialización local como la regional; y que promueva   la   participación   activa   y   efectiva   de   los   actores   de   la industria pesquera a pequeña escala en la implementación de las Directrices   PPE,   en   particular   en   las   comunidades   pesqueras   a pequeña escala, incluyendo mujeres, jóvenes y pueblos indígenas.

Nosotros,   representantes   de   cerca   de   20   millones   de   Pescadores alrededor del mundo, vamos a continuar con nuestra cooperación constructiva junto con los gobiernos nacionales y la FAO en nuestro afán de implementar las Directrices PPE y desarrollar aún más el MEM. Instamos a los estados miembros de la ONU a trabajar con nosotros para garantizar de forma progresiva nuestro derecho a una alimentación adecuada y a otros derechos vinculados a este, al igual que a la protección del medioambiente. Mediante el desarrollo del MEM   y   la   implementación   de   las   Directrices   PPE,   es   possible conseguirlo.”


[1] http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/RES/71/312&Lang=S

[2] https://oceanconference.un.org/commitments/

[3] https://www.tni.org/files/article-downloads/human_rights_versus_property_rights_implementation_of_the_ssf_guidelines_es.pdf

[4] http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/CONF.230/14&referer=/english/&Lang=S

[5]  4 de junio de 2017, este es un extracto de la declaración del WFF y del WFFP. Documento completo.

Destacados

Los océanos, la pesca artesanal y el derecho a la alimentación: la resistencia al acaparamiento de océanos

Desde la crisis económica de 2007/8, el mundo académico, las ONG y los movimientos sociales han alertado del surgimiento de una nueva forma de acaparamiento de tierras. Para responder a lo que se ha denominado «convergencia de las crisis» (financiera, alimentaria, climática y energética), las estrategias de acumulación de capital se han ido centrando cada vez más en conseguir el control sobre el uso y los beneficios de los recursos naturales [McMichael, P. 2012. The land grab and corporate food regime restructuing. The
Journal of Peasant Studies. 39 (3-4), 681-701]. En este proceso, todo tipo de actores, desde «empresas y ONG, grupos conservacionistas e industrias mineras, empresas de ecoturismo y el sector militar»[Fairhead et al. 2012. Green Grabbing: a new appropriation of nature? The Journal of Peasant Studies. 39 (2), 237-261, quote from p. 239] han participado de formas distintas en este acaparamiento de recursos. Pese a toda la atención que han captado las dificultades y las luchas de los pueblos campesinos y los pequeños agricultores y agricultoras, hasta no hace mucho las reivindicaciones de los movimientos de pequeños pescadores y pescadoras han pasado desapercibidas, en favor de las principales campañas globales, más centradas en la tierra.

Para ponerle solución a este hecho, en septiembre de 2014 se publicó el informe titulado «El acaparamiento mundial de océanos», firmado por movimientos de pescadores y sus aliados. Según esta publicación, el acaparamiento de los océanos «significa que los potentes actores económicos se han hecho con el control de los procesos de toma de decisiones… y se han adueñado del poder de decidir cómo y con qué fines se deben utilizar, conservar y gestionar los recursos marinos» (p. 3). Desde entonces, el «acaparamiento de océanos» se ha venido empleando como término clave para alertar de las amenazas que penden sobre los pueblos pescadores de todo el mundo. Los dos movimientos internacionales de pescadores, el Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores de la Pesca (WFF) y el Foro Mundial de Pueblos Pescadores (WFFP), han empleado este término para denunciar las presiones que se ejercen a favor de la privatización de los caladeros, las falsas soluciones propuestas a raíz de las negociaciones sobre cambio climático y, más recientemente, los objetivos de desarrollo sostenible (ODS). El informe inicial sobre acaparamiento de los océanos reflejaba, además, que la influencia de actores de muy diversa índole están provocando el desalojo y el desplazamiento de los pueblos pescadores y sus comunidades en todo el mundo, ya sea desde iniciativas conservacionistas hasta el sector turístico, pasando por la acuicultura a gran escala o por otras industrias extractivas. Además, en reconocimiento a la enorme cantidad de pescadores cuyo modo de vida depende de las masas de agua continentales, los procesos en los que se centra el término «acaparamiento de océanos» incluyen: «aguas continentales, ríos y lagos, deltas, humedales, manglares y arrecifes de coral» (p. 4). El término, según lo emplean estos dos movimientos internacionales de pescadores, pretende hacer hincapié en que «se excluye a los pequeños pescadores del acceso a pesquerías y a otros recursos naturales» (p. 6) de formas muy diversas.

El crecimiento azul

«Cuando se fundaron los movimientos globales de pescadores, la lucha política se centraba sobre todo en el sector pesquero de pequeña escala frente a la industria a gran escala. En la actualidad, los motivos de protesta son mucho más amplios, ya que los pequeños pescadores tienen cada vez menos acceso a los caladeros debido al acaparamiento que las corporaciones están ejerciendo sobre las tierras y las aguas. Los líderes mundiales quieren resolver el cambio climático poniendo en marcha mecanismos que terminan por impedirnos el acceso a los caladeros y que dejan el derecho a la tierra y al agua en manos del mundo empresarial».
– Margaret Nakato, WFF, París COP21

Los movimientos de pescadores y sus aliados han dedicado años a centrar sus esfuerzos en el plano internacional y luchar por la adopción de las Directrices PPE (Directrices Voluntarias para Asegurar la Pesca Sostenible en Pequeña Escala). De forma paralela a este trabajo, que definía visiones alternativas basadas en los derechos humanos, quedaba muy patente que otras fuerzas estaban intentando orientar las cuestiones sobre qué hacer con los caladeros y los recursos pesqueros en una dirección muy distinta [Más información sobre el impacto que ha tenido la implementación de las directrices PPE]. Como se desprende de las palabras de Margaret Nakato, de WFF, con el término «acaparamiento de océanos» los movimientos de pueblos pescadores pretenden visibilizar las múltiples caras de la lucha que están librando. La cuestión ya no se reduce a luchar contra las flotas pesqueras industriales [Sinha, S. 2012. Transnationality and the Indian Fishworkers’ Movement, 1960s-2000. Journal of Agrarian Change. 12 (2-3), 364-389], sino que va mucho más allá.

En el contexto del cambio climático, desde la Conferencia Rio+20 ha ido surgiendo una visión contradictoria del denominado «crecimiento azul». Al igual que la versión «verde» pretende hacer con las tierras, el crecimiento azul pretende convertir el cambio climático y la destrucción creciente del medio marino en nuevas oportunidades para la acumulación de capital. En lugar de atajar los motivos subyacentes a las crisis actuales, las únicas «soluciones» que se plantean con el crecimiento azul son soluciones de mercado donde el requisito fundamental es no entrar en conflicto con los intereses empresariales y el poder corporativo; en su lugar, las soluciones no harán sino reforzarlos, dándoles más control sobre los recursos naturales, supuestamente para poder salvarlos. El argumento es que, si queremos resolver el cambio climático, debemos dar más voz a los intereses corporativos para que nos digan cómo gobernar la naturaleza.

Como resultado, una coalición de actores (similar a la que ya está implicada en el acaparamiento verde de tierras, aguas y recursos naturales) formada por estados, instituciones financieras internacionales, coaliciones de empresas trasnacionales, fundaciones filantrópicas y ONG medioambientales internacionales (aunque ubicadas, sobre todo, en EE. UU.) se ha erigido como defensora del «crecimiento azul». Estos actores se han estado reuniendo en encuentros internacionales exclusivos, entre ellos la Cumbre internacional de los océanos que organiza The Economist de forma bianual [«Captura corporativa», Right to Food and Nutrition Watch], para debatir cómo sacar adelante su visión. Aparte de proponer soluciones neoliberales que desembocan en el acaparamiento de recursos, estos eventos también deben verse como un intento de marginar cualquier tipo de solución real que intente atacar la raíz de la «convergencia de crisis», es decir, «la guerra del capitalismo por la tierra»[Consulta el libro de John Bellamy Foster, Brett Clark y Richard York].

