Voces desde el campo

Voces desde la COP23

Manuel Pereira Araujo, MOKATIL – Timor Oriental:
Para nosotros, la Tierra es nuestro cuerpo, el agua es nuestra sangre y la luz del sol es nuestra energía.

Marthin Hadiwinata, Kesetuan Nelayan Tradisional Indonesia (Unión Tradicional de pescadores artesanales de Indonesia) – Indonesia :
Las Naciones Unidas están promoviendo el «carbono azul» como solución frente al cambio climático. El carbono azul es el carbono que almacenan los ecosistemas costeros, como los manglares. Los manglares pueden absorber un volumen de carbono diez veces superior al de un bosque virgen. No obstante, los llamados programas de carbono azul son parecidos al REDD (reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques).El problema es que estos sistemas excluyen a la gente que a través de las generaciones ha dependido de los ecosistemas costeros para obtener alimento y medicinas. Los sistemas de carbono azul también están conduciendo a la criminalización de los pescadores artesanales. Con arreglo la Ley de Costas de Indonesia, se puede detener y acusar a los que traten de acceder a esos manglares «protegidos». El carbono azul perjudica aún más a la gente al privatizar sus medios de subsistencia.

Katia Avilés-Vásquez, Organización Boricuá para la Agroecología – Puerto Rico :
En Puerto Rico, después del huracán de septiembre de 2017, las fuerzas de la naturaleza se convirtieron rápidamente en problemas sociales desastrosos creados por los hombres en el poder. Las más afectadasfueron lasmujeres. Prácticamente en todas las brigadas de trabajo que se establecieron para conseguir recursos para la población, la principal emergencia fue llevar a las mujeres a lugares seguros: si antes padecían condiciones abusivas, estas se agravaron hasta convertirse en una cuestión de vida o muerte. En un caso, en Vieques, usamos una maleta enorme que habían traído llena de comida, para ayudar a una mujer a escapar de la violencia. Las mujeres se llevan la peor parte cuando sucede una catástrofe. Pero también asumimos el papel principal en la recuperación.
Casi todas las brigadas de trabajo están formadas por mujeres. Pero los portavoces y los responsables de tomar las decisiones suelen ser siempre hombres, porque las características que se asocian a los que toman el micrófono y se ponen de pie son casi siempre características masculinas. Nos enseñan a rechazar lo femenino. Si hablamos de una transición justa en la region caribeña es muy importante impugnar esa noción de lo que se considera fuerza, de lo que se considera liderazgo, y lo que se considera éxito.
La Madre Tierra es femenina. El poder de la feminidad nos envía un huracán para sacudirnos y recordarnos que esos hombres tienen que abandonar su adicción al petróleo y a los combustibles fósiles.

Massa Koné, Convergencia Global de las Luchas por la Tierra y por el Agua – Mali :
Para nosotros fue importante mostrar nuestra resistencia participando en la COP23. Primero, yo creo que de entre las numerosas acciones que realizamos en la COP23, la acción directa Ende Gelände (‘De aquí no pasa») contra la enorme mina de carbon en Alemaniafue altamente simbólica.Alemania no debería haber organizado la COP23 teniendo esa enorme mina a cielo abierto. Es como si se estuvieran riendo de nosotros. En segundo lugar, creo que el sistema capitalista está acabando con el planeta. Lo va a asfixiar. Por eso necesitamos converger juntos para presentar propuestas concretas que nos saquen de donde estamos.
Lo que debemos hacer es acercar los intereses de las distintas corrientes: los campesinos, los pescadores artesanales, los pastores, todos juntos. No podemos desarrollar una respuesta para una sola corriente, sino para todas juntas. Todas ellas obtienen sus respuestas a través de soluciones concretas, lo que llamamos agroecología y soberanía alimentaria. Esta propuesta incluye el reconocimiento de los derechos communes, la autonomía para el uso de las semillas, y la autonomía para todos los que participan en la producción de alimentos. En algún momento, según vayamos creciendo, conseguiremos ser una gran masa que se oponga al sistema. Esa masa hará de amplificador de nuesta lucha. Conseguiremos resultados el día que haya una gran masa de gente que se levante contra el sistema.