La conferencia de la ONU sobre los océanos: acaparamiento disfrazado de «sostenibilidad»

Uno de los acontecimientos clave más recientes en que se ha presionado a favor de la visión del «crecimiento azul» ha sido la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los océanos, celebrada en junio de 2017. En ella, prácticas claramente insostenibles o soluciones falsas ya criticadas por los movimientos de pueblos pescadores como formas de acaparamiento de los océanos, tales como el carbono azul [Para más información sobre el carbono azul, boletín Nyeleni num. 7 y el informe del TNI y de la Indonesian Fisherfolk Union (KNTI)], las actividades extractivas de gran escala (petróleo, gas), las zonas marinas protegidas e incluso la iniciativa china «One Belt, One Road», tan increíblemente destructiva, se han presentado envueltas en el discurso de la sostenibilidad. Todas ellas se han aceptado como herramientas para garantizar el Objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 14, que lo que en realidad pretende es «cómo conservar y utilizar con sostenibilidad los océanos, los mares y los recursos marinos para un desarrollo sostenible». En respuesta a este intento de denominar como «sostenibles» unas prácticas que afectarían de forma muy negativa a los pueblos de pescadores a pequeña escala de todo el mundo, WFF y WFFP lanzaron una potente declaración para denunciar los ODS y la Conferencia sobre los océanos. Los ODS, señalan estas organizaciones, «dan prioridad a los intereses económicos de una minoría elitista al tiempo que marginan las voces de los pueblos a los que representamos», y de esta forma «perpetúan y agudizan aún más las desigualdades e injusticias del orden mundial contemporáneo». Asimismo, ignoran por completo la lucha por los derechos humanos y vuelven a trasladar la responsabilidad a los estados: «analizando los ODS, no existe en ellos un compromiso claro con los derechos humanos, y queda muy patente la ausencia del derecho a la alimentación, el derecho al agua y al saneamiento, así como los derechos de las mujeres. En este nuevo escenario, el papel de los estados es, por encima de todo, facilitar la actuación del sector privado y, como mucho, seducirle con «compromisos voluntarios» en el camino hacia un «desarrollo sostenible» que sigue sin concretarse» [Declaración completa].

Los pescadores por la soberanía alimentaria

Los movimientos de pescadores están empleando el concepto de «acaparamiento» frente a esta diversidad de problemas que no deja de aumentar. En contraposición a las soluciones elitistas que insisten en continuar privatizando y mercantilizando los caladeros y los recursos marinos, los movimientos de pescadores están construyendo con otros movimientos de base un contrapoder que lucha por la justicia climática y la soberanía alimentaria [Sobre cómo ha progresado esta «convergencia» en el COP21 de París]. El objetivo de esta «convergencia» de movimientos distintos es vincular las luchas y la resistencia frente al acaparamiento de tierras, aguas, océanos y recursos naturales que, de hecho, se entrecruzan. Para enfrentarse de forma efectiva a esta multitud de acaparamientos, el movimiento por la soberanía alimentaria debe entenderlos en primer lugar y luego movilizarse, organizarse y levantarse contra ellos en común[[Para más información sobre el modelo de producción que defienden los y las pequeños pescadores, y cómo puede considerarse «agroecología en acción», consulta el Cuadro 1 del boletín Nyeleni num. 27].

Voces desde el campo

Voces desde la COP23

Manuel Pereira Araujo, MOKATIL – Timor Oriental:
Para nosotros, la Tierra es nuestro cuerpo, el agua es nuestra sangre y la luz del sol es nuestra energía.

Marthin Hadiwinata, Kesetuan Nelayan Tradisional Indonesia (Unión Tradicional de pescadores artesanales de Indonesia) – Indonesia :
Las Naciones Unidas están promoviendo el «carbono azul» como solución frente al cambio climático. El carbono azul es el carbono que almacenan los ecosistemas costeros, como los manglares. Los manglares pueden absorber un volumen de carbono diez veces superior al de un bosque virgen. No obstante, los llamados programas de carbono azul son parecidos al REDD (reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques).El problema es que estos sistemas excluyen a la gente que a través de las generaciones ha dependido de los ecosistemas costeros para obtener alimento y medicinas. Los sistemas de carbono azul también están conduciendo a la criminalización de los pescadores artesanales. Con arreglo la Ley de Costas de Indonesia, se puede detener y acusar a los que traten de acceder a esos manglares «protegidos». El carbono azul perjudica aún más a la gente al privatizar sus medios de subsistencia.

Katia Avilés-Vásquez, Organización Boricuá para la Agroecología – Puerto Rico :
En Puerto Rico, después del huracán de septiembre de 2017, las fuerzas de la naturaleza se convirtieron rápidamente en problemas sociales desastrosos creados por los hombres en el poder. Las más afectadasfueron lasmujeres. Prácticamente en todas las brigadas de trabajo que se establecieron para conseguir recursos para la población, la principal emergencia fue llevar a las mujeres a lugares seguros: si antes padecían condiciones abusivas, estas se agravaron hasta convertirse en una cuestión de vida o muerte. En un caso, en Vieques, usamos una maleta enorme que habían traído llena de comida, para ayudar a una mujer a escapar de la violencia. Las mujeres se llevan la peor parte cuando sucede una catástrofe. Pero también asumimos el papel principal en la recuperación.
Casi todas las brigadas de trabajo están formadas por mujeres. Pero los portavoces y los responsables de tomar las decisiones suelen ser siempre hombres, porque las características que se asocian a los que toman el micrófono y se ponen de pie son casi siempre características masculinas. Nos enseñan a rechazar lo femenino. Si hablamos de una transición justa en la region caribeña es muy importante impugnar esa noción de lo que se considera fuerza, de lo que se considera liderazgo, y lo que se considera éxito.
La Madre Tierra es femenina. El poder de la feminidad nos envía un huracán para sacudirnos y recordarnos que esos hombres tienen que abandonar su adicción al petróleo y a los combustibles fósiles.

Massa Koné, Convergencia Global de las Luchas por la Tierra y por el Agua – Mali :
Para nosotros fue importante mostrar nuestra resistencia participando en la COP23. Primero, yo creo que de entre las numerosas acciones que realizamos en la COP23, la acción directa Ende Gelände (‘De aquí no pasa») contra la enorme mina de carbon en Alemaniafue altamente simbólica.Alemania no debería haber organizado la COP23 teniendo esa enorme mina a cielo abierto. Es como si se estuvieran riendo de nosotros. En segundo lugar, creo que el sistema capitalista está acabando con el planeta. Lo va a asfixiar. Por eso necesitamos converger juntos para presentar propuestas concretas que nos saquen de donde estamos.
Lo que debemos hacer es acercar los intereses de las distintas corrientes: los campesinos, los pescadores artesanales, los pastores, todos juntos. No podemos desarrollar una respuesta para una sola corriente, sino para todas juntas. Todas ellas obtienen sus respuestas a través de soluciones concretas, lo que llamamos agroecología y soberanía alimentaria. Esta propuesta incluye el reconocimiento de los derechos communes, la autonomía para el uso de las semillas, y la autonomía para todos los que participan en la producción de alimentos. En algún momento, según vayamos creciendo, conseguiremos ser una gran masa que se oponga al sistema. Esa masa hará de amplificador de nuesta lucha. Conseguiremos resultados el día que haya una gran masa de gente que se levante contra el sistema.


Fanny Métrat, Confédération Paysanne – Francia:

Las soluciones que los gobieros han propuesto durante la COP23 benefician a las multinacionales. Los gobiernos nunca hablan de reducir la dependencia del consumo de combustibles fósiles y de los residuos. En su lugar, hablan de mercados de carbono. Los mercados de carbono dan a las grandes empresasque tienen más dinero la capacidad de pagar para seguir contaminando.
Los mercados de carbono son una falsa solución porque promueven los beneficios de las grandes empresas. Los gobiernos y las grandes empresas piden a los campesinos que acepten los organismos genéticamente modificados y todas las últimas tecnologías modernas y a la vez siguen promoviendo las grandes explotaciones ganaderas industriales.
Es importante que reconozcamos que las falsas soluciones están ancladas en el patriarcado. Los hombres acaparan las mesas de negociación y los consejos de las empresas. Son los hombres de la COP23 los que deciden qué falsas soluciones van a implantar. En cambio, en La Via Campesina la lucha feminista es muy fuerte. Nosotros comprendemos la importancia de la revolución feminista. Y con una paridad de género cada vez mayor en La Via Campesina, conseguiremos convertirnos en una estructura que recupere con fuerza de la voz del feminismo.

Cuadros

Cuadro 1

Emisiones de carbono y subida del nivel del mar

Aunque los encuentros realmente se celebraron en Bonn (Alemania), Fiji ha sido la sede oficial de la COP23. Fiji, un país compuesto por 330 pequeñas islas del Pacífico Sur, afirmó que no contaba con la infraestructura necesaria para celebrar un encuentro internacional como este. Mientras Alemania continúa quemando carbono y otros combustibles fósiles para producir el 53 % de su electricidad, los 870 000 ciudadanos de Fiji se enfrentan a la cólera letal del cambio climático, pues las inundaciones y las lluvias torrenciales son una realidad cada vez más frecuente.

Una de las principales amenazas para Fiji y todas las naciones costeras es la subida del nivel del mar, que está subiendo 3,4 mm al año: es el mayor incremento de los últimos 2000 años. La causa inmediata es el aumento de las aguas en los océanos debido al deshielo de los casquetes polares, agravado por la expansión del agua a medida que se va calentando. No obstante, todo esto está vinculado a un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero por la quema continuada de combustibles fósiles. En julio de 2017 se desprendió una gran parte de la barrera de hielo Larsen ‘C’, en la Antártida; con ello, se soltaron unos 5800 kilómetros cuadrados de hielo al océano y se formó un nuevo iceberg, cuatro veces más grande que la ciudad de Londres. Todas las naciones costeras e insulares, sus pueblos y sus ecosistemas, están en grave peligro a medida que la crisis climática empeora. Las estrategias que promueven la soberanía alimentaria y la agroecología como forma de reducir las emisiones contribuyen a conseguir justicia para los pueblos de naciones de baja altitud, como es el caso de Fiji.

Cuadro 2

¿Qué es el capitalismo?

En un foro abierto durante la celebración de la COP22, LVC y otros participantes aliados hicieron breves intervenciones para definir el capitalismo. Dijeron que el capitalismo es…

  • Un sistema contrario a la propiedad colectiva, contrario a la colectividad y a la socialización de los medios de producción.
  • Un sistema económico basado en el beneficio, que no tiene en cuenta el interés general.
  • No solo un sistema económico, sino también un sistema político, puesto que las políticas gubernamentales apoyan la acumulación. Las personas no pueden decidir cómo organizar la producción.
  • Un sistema global. Los capitalistas resuelven sus crisis haciéndose cada vez más globales. Imponen la explotación de las personas en todo el mundo. El desarrollo capitalista no es para la nación, sino para un pequeño grupo de personas poderosas.
  • Individualismo y “para cada uno lo suyo”. En contraposición a esto, ¡los pueblos eligen la solidaridad!
  • La explotación de la naturaleza. Los pequeños agricultores y agricultoras no producen un exceso de emisiones de CO2, ¡el agronegocio capitalista sí!
  • Un sistema donde solo algunos miembros de nuestras comunidades son valiosos. Las personas reciben un valor según su localización, su género, su raza y su sexualidad. El capitalismo crea personas de usar y tirar.
  • Un sistema destructivo que nos obliga a trabajar juntos para superarlo.

Cuadro 3

Convergencia

Recuperación Justa y Transición Justa

En la lucha por la justicia climática tenemos muchísimo que aprender unos de otros y aún más que hacer juntos. La acción colectiva, madurada después de momentos de reflexión crítica con los movimientos y organizaciones aliados, está creando las condiciones para una convergencia cada vez mayor. Actualmente la lucha mundial por la soberanía alimentaria se ha convertido en parte integral de un movimiento más amplio en pro de la justicia climática, las transiciones justas, y la recuperación con justicia.

Como describió la Grassroots Global Justice Alliance (GGJA) en su llamamiento a la acción durante la COP23:

Transición Justa lo forman una serie de principios, procesos y prácticas centrados en una vision, unificadores y basados en el lugar, que construyen poder económico y político con el fin de pasar de una economía extractiva a una economía regenerativa que reconoce los derechos de los ecosistemas locales y de la naturaleza a mantener sus ciclos vitales naturales de vida. Esto implica enfocar de modo holístico y libre de residuos los ciclos de producción y consumo. La propia transición debe ser justa y equitativa; reparar los daños pasados, restauración ecológica y creación de nuevas relaciones de poder para el futuro por medio de reparaciones. Si el proceso de transición no es justo, el resultado nunca lo será. Just Transition describe no solo hacia donde vamos, sino como llegar hasta allí.

Recuperación Justa es un marco visionario promovido por las comunidades dedicadas a la justicia medioambiental y las cuestiones laborales que se concentran en los esfuerzos de recuperación durante momentos de desastres climáticos. Se trata de no restaurar el mismo nivel de inestabilidad y extracción de combustibles fósiles e infraestructuras energeticas extremas, sino de seguir el liderazgo de las comunidades que están en la primera línea en definir qué tipo de recuperación necesitan, y aprovechar la oportunidad para reconstruir después del desastre hacia la transición y asegurar energías renovables y economías regeneradoras que puedan crear empleo, proteger el medio ambiente, y conducir a comunidades resilientes.

Cuando se adoptó el Acuerdo de Paris en 2015, la Grassroots Global Justice Alliance lanzó el informe “Somos la línea roja de la Madre Tierra” (en ingés “We Are Mother Earth’s Red Line”) que resaltaba 5 debilidades clave del acuerdo climático mundial:

  1. El acuerdo se basaen recortes de emisiones voluntarios en lugar de obligatoriosque no alcanzan los objetivos que los científicos consideran necesarios para evitar la catástrofe climática.
  2. El acuerdo adelanta mecanismos de comercio de contaminantesque permiten a los que contaminan la adquisición de “compensaciones” para continuar con niveles de emisiones extremadamente peligrosos.
  3. El acuerdo se basa en energías suciasy falsas promesas incluidala fractura hidráulica (fracking), la energía nuclear, los agrocarburantes, la captura de carbono y otras propuestas tecnológicas que plantean graves riesgos ecológicos.
  4. La parte operative del texto del acuerdo omite cualquier mención a los derechos humanos o los derechos de los pueblos indigenas y las mujeres
  5. El acuerdo debilita o suprime los derechos de reparaciónque el Norte global debe al  Sur global.

En su propio análisis,  Naciones Unidas ha estimado que incluso con los compromisos asumidos por los países del mundo al adoptar el acuerdo de París en 2015,  es probable que se produzcan todos modos  aumentos de las temperaturas mundiales de casi tres grados Centígrados a lo largo del próximo siglo.El Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA) ha desvelado que incluso si todos los países que han formulado un compromiso de reducción de emisiones cumplen su promesa, haría falta recortar de 12 a 14 gigatoneladas más cada año para mantener el aumento de la temperature por debajo de los 2 grados Centígradoscon respecto a los niveles preindustriales.

Precisamente en las soluciones propuestas por Just Transition, incluyendo modelos de Soberanía alimentaria, vivienda sostenible y democracia energética, estamos viendo campañas inspiradoras que rechazan que haya que elegir entre desarrollo económico y protección del suelo, del agua, de la salud de la Madre Tierra, y la salud de nuestras comunidades. Just Transitionreconoce asimismo que las necesidades de la Naturaleza tambien son las nuestras y deben ser promovidas y protegidas por derechos legales y mantenidas por medio de ecosistemas sustentadores de la vida de intercambio y reciprocidad.

Para saber mas, visiten la página web de la Grassroots Global Justice Alliance.

Cuadro  4

Geoingeniería: nuevas amenazas contra la soberanía alimentaria

Una de las propuestas más peligrosas frente al cambio climático es la llamada geoingeniería: la manipulación tecnológica y a gran escala del clima global para contrarrestar los síntomas del caos climático.