Fanny Métrat, Confédération Paysanne – Francia:

Las soluciones que los gobieros han propuesto durante la COP23 benefician a las multinacionales. Los gobiernos nunca hablan de reducir la dependencia del consumo de combustibles fósiles y de los residuos. En su lugar, hablan de mercados de carbono. Los mercados de carbono dan a las grandes empresasque tienen más dinero la capacidad de pagar para seguir contaminando.
Los mercados de carbono son una falsa solución porque promueven los beneficios de las grandes empresas. Los gobiernos y las grandes empresas piden a los campesinos que acepten los organismos genéticamente modificados y todas las últimas tecnologías modernas y a la vez siguen promoviendo las grandes explotaciones ganaderas industriales.
Es importante que reconozcamos que las falsas soluciones están ancladas en el patriarcado. Los hombres acaparan las mesas de negociación y los consejos de las empresas. Son los hombres de la COP23 los que deciden qué falsas soluciones van a implantar. En cambio, en La Via Campesina la lucha feminista es muy fuerte. Nosotros comprendemos la importancia de la revolución feminista. Y con una paridad de género cada vez mayor en La Via Campesina, conseguiremos convertirnos en una estructura que recupere con fuerza de la voz del feminismo.

Cuadros

Cuadro 1

Emisiones de carbono y subida del nivel del mar

Aunque los encuentros realmente se celebraron en Bonn (Alemania), Fiji ha sido la sede oficial de la COP23. Fiji, un país compuesto por 330 pequeñas islas del Pacífico Sur, afirmó que no contaba con la infraestructura necesaria para celebrar un encuentro internacional como este. Mientras Alemania continúa quemando carbono y otros combustibles fósiles para producir el 53 % de su electricidad, los 870 000 ciudadanos de Fiji se enfrentan a la cólera letal del cambio climático, pues las inundaciones y las lluvias torrenciales son una realidad cada vez más frecuente.

Una de las principales amenazas para Fiji y todas las naciones costeras es la subida del nivel del mar, que está subiendo 3,4 mm al año: es el mayor incremento de los últimos 2000 años. La causa inmediata es el aumento de las aguas en los océanos debido al deshielo de los casquetes polares, agravado por la expansión del agua a medida que se va calentando. No obstante, todo esto está vinculado a un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero por la quema continuada de combustibles fósiles. En julio de 2017 se desprendió una gran parte de la barrera de hielo Larsen ‘C’, en la Antártida; con ello, se soltaron unos 5800 kilómetros cuadrados de hielo al océano y se formó un nuevo iceberg, cuatro veces más grande que la ciudad de Londres. Todas las naciones costeras e insulares, sus pueblos y sus ecosistemas, están en grave peligro a medida que la crisis climática empeora. Las estrategias que promueven la soberanía alimentaria y la agroecología como forma de reducir las emisiones contribuyen a conseguir justicia para los pueblos de naciones de baja altitud, como es el caso de Fiji.

Cuadro 2

¿Qué es el capitalismo?

En un foro abierto durante la celebración de la COP22, LVC y otros participantes aliados hicieron breves intervenciones para definir el capitalismo. Dijeron que el capitalismo es…

  • Un sistema contrario a la propiedad colectiva, contrario a la colectividad y a la socialización de los medios de producción.
  • Un sistema económico basado en el beneficio, que no tiene en cuenta el interés general.
  • No solo un sistema económico, sino también un sistema político, puesto que las políticas gubernamentales apoyan la acumulación. Las personas no pueden decidir cómo organizar la producción.
  • Un sistema global. Los capitalistas resuelven sus crisis haciéndose cada vez más globales. Imponen la explotación de las personas en todo el mundo. El desarrollo capitalista no es para la nación, sino para un pequeño grupo de personas poderosas.
  • Individualismo y “para cada uno lo suyo”. En contraposición a esto, ¡los pueblos eligen la solidaridad!
  • La explotación de la naturaleza. Los pequeños agricultores y agricultoras no producen un exceso de emisiones de CO2, ¡el agronegocio capitalista sí!
  • Un sistema donde solo algunos miembros de nuestras comunidades son valiosos. Las personas reciben un valor según su localización, su género, su raza y su sexualidad. El capitalismo crea personas de usar y tirar.
  • Un sistema destructivo que nos obliga a trabajar juntos para superarlo.