Detrás de ésta hay una confluencia de intereses económicos de poderosas industrias, geopolíticos y militares.  Para los países con alto grado de emisiones de carbono y sus transnacionales contaminantes, la geoingeniería aparece como la “solución tecnológica” que les permitiría seguir emitiendo gases de efecto invernadero y encima hacer nuevos negocios, vendiendo tecnología para bajar la temperatura o para remover y almacenar carbono.

Son propuestas tecnológicas[1] para intervenir ecosistemas terrestres, oceános y atmósfera. En algunos casos para bloquear o reflejar parte de la luz del sol que llega a la Tierra y así bajar la temperatura, en otros para absorber dióxido de carbono y de la atmósfera y almacenarlo en fondos geológicos marinos o terrestres. También incluye técnicas que alteran el clima local y regional, como siembra de nubes, y  propuestas para re-dirigir o disolver huracanes.  Todas las propuestas tienen impactos ambientales, sociales y geopolíticos graves.  Ninguna se dirige a cambiar las causas del cambio climático, si funcionaran sería solamente para gestionar los síntomas, pero el cambio climático seguiría aumentando, por lo que la geoingeniería crea mercados cautivos.

Una propuesta muy difundidas por los geoingenieros, es crear una mega nube volcánica artificial sobre el Ártico, inyectando sulfatos en la estrastósfera para bloquear la luz del sol. Según estudios científicos, eso podría bajar la temperatura, pero desequilibraría las lluvias y vientos en el hemisferio Sur, perturbando el Monzón en Asia y produciendo sequías en África y aumento de inundaciones en América Latina, lo cual amenazaría las fuentes de agua y alimentación de millones de personas.  Además habría que seguir inyectando sulfatos por tiempo indefinido, porque si se interrumpe, la temperatura subiría drásticamente y el impacto sería más difícil de enfrentar que antes de empezar.  Pese a estos enormes riesgos, el Programa de geoingeniería de Harvard, en Estados Unidos, ya está planteando hacer experimentos en Arizona [2], en territorios indígenas.

Otra de las técnicas promovidas –especialmente después de la firma del Acuerdo de París sobre cambio climático– es la llamada captura y almacenamiento de carbono (CCS por sus siglas en inglés) y bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS por sus siglas en inglés). CCS es una tecnología que inventó la industria petrolera, para sacar petróleo a gran profundidad. Se inyecta dióxido de carbono a presión, lo cual empuja el petróleo y teóricamente el carbono queda en el fondo. La industria petrolera dejó de usar la técnica (que se llamaba originalmente Enhanced Oil Recovery) porque no era económicamente viable. Pero si ahora cobran y reciben subsidios por “secuestrar” y almacenar dióxido de carbono, se hace un negocio redondo: sacan más petróleo, y hacen ganancias extras, pese a estar entre los principales culpables del cambio climático.

Aún más perverso es la propuesta de bioenergía con CCS (BECCS). Se trata de instalar megaplantaciones de árboles y cultivos para “secuestrar” carbono mientras crecen, luego quemarlos para vender bioenergía y enterrar el carbono producido con CCS. Para mantener el aumento de la temperatura a menos de 2 grados hasta el 2100 con BECCS, habría que plantar de 500 millones a 6,000 millones de hectáreas de monocultivos industriales [3], lo cual sería devastador. Actualmente, toda la tierra cultivada a nivel global son 1 500 millones de hectáreas.  Obviamente BECCS competirá con la producción de alimentos, con territorios indígenas,  áreas naturales, etc.

Aunque BECCS sea inviable, hay ya gobiernos y empresas que lo promueven para “cumplir” con el Acuerdo de París y para obtener créditos de carbono, con lo que la disputa por tierra y agua, las amenazas y violencia para desplazar campesinos e indígenas de sus tierras, será aún mayor.

La geoingeniería es tan riesgosa y presenta tantos impactos al ambiente, indígenas y campesinos, que el Convenio de Diversidad Biológica decretó una moratoria contra su uso. Sin embargo, las industrias y gobiernos que lucran con el negocio del cambio climático, la siguen promoviendo.

Por las graves amenazas a la soberanía alimentaria, a las formas de vida campesina e indígena,  al ambiente y la biodiversidad, es crucial que desde los movimientos y las organizaciones sociales rechacemos cualquier experimento y propuesta de geoingeniería y luchemos para que se prohíba.

Más información sobre las técnicas de geoingeniería y sus impactos:

Silvia Ribeiro, Grupo ETC http://www.etcgroup.org/es/content/geoingenieria-cambio-climatico-y-espejismos y http://es.geoengineeringmonitor.org/


[1] http://www.etcgroup.org/es/content/geoingenieria-cambio-climatico-y-espejismos

[2] http://www.etcgroup.org/es/content/la-administracion-trump-infla-el-globo-de-los-geoingenieros

[3] http://www.actionaid.org/sites/files/actionaid/caught_in_the_net_actionaid.pdf

Destacados

Justicia climática desde abajo

Durante la Cumbre del clima de las Naciones Unidas de 2015 (también conocida como COP21), se reunieron en París movimientos de todo el mundo para exigir a los gobiernos que llegasen a algún acuerdo vinculante para revertir la crisis climática que se vive a nivel mundial. Los movimientos se reunieron para exigir justicia climática puesto que, a menos que se tomen medidas serias, continuarán produciéndose fenómenos climáticos imprevisibles y extremos que seguirán amenazando la vida de cientos de millones de personas, en especial de campesinos y campesinas, pueblos indígenas, pueblos pescadores, agricultores y agricultoras de pequeña y mediana escala, mujeres y jóvenes.

Con la firma del Acuerdo de París, los gobiernos dieron la máxima prioridad a una serie de antídotos que, según ellos, reducirán las peligrosas emisiones de gases de efecto invernadero (GEF). Algunos de ellos incluso llegaban a afirmar que deseaban aumentar la resiliencia de los campesinos y campesinas frente a los efectos del calentamiento global. Estas falsas soluciones, entre las que se encuentran la geoingeniería, los mercados de carbono, la denominada agricultura «climáticamente inteligente[1]«, la reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques (REDD) y otros mecanismos que no hacen sino degradar aún más la vida en la Madre Tierra. El sector empresarial, respaldado por las instituciones financieras internacionales, recibió luz verde para continuar acaparando más tierras, aguas, semillas y medios de vida de los pueblos de la Tierra, a través de las lucrativas reformas de la economía verde y azul, y para continuar extrayendo y quemando combustibles fósiles como si nada pasara. No obstante, en París y en otros lugares del mundo, La Vía Campesina (LVC) ha estado trabajando con nuestros aliados para desafiar las falsas soluciones del capitalismo y promover la soberanía alimentaria como una solución fundamental y «verdadera» a las múltiples crisis generadas por el sistema alimentario corporativo.

Un año después de la COP21, y tan solo unos días después de la entrada en vigor oficial del Acuerdo de París, La Vía Campesina se reunió a las afueras de Marrakech (Marruecos) para celebrar un Seminario de formación sobre justicia climática liderado por movimientos sociales, paralelo a la COP22. Los objetivos del seminario fueron conocer la crisis climática en profundidad y alcanzar un mutuo entendimiento sobre ella, así como mejorar nuestras capacidades para construir y fortalecer soluciones al capitalismo y sus crisis. Acudieron delegados y delegadas de LVC y aliados de Zimbabue, Ghana, Palestina, Marruecos, Túnez, Guatemala, Venezuela, Brasil, Indonesia, India, Francia, Alemania, Canadá y los Estados Unidos.

Los y las participantes en la formación, manteniendo un diálogo común y partiendo de experiencias de primera mano en las luchas populares, elaboraron un marco para alcanzar la justicia climática basado en la soberanía alimentaria, denominado «Justicia climática desde abajo». Esta supone un compromiso radical con la construcción de movimientos que busquen fortalecer una sociedad fundamentalmente distinta que defienda la vida, y una economía política que esté en manos de las comunidades de base, que engloben a campesinos y campesinas, pueblos indígenas, pueblos pescadores, trabajadores y trabajadoras rurales sin tierra, trabajadores y trabajadoras del sector informal y, sobre todo, mujeres y jóvenes de estos colectivos.