Cuadro 3

Convergencia

Recuperación Justa y Transición Justa

En la lucha por la justicia climática tenemos muchísimo que aprender unos de otros y aún más que hacer juntos. La acción colectiva, madurada después de momentos de reflexión crítica con los movimientos y organizaciones aliados, está creando las condiciones para una convergencia cada vez mayor. Actualmente la lucha mundial por la soberanía alimentaria se ha convertido en parte integral de un movimiento más amplio en pro de la justicia climática, las transiciones justas, y la recuperación con justicia.

Como describió la Grassroots Global Justice Alliance (GGJA) en su llamamiento a la acción durante la COP23:

Transición Justa lo forman una serie de principios, procesos y prácticas centrados en una vision, unificadores y basados en el lugar, que construyen poder económico y político con el fin de pasar de una economía extractiva a una economía regenerativa que reconoce los derechos de los ecosistemas locales y de la naturaleza a mantener sus ciclos vitales naturales de vida. Esto implica enfocar de modo holístico y libre de residuos los ciclos de producción y consumo. La propia transición debe ser justa y equitativa; reparar los daños pasados, restauración ecológica y creación de nuevas relaciones de poder para el futuro por medio de reparaciones. Si el proceso de transición no es justo, el resultado nunca lo será. Just Transition describe no solo hacia donde vamos, sino como llegar hasta allí.

Recuperación Justa es un marco visionario promovido por las comunidades dedicadas a la justicia medioambiental y las cuestiones laborales que se concentran en los esfuerzos de recuperación durante momentos de desastres climáticos. Se trata de no restaurar el mismo nivel de inestabilidad y extracción de combustibles fósiles e infraestructuras energeticas extremas, sino de seguir el liderazgo de las comunidades que están en la primera línea en definir qué tipo de recuperación necesitan, y aprovechar la oportunidad para reconstruir después del desastre hacia la transición y asegurar energías renovables y economías regeneradoras que puedan crear empleo, proteger el medio ambiente, y conducir a comunidades resilientes.

Cuando se adoptó el Acuerdo de Paris en 2015, la Grassroots Global Justice Alliance lanzó el informe “Somos la línea roja de la Madre Tierra” (en ingés “We Are Mother Earth’s Red Line”) que resaltaba 5 debilidades clave del acuerdo climático mundial:

  1. El acuerdo se basaen recortes de emisiones voluntarios en lugar de obligatoriosque no alcanzan los objetivos que los científicos consideran necesarios para evitar la catástrofe climática.
  2. El acuerdo adelanta mecanismos de comercio de contaminantesque permiten a los que contaminan la adquisición de “compensaciones” para continuar con niveles de emisiones extremadamente peligrosos.
  3. El acuerdo se basa en energías suciasy falsas promesas incluidala fractura hidráulica (fracking), la energía nuclear, los agrocarburantes, la captura de carbono y otras propuestas tecnológicas que plantean graves riesgos ecológicos.
  4. La parte operative del texto del acuerdo omite cualquier mención a los derechos humanos o los derechos de los pueblos indigenas y las mujeres
  5. El acuerdo debilita o suprime los derechos de reparaciónque el Norte global debe al  Sur global.

En su propio análisis,  Naciones Unidas ha estimado que incluso con los compromisos asumidos por los países del mundo al adoptar el acuerdo de París en 2015,  es probable que se produzcan todos modos  aumentos de las temperaturas mundiales de casi tres grados Centígrados a lo largo del próximo siglo.El Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA) ha desvelado que incluso si todos los países que han formulado un compromiso de reducción de emisiones cumplen su promesa, haría falta recortar de 12 a 14 gigatoneladas más cada año para mantener el aumento de la temperature por debajo de los 2 grados Centígradoscon respecto a los niveles preindustriales.