En el seminario de Marrakech, los y las participantes debatieron y desarrollaron cuatro ejes de lucha, que sirvieron para orientar el compromiso con la justicia climática desde abajo:

1. Falsas soluciones a la crisis climática: Los gobiernos y las corporaciones que participan en las COP de la ONU están tomando decisiones que van contra los intereses de la Tierra y de su ciudadanía. Desde la perspectiva de los capitalistas y de quienes les apoyan, los mercados de carbono, la agricultura climáticamente inteligente y otras soluciones falsas son algo necesario, puesto que fomentan el beneficio económico empresarial. Desde la perspectiva de los pueblos, sin embargo, estos mecanismos no son soluciones en absoluto, ya que solo sirven para empeorar el calentamiento global y para continuar privatizando la Madre Tierra y la vida humana. En palabras de Dena Hoff (National Family Farm Coalition, coalición de granjas familiares de EE. UU.), «la agricultura climáticamente inteligente no es sino otro mecanismo más para que las corporaciones puedan tener mayor control sobre el sistema alimentario, subordinar las cadenas alimentarias locales y extraer riqueza de los suelos».

2. El capitalismo, una de las causas fundamentales de la crisis climática: Aunque todas las economías basadas en la extracción de carbón y otros combustibles fósiles contribuyen al cambio climático, los y las participantes del seminario acordaron que las relaciones capitalistas son la causa fundamental de las crisis económicas, sociales y ecológicas a nivel mundial. Se entiende por capitalismo un sistema de explotación y desposesión que se basa en la propiedad privada por encima de la naturaleza y de los medios de producción, que al mismo tiempo impone una jerarquía de poder laboral que impide que los trabajadores, campesinos y pueblos indígenas puedan unirse contra el capital. En esta jerarquía, los trabajadores[[Hombres desposeídos de sus recursos, trabajadores con o sin salario.]], principalmente blancos, ocupan los niveles superiores y obtienen privilegios: un salario. Las mujeres, sobre todo las indígenas y las de color, se encuentran en los niveles más bajos de esta jerarquía: en gran medida, no reciben salarios y son las más explotadas y amenazadas por el capitalismo. A medida que las crisis y el neoliberalismo se hacen más y más acusados, las generaciones más jóvenes se ven forzadas a aceptar condiciones de explotación en la parte más baja de la jerarquía. A pesar de ello, estos grupos no solamente son víctimas de la explotación, sino que también son agentes de cambio, ya que están empleando su poder dentro de sus comunidades para construir movimientos que cambien el sistema desde abajo. Isabel Soc Carrillo (Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala) destaca el papel central que desempeñan las mujeres indígenas y sus acciones y perspectivas dentro de los movimientos por la justicia climática: «Las mujeres que han liderado nuestras luchas han sido muy claras al definir nuestra postura, contraria a los acuerdos comerciales con el gobierno, porque no queremos que las empresas nos impongan su forma de vida. Continuaremos con nuestra lucha, y no nos detendremos hasta que el gobierno nos escuche. En Guatemala tenemos nuestra propia cosmovisión, y luchamos para que llegue el día en que se respete. La Madre Tierra no es un negocio, no es una mercancía, no se le puede poner precio… Debemos llegar a un entendimiento entre la tierra y nosotros, porque nosotros somos la tierra. Somos uno; todos somos uno con la Tierra. Quizá la Tierra pueda sobrevivir sin nosotros, pero nosotros no podemos sobrevivir sin ella».

3. Convergencia de movimientos para fortalecer la justicia global desde la base: Los delegados y delegadas del seminario sobre el clima de Marrakech acordaron que la convergencia y la construcción de alianzas eran fundamentales para alcanzar la justicia climática desde abajo. La convergencia es un proceso de formación de alianzas y de solidaridad entre los movimientos. A menudo ocurre que los grupos que luchan por la soberanía energética, los derechos humanos, la deconstrucción del patriarcado, la soberanía indígena y la soberanía alimentaria trabajan por separado, cada uno «en lo suyo». Esta separación dificulta que los movimientos puedan armonizar sus visiones y puedan desarrollar acciones conjuntas. De forma colectiva, las coaliciones de base, los movimientos sociales, los campesinos y campesinas, los agricultores y agricultoras que trabajan por la justicia climática encabezan la lucha. Al formar alianzas, estamos dando pasos concretos para reforzar nuestra lucha. Las alianzas nos ayudan a lograr éxitos y, por tanto, a llenar de esperanza los corazones de los pueblos, para continuar luchando contra el capitalismo y defender la vida en la Madre Tierra.

4. Historias de lucha por la justicia climática desde abajo: Los delegados y delegadas del seminario compartieron historias sobre el trabajo que están haciendo en sus territorios para fortalecer la justicia climática desde abajo y hacer resistencia al agronegocio «verde» y a las grandes energéticas. Por ejemplo, los delegados de Brasil hablaron de su lucha contra megaproyectos energéticos y del trabajo que están haciendo para fomentar sistemas alimentarios y energéticos controlados por la comunidad; participantes de Palestina nos contaron que están trabajando para que los agricultores y agricultoras tengan acceso a la tierra, al agua y a las semillas locales; en Túnez están defendiendo las ocupaciones de tierras por parte de campesinos que desean construir comunidades agroecológicas y autónomas; en Indonesia están defendiendo y reclamando tierras para poner en marcha proyectos agroecológicos; en India están desafiando el control corporativo de las semillas y están fomentando que los campesinos y campesinas tengan el control sobre la producción alimentaria; en Marruecos se están organizando numerosos frentes para recuperar el control democrático sobre las tierras y lograr la justicia social; y por último, en los Estados Unidos están enfrentando el racismo y el colonialismo medioambiental a través de acciones directas e iniciativas contrarias a los combustibles fósiles y a favor de la soberanía alimentaria. A través de nuestras redes, globalizamos estas soluciones locales para crear un movimiento global de movimientos, con las mujeres y los jóvenes en cabeza.

Resultados: Las perspectivas y apreciaciones de los y las participantes del seminario de Marrakech resultan especialmente útiles, ya que cada vez más personas, organizaciones y movimientos (con las mujeres y los jóvenes en cabeza) se están levantando contra las múltiples crisis del capitalismo. En un momento en que el cambio climático está dando pruebas más que suficientes de su existencia en todo el mundo, movilizarse por la justicia climática desde abajo es más urgente que nunca. A medida que nuestros movimientos se expandan y se multipliquen, mejoraremos nuestra capacidad de combatir con éxito el capitalismo y de luchar por una sociedad realmente justa que beneficie a todos los pueblos y a la Madre Tierra.

[1] Para conocer la definición del término «agricultura climáticamente inteligente», tal como aparece en este boletín, consultar aqui.

Voces desde el campo

Voces desde el campo: Testimonios de niños y niñas pertenecientes a comunidades productoras de alimentos

1 – Filipinas

Elsa Novo, presidenta de la NKP (Federación de Mujeres Aeta) y Fernando Luis, Director de área del Instituto para el Desarrollo de los Pueblos (Peoples Development Institute o PDI por sus siglas en inglés) llevaron a cabo unas entrevistas con tres preguntas: 1) Cuáles son tus platos favoritos; 2) Qué tareas de la producción de alimentos prefieres; 3) Cuáles son tus juegos y lugares favoritos para jugar y divertirte. Participaron en ella 10 niños indígenas Aeta de Zambales, con edades de 7 a 13 años, 5 de ellos eran niños y 5 niñas.   

Elsa Novo, presidenta de la Federación de Mujeres de los pueblos indígenas Aeta de  Barangay Oriental del monte Pinatubo, Municipio de Botolan, se encargó del taller sobre dibujo, y Fernando Luis tomó nota de las respuestas durante las entrevistas. De los 10 niños, 6 preferían los platos filipinos de carne, como cerdo sinigang, cerdo en adobo y pollo en adobo, mientras que los otros 4 preferían los platos de frutas y verduras filipinas como el pinakbet, kare-kare y otros. 