Precisamente en las soluciones propuestas por Just Transition, incluyendo modelos de Soberanía alimentaria, vivienda sostenible y democracia energética, estamos viendo campañas inspiradoras que rechazan que haya que elegir entre desarrollo económico y protección del suelo, del agua, de la salud de la Madre Tierra, y la salud de nuestras comunidades. Just Transitionreconoce asimismo que las necesidades de la Naturaleza tambien son las nuestras y deben ser promovidas y protegidas por derechos legales y mantenidas por medio de ecosistemas sustentadores de la vida de intercambio y reciprocidad.

Para saber mas, visiten la página web de la Grassroots Global Justice Alliance.

Cuadro  4

Geoingeniería: nuevas amenazas contra la soberanía alimentaria

Una de las propuestas más peligrosas frente al cambio climático es la llamada geoingeniería: la manipulación tecnológica y a gran escala del clima global para contrarrestar los síntomas del caos climático.

Detrás de ésta hay una confluencia de intereses económicos de poderosas industrias, geopolíticos y militares.  Para los países con alto grado de emisiones de carbono y sus transnacionales contaminantes, la geoingeniería aparece como la “solución tecnológica” que les permitiría seguir emitiendo gases de efecto invernadero y encima hacer nuevos negocios, vendiendo tecnología para bajar la temperatura o para remover y almacenar carbono.

Son propuestas tecnológicas[1] para intervenir ecosistemas terrestres, oceános y atmósfera. En algunos casos para bloquear o reflejar parte de la luz del sol que llega a la Tierra y así bajar la temperatura, en otros para absorber dióxido de carbono y de la atmósfera y almacenarlo en fondos geológicos marinos o terrestres. También incluye técnicas que alteran el clima local y regional, como siembra de nubes, y  propuestas para re-dirigir o disolver huracanes.  Todas las propuestas tienen impactos ambientales, sociales y geopolíticos graves.  Ninguna se dirige a cambiar las causas del cambio climático, si funcionaran sería solamente para gestionar los síntomas, pero el cambio climático seguiría aumentando, por lo que la geoingeniería crea mercados cautivos.

Una propuesta muy difundidas por los geoingenieros, es crear una mega nube volcánica artificial sobre el Ártico, inyectando sulfatos en la estrastósfera para bloquear la luz del sol. Según estudios científicos, eso podría bajar la temperatura, pero desequilibraría las lluvias y vientos en el hemisferio Sur, perturbando el Monzón en Asia y produciendo sequías en África y aumento de inundaciones en América Latina, lo cual amenazaría las fuentes de agua y alimentación de millones de personas.  Además habría que seguir inyectando sulfatos por tiempo indefinido, porque si se interrumpe, la temperatura subiría drásticamente y el impacto sería más difícil de enfrentar que antes de empezar.  Pese a estos enormes riesgos, el Programa de geoingeniería de Harvard, en Estados Unidos, ya está planteando hacer experimentos en Arizona [2], en territorios indígenas.

Otra de las técnicas promovidas –especialmente después de la firma del Acuerdo de París sobre cambio climático– es la llamada captura y almacenamiento de carbono (CCS por sus siglas en inglés) y bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS por sus siglas en inglés). CCS es una tecnología que inventó la industria petrolera, para sacar petróleo a gran profundidad. Se inyecta dióxido de carbono a presión, lo cual empuja el petróleo y teóricamente el carbono queda en el fondo. La industria petrolera dejó de usar la técnica (que se llamaba originalmente Enhanced Oil Recovery) porque no era económicamente viable. Pero si ahora cobran y reciben subsidios por “secuestrar” y almacenar dióxido de carbono, se hace un negocio redondo: sacan más petróleo, y hacen ganancias extras, pese a estar entre los principales culpables del cambio climático.

Aún más perverso es la propuesta de bioenergía con CCS (BECCS). Se trata de instalar megaplantaciones de árboles y cultivos para “secuestrar” carbono mientras crecen, luego quemarlos para vender bioenergía y enterrar el carbono producido con CCS. Para mantener el aumento de la temperatura a menos de 2 grados hasta el 2100 con BECCS, habría que plantar de 500 millones a 6,000 millones de hectáreas de monocultivos industriales [3], lo cual sería devastador. Actualmente, toda la tierra cultivada a nivel global son 1 500 millones de hectáreas.  Obviamente BECCS competirá con la producción de alimentos, con territorios indígenas,  áreas naturales, etc.

Aunque BECCS sea inviable, hay ya gobiernos y empresas que lo promueven para “cumplir” con el Acuerdo de París y para obtener créditos de carbono, con lo que la disputa por tierra y agua, las amenazas y violencia para desplazar campesinos e indígenas de sus tierras, será aún mayor.

La geoingeniería es tan riesgosa y presenta tantos impactos al ambiente, indígenas y campesinos, que el Convenio de Diversidad Biológica decretó una moratoria contra su uso. Sin embargo, las industrias y gobiernos que lucran con el negocio del cambio climático, la siguen promoviendo.

Por las graves amenazas a la soberanía alimentaria, a las formas de vida campesina e indígena,  al ambiente y la biodiversidad, es crucial que desde los movimientos y las organizaciones sociales rechacemos cualquier experimento y propuesta de geoingeniería y luchemos para que se prohíba.

Más información sobre las técnicas de geoingeniería y sus impactos:

Silvia Ribeiro, Grupo ETC http://www.etcgroup.org/es/content/geoingenieria-cambio-climatico-y-espejismos y http://es.geoengineeringmonitor.org/


[1] http://www.etcgroup.org/es/content/geoingenieria-cambio-climatico-y-espejismos

[2] http://www.etcgroup.org/es/content/la-administracion-trump-infla-el-globo-de-los-geoingenieros

[3] http://www.actionaid.org/sites/files/actionaid/caught_in_the_net_actionaid.pdf

Destacados

Justicia climática desde abajo

Durante la Cumbre del clima de las Naciones Unidas de 2015 (también conocida como COP21), se reunieron en París movimientos de todo el mundo para exigir a los gobiernos que llegasen a algún acuerdo vinculante para revertir la crisis climática que se vive a nivel mundial. Los movimientos se reunieron para exigir justicia climática puesto que, a menos que se tomen medidas serias, continuarán produciéndose fenómenos climáticos imprevisibles y extremos que seguirán amenazando la vida de cientos de millones de personas, en especial de campesinos y campesinas, pueblos indígenas, pueblos pescadores, agricultores y agricultoras de pequeña y mediana escala, mujeres y jóvenes.

Con la firma del Acuerdo de París, los gobiernos dieron la máxima prioridad a una serie de antídotos que, según ellos, reducirán las peligrosas emisiones de gases de efecto invernadero (GEF). Algunos de ellos incluso llegaban a afirmar que deseaban aumentar la resiliencia de los campesinos y campesinas frente a los efectos del calentamiento global. Estas falsas soluciones, entre las que se encuentran la geoingeniería, los mercados de carbono, la denominada agricultura «climáticamente inteligente[1]«, la reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques (REDD) y otros mecanismos que no hacen sino degradar aún más la vida en la Madre Tierra. El sector empresarial, respaldado por las instituciones financieras internacionales, recibió luz verde para continuar acaparando más tierras, aguas, semillas y medios de vida de los pueblos de la Tierra, a través de las lucrativas reformas de la economía verde y azul, y para continuar extrayendo y quemando combustibles fósiles como si nada pasara. No obstante, en París y en otros lugares del mundo, La Vía Campesina (LVC) ha estado trabajando con nuestros aliados para desafiar las falsas soluciones del capitalismo y promover la soberanía alimentaria como una solución fundamental y «verdadera» a las múltiples crisis generadas por el sistema alimentario corporativo.

Un año después de la COP21, y tan solo unos días después de la entrada en vigor oficial del Acuerdo de París, La Vía Campesina se reunió a las afueras de Marrakech (Marruecos) para celebrar un Seminario de formación sobre justicia climática liderado por movimientos sociales, paralelo a la COP22. Los objetivos del seminario fueron conocer la crisis climática en profundidad y alcanzar un mutuo entendimiento sobre ella, así como mejorar nuestras capacidades para construir y fortalecer soluciones al capitalismo y sus crisis. Acudieron delegados y delegadas de LVC y aliados de Zimbabue, Ghana, Palestina, Marruecos, Túnez, Guatemala, Venezuela, Brasil, Indonesia, India, Francia, Alemania, Canadá y los Estados Unidos.