En cuanto a la segunda pregunta relativa a actividades agrícolas, a 4 de ellos les gustaba plantar verduras, tubérculos y legumbre; 2 niños Aeta preferían regar las plantas y otros 2  desherbar,  pero a 1 niño Aeta le gustaba arar  y a otro le gustaba trabajar los terrenos baldíos.

Sobre la cuestión de los juegos, a 3 de ellos les gustaba el baloncesto y el badminton, y 7 niños y niñas Aeta preferían jugar a los juegos tradicionales, como el escondite y el juego chino de la cuerda.

2 – Colombia

Mi nombre es Juan Simón Briceño Ávila tengo 7 años de edad, vengo de un pueblo llamado Barinitas en Venezuela, ahora vivimos en una vereda llamada Brasil en Viotá Cundinamarca, Colombia, vivimos en el campo y me gusta vivir ahí porque soy libre de caminar y jugar lo que quiero, mi juego favorito es los super héroes niños y con mis amigos de la escuela jugamos futbol. Mi plato favorito es la ensalada de huevo, con lechuga y zanahoria, los huevos vienen de las gallinas que tenemos en el corral detrás de nuestra casa, las lechugas vienen de la semilla que plantamos en la huerta y las zanahorias nacen de las semillas que también plantamos en nuestra huerta. Las lechugas están listas para ser cosechadas cuando están gorditas y tienen muchas hojas y las zanahorias cuando tienen hojas grandes y el pinito afuera (el cuello de la zanahoria), esta ensalada me gusta porque yo mismo la sé hacer, es un secreto como la preparo. En la actividades de trabajo de la casa me gusta darles el maíz a las gallinas, aunque a veces cuando recojo los huevos se me caen y algunas veces se rompen, también le doy la comida a los conejos tenemos dos conejos Ramona y Pepe, Ramona es cariñosa pero a Pepe no le gusta que lo acaricien, a ellos les gusta mucho las hojas de una planta que se llama lengua de vaca pero hay otra planta que no le podemos dar porque es mala para ellos sus hojas son arrugadas y de color  verde oscuro. También siembro maíz y frijol con mi mamá, estos maíces y frijoles son de muchos colores como un arcoíris y siembro papas con mi papá y mi hermanito Martin, nos gusta sembrar muchas cosas para siempre tener diferentes cosas para comer.

3 – España

Mi nombre es Salome Schranz Moreno tengo 12 años, voy a la Escuela Los Doce Olivos en Órgiva, La Alpujarra (Granada, Andalucía). Nuestros amigos y mi familia vamos a un  terreno para hacer un proyecto de huerto colectivo. Hace unos días fuimos allí por una razón: en el terreno habían crecido unas malas hierbas que nos impedían plantar. Entonces decidimos hacer un torna peón* en el huerto colectivo para ir más rápido. Yo me encargue de ocuparme de sus hijos porque como todos son como de la edad de 3 a 6 años y yo tengo 12 años.

Mientras los papas y mamas trabajaban quitando malas hierbas yo me ocupo de los pequeños. Primero les conté unos cuentos y luego los lleve a un parque cerca de allí. Jugamos, reímos, nos divertimos. A continuación llegó la hora de comer. Nos devolvimos al terreno para ir a comer, había tortilla, y todo tipo de cosas a base de verduras. Comimos y disfrutamos.

También vamos a esa tierra para hacer otras tareas como cosechar y plantar. Mi mamá, mi papá, Yvon y Raúl, que son dos amigos nuestros, mi hermano y yo, fuimos a cosechar las aceitunas todos juntos, incluso mi hermano que tiene 3 años. Cuando cosechamos lo hacemos de 10 a 5 o 6 de la tarde. De 10 a 10 y media preparamos las redes, de 10 y media a 13 y media cosechamos, de 13 y media a 14 y media comemos y descansamos y por ultimo de 15 a 17 o 18 seguimos cosechando. Pasados unos días llevamos la aceituna al molino y repartimos el aceite.

*El torna peón es: cuando alguien se ofrece para ayudar al amigo o a la amiga y le ayuda en su terreno o finca y después el que recibió ayuda le ayuda a su compañero.»

Voces desde el campo 4

Lactancia materna y soberania alimentaria para bebés y niños pequeños – la experiencia de india

Dr. JP Dadhich MD, FNNF[1]

La Estrategia Mundial para la Alimentación de los bebés y niños/as pequeños recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida, y seguir amamantando durante dos años o más, complementando adecuadamente la alimentación a partir de los seis meses. La lactancia materna es un método sostenible y soberano de proporcionar alimentos y nutrición a los bebés y niños pequeños, lo cual es vital para la supervivencia, salud, y desarrollo de los niños y para la salud de las madres.    

En India nacen al año unos 25 millones de niños, de los cuales solo el 41,6% recibe lactancia materna en la hora siguiente al nacimiento. Además, únicamente el 54,9% de los niños de menos de seis meses de edad reciben lactancia materna exclusiva y sólo el 67,5% de los niños son amamantados todavía a la edad de 20-23 meses.[2] Esto significa que un elevado porcentaje de niños de menos de dos años se ve privado de su derecho a recibir un método de alimentación con soberanía y dependen de productos comerciales en su fabricación y comercialización. Esto es más crítico para los niños de menos de seis meses, porque el único alimento recomendable para ellos es la lactancia materna exclusiva. 

El motivo que subyace tras la situación sombría de la lactancia materna es la falta de acción a lo largo de una década de diversos programas y políticas sobre la alimentación de bebés y niños pequeños. Esto se deduce del informe de la Iniciativa Mundial sobre Tendencias en materia de lactancia materna (WBTi por sus siglas en inglés)[3], que refleja la necesidad de aplicar la ley de modo eficaz para proteger la lactancia materna (Ley sobre leches de sustitución[4]), universalizar la protección de la maternidad, proporcionar acceso a servicios de asesoramiento sobre lactancia materna, por parte de personal capacitado y formado, para todas las mujeres embarazadas y en lactancia, incluso durante circunstancias especiales como emergencias y VIH y supervisar y evaluar de modo eficaz los programas de lactancia materna.


[1] Director técnico –  Red de Promoción de la lactancia materna de India (BPNI por sus siglas en inglés) y miembro del Consejo Mundial de la Red Internacional de Acción Alimentaria infantil (International Baby Food Action Network, IBFAN).

[2] http://rchiips.org/NFHS/pdf/NFHS4/India.pdf y https://data.unicef.org/topic/nutrition/infant-and-young-child-feeding/

[3] http://www.worldbreastfeedingtrends.org/GenerateReports/report/WBTi-India-Report-2015.pdf

[4] Ley sobre las leches de sustitución, biberones y alimentos infantiles (Regulacion de  la Producción, Suministro y Distribución), 1992 modificada en 2003 (Ley IMS por sus siglas en inglés).

Cuadros

Cuadro 1

Luchando contra el impacto de la publicidad de las grandes compañías de la industra alimentaria en los niños de Colombia.

Los niños han sido vistos como un sector lucrativo del mercado para las grandes empresas responsables de producir productos comestibles ultra-procesados. Por ejemplo aquellos con alta concentración de azúcar, sal y grasa.

Tales productos y también bebidas edulcoradas han sido una de las principales razones del creciente número de diabetes y obesidad entre niños y adolescentes alrededor del mundo. En Colombia el 15,7% de los niños entre 5 y 17 años tienen sobrepeso; algunas provincias como las Islas San Andrés, presentan tasas cercanasal 30%, poniéndolas en niveles similares a México, el país conocido por tener los niveles más altos de obesidad infantil del mundo.

La pandemia de obesidad entre los niños se ha expandido a paso muy acelerado en Colombia: las compañías ven a los niños y adolescentes como meros consumidores de productos pobres en nutrientes.
El 96% de toda la publicidad dirigida a niños en uno de los canales principales de la televisión era de comida chatarra según una muestra hecha en 2012. Así, las corporaciones eligen como blanco de campañas publicitarias agresivas a la audiencia joven, especialmente a través de la televisión, internet y letreros cerca de las escuelas.