Los y las participantes en la formación, manteniendo un diálogo común y partiendo de experiencias de primera mano en las luchas populares, elaboraron un marco para alcanzar la justicia climática basado en la soberanía alimentaria, denominado «Justicia climática desde abajo». Esta supone un compromiso radical con la construcción de movimientos que busquen fortalecer una sociedad fundamentalmente distinta que defienda la vida, y una economía política que esté en manos de las comunidades de base, que engloben a campesinos y campesinas, pueblos indígenas, pueblos pescadores, trabajadores y trabajadoras rurales sin tierra, trabajadores y trabajadoras del sector informal y, sobre todo, mujeres y jóvenes de estos colectivos.

En el seminario de Marrakech, los y las participantes debatieron y desarrollaron cuatro ejes de lucha, que sirvieron para orientar el compromiso con la justicia climática desde abajo:

1. Falsas soluciones a la crisis climática: Los gobiernos y las corporaciones que participan en las COP de la ONU están tomando decisiones que van contra los intereses de la Tierra y de su ciudadanía. Desde la perspectiva de los capitalistas y de quienes les apoyan, los mercados de carbono, la agricultura climáticamente inteligente y otras soluciones falsas son algo necesario, puesto que fomentan el beneficio económico empresarial. Desde la perspectiva de los pueblos, sin embargo, estos mecanismos no son soluciones en absoluto, ya que solo sirven para empeorar el calentamiento global y para continuar privatizando la Madre Tierra y la vida humana. En palabras de Dena Hoff (National Family Farm Coalition, coalición de granjas familiares de EE. UU.), «la agricultura climáticamente inteligente no es sino otro mecanismo más para que las corporaciones puedan tener mayor control sobre el sistema alimentario, subordinar las cadenas alimentarias locales y extraer riqueza de los suelos».

2. El capitalismo, una de las causas fundamentales de la crisis climática: Aunque todas las economías basadas en la extracción de carbón y otros combustibles fósiles contribuyen al cambio climático, los y las participantes del seminario acordaron que las relaciones capitalistas son la causa fundamental de las crisis económicas, sociales y ecológicas a nivel mundial. Se entiende por capitalismo un sistema de explotación y desposesión que se basa en la propiedad privada por encima de la naturaleza y de los medios de producción, que al mismo tiempo impone una jerarquía de poder laboral que impide que los trabajadores, campesinos y pueblos indígenas puedan unirse contra el capital. En esta jerarquía, los trabajadores[[Hombres desposeídos de sus recursos, trabajadores con o sin salario.]], principalmente blancos, ocupan los niveles superiores y obtienen privilegios: un salario. Las mujeres, sobre todo las indígenas y las de color, se encuentran en los niveles más bajos de esta jerarquía: en gran medida, no reciben salarios y son las más explotadas y amenazadas por el capitalismo. A medida que las crisis y el neoliberalismo se hacen más y más acusados, las generaciones más jóvenes se ven forzadas a aceptar condiciones de explotación en la parte más baja de la jerarquía. A pesar de ello, estos grupos no solamente son víctimas de la explotación, sino que también son agentes de cambio, ya que están empleando su poder dentro de sus comunidades para construir movimientos que cambien el sistema desde abajo. Isabel Soc Carrillo (Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala) destaca el papel central que desempeñan las mujeres indígenas y sus acciones y perspectivas dentro de los movimientos por la justicia climática: «Las mujeres que han liderado nuestras luchas han sido muy claras al definir nuestra postura, contraria a los acuerdos comerciales con el gobierno, porque no queremos que las empresas nos impongan su forma de vida. Continuaremos con nuestra lucha, y no nos detendremos hasta que el gobierno nos escuche. En Guatemala tenemos nuestra propia cosmovisión, y luchamos para que llegue el día en que se respete. La Madre Tierra no es un negocio, no es una mercancía, no se le puede poner precio… Debemos llegar a un entendimiento entre la tierra y nosotros, porque nosotros somos la tierra. Somos uno; todos somos uno con la Tierra. Quizá la Tierra pueda sobrevivir sin nosotros, pero nosotros no podemos sobrevivir sin ella».