La asociación colombiana de padres «Red Papaz» y FIAN Colombia, en cooperación con Educar Consumidores, Vital Strategies y Global Health Advocacy Incubator han por lo tanto desarrollado una amplia campaña en el país llamada «No comas más mentiras, no se las des a tus hijos»
Esta campaña resalta: 1) que los niños no son sólo consumidores. Primero y principal son tenedores de derechos bajo protección especial en la Constitución Colombiana. 2) Que la pandemia de obesidad no es cuestión elecciones equivocadas de estilo de vida, más vale es el resultado de elecciones sistémicas a favor de una dieta corporativa. En este sentido, la campaña insta al Estado Colombiano a que obligatoriamente prohíba la publicidad de comida chatarra para niños y transforme el actual sistema agro-alimentario hacia la agro-ecología y soberanía alimentaria.

Cuadro 2

Los niños y niñas y la pesca en la comunidad Katosi

«Aunque el sitio de desembarque de Katosi en el distrito de MUKONO en Uganda Central se ha convertido en unsitio de desembarque que maneja pescado para exportar, el volumende actividades en el sitio ha decaído a través de los años. Imágenes de un centro comercial palpitante y ajetreado cuando éramos niños están tan vívidos en mi mente. El amanecer sobre las orillas del lago le daban un aspecto dorado. Entre las 9 y las 12 de la mañana, el lugar se ponía más ajetreado con botes que traían pescado, mujeres que lo procesaban y comerciantes de todo el país que subían al amarradero para comprar pescado. Mi madre tenía derecho al pescado de sus dos yernos todos los días. El pescado era nuestro alimento diario, comido en todas sus formas y tamaños mientras todo el pueblo se llenaba con el aroma de pescado ahumado en las noches.» Margaret Nakato, Coordinadora de KatosiWomenDevelopmentFund y Directora Ejecutiva de WFF.

El recientemente terminado estudio de base por KWDT en comunidades pesqueras reveló que los niños constituyen más del 54% de toda la población de comunidades pesqueras (KWDT Baselinereportfor Project Inception, 2017). Acceso al consumo adecuado de pescado a nivel hogares es esencial para cumplir los requerimientos de dieta para niños. Sin embargo, el acceso reducido a lugares de pesca y recursos pesqueros, agregado a la exportación de pescado ha reducido mucho el consumo de los niños, tanto o más que el de los adultos.

Durante una entrevista con una de las mujeres en el amarradero Nangoma, ella narró: «Si tu esposo no es un pescador, no puedes comer pescado estos días. Y aunque sea pescador, a veces no puede conseguir pescado para vender y además para comer en casa.»

KWDT ha trabajado activamente con mujeres y niños en el desarrollo de actividades y para resaltar su rol en restaurar las reservas de peces, como también reducir la presión sobre el sector pesquero al apoyar a mujeres en diversas actividades generadoras de ingresos. La mejor manera de asegurar el derecho de los niños al consumo de pescado es a través de asegurar acceso al pescado de mujeres y comunidades locales.

Cuadro 3

«Sem-Terrinha»: Movimiento de Trabajadores sin Tierra, infancia y soberanía alimentaria en brasil

El Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MST) nació hace 34 años, y se organiza alrededor de tres objetivos principales: Luchas por la tierra, reforma agraria y socialismo. Estamos organizados en varios frentes de acción, entre otros: producción, salud, juventud, cultura, educación, derechos humanos.

Desde el principio de las primeras ocupaciones, nuestros hijos, los llamados «Sem-Terrinha» (niños sin tierra), han participado en la organización, porque creemos que todos debemos implicarnos en las luchas colectivas.

Este concepto condujo a MST a desarrollar a lo largo del tiempo actividades que tenían a nuestros niños como protagonistas. Algunos ejemplos: «cirandas» de niños (espacios pedagógicos para el desarrollo y el cuidado); reuniones de los «Sem-Terrinha», la Jornada de Lucha de las escuelas rurales, así como publicaciones como el periódico «Sem-Terrinha» y la revista «Sem Terrinha».

Nuestra experiencia más reciente con los «Sem Terrinha» ha sido la Jornada Cultural: con el nombre de «Alimentación sana: un derecho de todos» esta jornada se celebra desde 2015 y está en el centro del debate sobre Reforma Agraria popular. Participan niños y adolescentes de escuelas Rurales y escuelas de campamentos por todo el país. Los principales objetivos de la Jornada son:

1. Fortalecer y divulgar distintas experiencias de diferentes regiones sobre comida sana y su relación con la Reforma Agraria popular;
3. Contribuir a la educación alimentaria de las familias sin tierra y a la lucha general en aras de una alimentación adecuada libre de plaguicidas;
4. Fortalecer las iniciativas para reorganizar la alimentación en las escuelas;
5. Estudiar y debatir las relaciones entre alimentación sana, soberanía alimentaria, agroecología, agricultura campesina y Reforma Agraria popular;
6. Introducir en las escuelas elementales el debate sobre la agroecología y sobre las prácticas de agricultura ecológica;
7. Relanzar el debate sobre como garantizar que se mantenga el vínculo entre educación, trabajo socialmente productivo y contenidos educativos.

Durante la Jornada se organizaron cientos de actividades en todo el país, desde estudios específicos en colegios sobre hábitos alimentarios e historia de los alimentos, comprendiendo los que producen los asentamientos de la reforma agraria, investigación sobre sistemas agro-ecológicos, talleres relacionados con la cocina local, prácticas de campo y experiencias en el campo de la agroecología.

Los elementos fundacionales de las luchas del MST también estuvieron presentes durante las actividades de la Jornada, por ejemplo se organizaron obras de teatro, campañas de sensibilización, charlas, y marchas para denunciar, no solo el uso de plaguicidas y de semillas transgénicas, sino también el monopolio y la estandarización de los alimentos que han impuesto las empresas transnacionales y el agronegocio.

Durante la Jornada propiamente dicha, en las escuelas donde se promovió el debate se produjo un cambio sustancial, con la erradicación de los refrescos y los alimentos procesados y la introducción de alimentos de producción agroecológica local de los asentamientos, así como la creación de huertos para suministrar verdura a los colegios y la instauración de un banco de semillas nativas.

¡Eduquemos para hacer comprender que comer es un acto político! Este es un trabajo fundamental que motiva nuestras luchas! ¡Luchemos para construir una Reforma Agraria popular!

Cuadro 4

«SATU PO IMPARAI»* (Aprendiendo del campo)
Proyecto de educación sobre medio ambiente y alimentación escolar

El Proyecto se fundó en 2007 para acercar la escuela al mundo rural y al mismo tiempo valorizar el papel multifuncional de las granjas. También perseguía reforzar el papel de las explotaciones como transmisoras del conocimiento, el patrimonio y los aromas de los alimentos producidos localmente a la vez que se incidía en su carácter sostenible desde el punto de vista medioambiental, social y económico.
Las tres actuaciones principales son: visitas escolares a granjas-escuela (fattorie didattiche en It.), desarrollo de redes entre granjas-escuela y las Acciones Comedores Escolares, de las que hablaremos a continuación.

Las partes interesadas en esta acción son la Provincia de Medio Campidano, la Agencia Regional de Laore Cerdeña, el Centro de Salud local, las escuelas, las granjas, los gestores de los comedores escolares y las asociaciones pertinentes. Todos ellos establecieron un grupo de trabajo en 2011 con el siguiente programa de trabajo:
1. Análisis de la situación actual de los comedores escolares;
2. Desarrollo de la documentación necesaria para la licitación de comidas escolares sostenibles, de calidad, de 0 Km;
3. Distribución de la documentación de la licitación entre los municipios, con la supervisión del servicio de comedores escolares de conformidad con la documentación y experimentando con nuevas prácticas.

La documentación necesaria para la licitación se elaboró en junio de 2011 y se remitió a 24 autoridades locales en la provincia que suministran servicios de comedor escolar. El documento contenía las propuestas siguientes:
1. 70% de los productos debía tener una certificación de calidad (DOP, IGP, ecológico), tradicional, local y con cadena de suministro corta, en la cual el 30% debía ser ecológico;
2. Los aperitivos debían elaborarse con productos locales;
3. Debía elaborarse un plan de educación alimentaria;
4. Otros elementos de sostenibilidad medioambiental: los recipientes para el agua, la vajilla y la cubertería desechables debían ser biodegradables y compostables, los jabones y detergentes ecológicos, los electrodomésticos de ahorro energético, con gestión de los residuos.

Tres municipios adoptaron la documentación de licitación en 2011 y a lo largo de 2012 y 2013 lo hicieron la mayoría de las demás autoridades locales. A juzgar por el seguimiento y reconocimiento que recibió después, podemos decir que el proyecto (que fue recogido en una publicación en 2015) alcanzó sus objetivos mucho más allá de las expectativas más optimistas.

El proyecto otorgó a la alimentación un valor «social», estimulando relaciones positivas en la comunidad y creando conciencia y sensibilizando a productores y consumidores. También abrió un debate más amplio sobre la «educación en alimentación», la equidad (alimentos de la misma calidad en todas las escuelas para todos), y la soberanía alimentaria.

Destacados

El lugar de la alimentación infantil en la soberanía alimentaria

En nuestro trabajo político de concientización, educación y movilización por la soberanía alimentaria, ¿cuánta importancia le damos a tematizar la alimentación de nuestras hijas/os y las niñas/os que nos rodean? ¿Es acaso éste un tema menor de interés sólo para quienes somos madres? A continuación ofrecemos algunas reflexiones sobre por qué el tema de la alimentación de nuestras niñas/os y su participación activa y por derecho propio en nuestro movimiento es vital para el futuro de la soberanía alimentaria.

De la desnutrición a la obesidad infantil – el discurso dominante

El discurso público sobre alimentación e infancia ha estado dominado por un abordaje médico-científico: por décadas la preocupación principal ha sido la desnutrición, así que el debate ha girado principalmente en torno de las medidas antropométricas como las estadísticas sobre índice de peso para la edad, índice de talla para la edad y la carencia de vitaminas. Recientemente, el índice de sobrepeso empieza a robarse la atención de la opinión pública debido a su dramático aumento. El último Informe sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de FAO dictamina que mientras los índices de desnutrición seguirán bajando, el índice de sobrepeso va a aumentar. El tema de la obesidad infantil probablemente se convertirá entonces en el tema prioritario en la agenda política de las agencias internacionales.

La obesidad y el sobrepeso solían considerarse problemas de los países de ingresos altos. Sin embargo, la prevalencia de estos trastornos viene en aumento en los países de ingresos bajos y medianos principalmente en zonas urbanas. En África en número de niñas/os con sobrepeso u obesidad se ha duplicado: de 5.4 millones en 1990 a 10.6 millones en 2014.  En 2014 cerca de la mitad de las/os niña/os con sobrepeso eran de Asia; mientras que en México se calcula que cerca del 30% de las niñas/os tienen sobrepeso.

¿Cuáles son los factores que explican esta pandemia? Hay distintos abordajes. Por un lado, las instituciones y agencias internacionales propagan un abordaje individualista, moralizante que sutilmente culpa a las familias por no alimentar bien a las niñas/os, y por ponerles a ver televisión o internet en lugar de hacer ejercicio. En este discurso, el estilo de vida urbano, con sus tiempos, tipos de trabajo y relaciones sociales, cambia los hábitos alimentarios por unos más modernos, ligados a al supuesto desarrollo. La solución que plantea este abordaje se enfoca en informar y educar mejor a los consumidores para que elijan los alimentos más sanos en las estanterías de los supermercados y en incentivarlos a hacer ejercicio.

La geopolítica de la dieta “occidental”

Evidentemente este abordaje no pregunta por los determinantes históricos, políticos, socio-económicos y culturales que condicionan el tipo de comida que se produce y los factores que le dan forma a los hábitos alimentarios de las comunidades. Es un abordaje que desconoce relaciones de poder, de opresión y discriminación. No pregunta quién decidió y cómo impuso la dieta urbana o “occidental” que es rica en grasas, azúcar, carbohidratos refinados, carne y productos animales pero pobre en vegetales, legumbres y granos gruesos al mundo entero. El aumento en el consumo de estos productos está estrechamente relacionado con las políticas agrícola practicada por las principales potencias agrícolas mundiales. Estas políticas establecieron una serie de incentivos (subsidios de producción, investigación pública, ayuda para la exportación) que llevaron a concentrar la producción en cereales básicos (trigo, maíz, arroz) y en oleaginosas. Por otra parte,  La liberalización del comercio agro-pecuario y pesquero, así como el fomento de las inversiones extranjeras en toda la cadena alimentaria han jugado un rol central en la expansión de las corporaciones transnacionales a lo largo de toda la cadena alimentaria. A través de este sistema alimentario global corporativo la dieta compuesta de “comida chatarra” o comestibles ultra-procesados – como las papas fritas, la pasta, las hamburguesas y las bebidas azucaradas –  se ha propagado a grandes velocidades por todo el planeta.

La dieta “occidental” se impone no sólo gracias a factores duros como los geo-políticos y económicos, sino que necesita también de la superestructura cultural para producir los cambios de hábitos alimenticios y culturales funcionales al sistema alimentario corporativo. El caso de la publicidad agresiva para cautivar a niña/os y jóvenes y formar desde temprana edad su gustos y costumbres alimentarias,habla por sí solo. Ver más abajo el cuadro sobre Colombia.

Los comedores escolares y la agricultura campesina

El principal punto de encuentro hasta ahora entre la alimentación infantil y la soberanía alimentaria se ha dado en el campo de los comedores escolares y las políticas públicas de fomento a la agricultura campesina. Los programas públicos de alimentación escolar han sido parte de la política social en varios países del mundo. Si bien se ha demostrado el efecto positivo de estos programas tanto para que las/os niñas/os atiendan regularmente la escuela como para mejorar su estado nutricional, su cubrimiento sigue siendo relativamente bajo y se calcula que apenas alcanza un 15% de la población infantil. Países como India, Brasil y África del Sur cuentan con importantes programas de alimentación escolar. En el caso de Brasil, la política pública de alimentación escolar busca garantizar el derecho de las/os alumnas/os a alimentos sanos y, por este motivo, se concibió en conexión con la política pública de fomentar la agricultura campesina local estableciendo una cuota obligatoria de abastecer cada escuela con mínimo 30% de alimentos provenientes de campesinas/os. Esquemas similares a éste existen a nivel municipal en Europa y Estados Unidos. Ver más abajo la experiencia en la isla mediterránea de Cerdeña.

El significado de la alimentación durante la infancia

Una alimentación sana y nutritiva es vital para el buen desarrollo y crecimiento de las niñas/os desde su gestación. Quizás es en esta etapa de la vida cuando la alimentación comporta mayor trascendencia en la vida de los seres humanos: no solo sienta la bases de todo el desarrollo físico y espiritual posterior; sino que le da gusto, aroma, sabor, color, textura a los más profundos lazos que a través de los alimentos nos unen con nuestras familias y comunidades, así como con nuestra tierra natal.

A pesar de este trascendental significado, es poco lo que el movimiento de soberanía alimentaria ha reflexionado y actuado con respecto a la alimentación infantil. ¿Será porque ésta no se percibe como un tema masculino y de poder, sino más bien de la esfera femenina y reproductiva? El caso es que la interpretación sobre esta dimensión de la alimentación se encuentra en manos de las instituciones y los profesionales de la salud, y más recientemente es uno de los campos preferidos de “inversión” de grandes iniciativas corporativas de nutrición como las que patrocina la Fundación Gates. Surgen entonces varias preguntas: ¿cómo entendemos la alimentación infantil desde una perspectiva de soberanía alimentaria? ¿Cómo construimos esta perspectiva en diálogo con las niñas/os mismas, con maestras/os, cocineras/os, campesinas/os, vendedoras/es, parteras, promotoras/es de salud y otras personas encargadas de nuestras prácticas alimentarias y de salud comunitaria? ¿Cómo abordamos entre madres y padres una repartición equitativa del cuidado reproductivo de alimentar sana y nutritivamente a nuestras/os hijas/os? Es hora de darle a la alimentación infantil en nuestro movimiento la importancia que se merece.