3. Convergencia de movimientos para fortalecer la justicia global desde la base: Los delegados y delegadas del seminario sobre el clima de Marrakech acordaron que la convergencia y la construcción de alianzas eran fundamentales para alcanzar la justicia climática desde abajo. La convergencia es un proceso de formación de alianzas y de solidaridad entre los movimientos. A menudo ocurre que los grupos que luchan por la soberanía energética, los derechos humanos, la deconstrucción del patriarcado, la soberanía indígena y la soberanía alimentaria trabajan por separado, cada uno «en lo suyo». Esta separación dificulta que los movimientos puedan armonizar sus visiones y puedan desarrollar acciones conjuntas. De forma colectiva, las coaliciones de base, los movimientos sociales, los campesinos y campesinas, los agricultores y agricultoras que trabajan por la justicia climática encabezan la lucha. Al formar alianzas, estamos dando pasos concretos para reforzar nuestra lucha. Las alianzas nos ayudan a lograr éxitos y, por tanto, a llenar de esperanza los corazones de los pueblos, para continuar luchando contra el capitalismo y defender la vida en la Madre Tierra.

4. Historias de lucha por la justicia climática desde abajo: Los delegados y delegadas del seminario compartieron historias sobre el trabajo que están haciendo en sus territorios para fortalecer la justicia climática desde abajo y hacer resistencia al agronegocio «verde» y a las grandes energéticas. Por ejemplo, los delegados de Brasil hablaron de su lucha contra megaproyectos energéticos y del trabajo que están haciendo para fomentar sistemas alimentarios y energéticos controlados por la comunidad; participantes de Palestina nos contaron que están trabajando para que los agricultores y agricultoras tengan acceso a la tierra, al agua y a las semillas locales; en Túnez están defendiendo las ocupaciones de tierras por parte de campesinos que desean construir comunidades agroecológicas y autónomas; en Indonesia están defendiendo y reclamando tierras para poner en marcha proyectos agroecológicos; en India están desafiando el control corporativo de las semillas y están fomentando que los campesinos y campesinas tengan el control sobre la producción alimentaria; en Marruecos se están organizando numerosos frentes para recuperar el control democrático sobre las tierras y lograr la justicia social; y por último, en los Estados Unidos están enfrentando el racismo y el colonialismo medioambiental a través de acciones directas e iniciativas contrarias a los combustibles fósiles y a favor de la soberanía alimentaria. A través de nuestras redes, globalizamos estas soluciones locales para crear un movimiento global de movimientos, con las mujeres y los jóvenes en cabeza.

Resultados: Las perspectivas y apreciaciones de los y las participantes del seminario de Marrakech resultan especialmente útiles, ya que cada vez más personas, organizaciones y movimientos (con las mujeres y los jóvenes en cabeza) se están levantando contra las múltiples crisis del capitalismo. En un momento en que el cambio climático está dando pruebas más que suficientes de su existencia en todo el mundo, movilizarse por la justicia climática desde abajo es más urgente que nunca. A medida que nuestros movimientos se expandan y se multipliquen, mejoraremos nuestra capacidad de combatir con éxito el capitalismo y de luchar por una sociedad realmente justa que beneficie a todos los pueblos y a la Madre Tierra.

[1] Para conocer la definición del término «agricultura climáticamente inteligente», tal como aparece en este boletín, consultar aqui.

Voces desde el campo

Voces desde el campo: Testimonios de niños y niñas pertenecientes a comunidades productoras de alimentos

1 – Filipinas

Elsa Novo, presidenta de la NKP (Federación de Mujeres Aeta) y Fernando Luis, Director de área del Instituto para el Desarrollo de los Pueblos (Peoples Development Institute o PDI por sus siglas en inglés) llevaron a cabo unas entrevistas con tres preguntas: 1) Cuáles son tus platos favoritos; 2) Qué tareas de la producción de alimentos prefieres; 3) Cuáles son tus juegos y lugares favoritos para jugar y divertirte. Participaron en ella 10 niños indígenas Aeta de Zambales, con edades de 7 a 13 años, 5 de ellos eran niños y 5 niñas.   

Elsa Novo, presidenta de la Federación de Mujeres de los pueblos indígenas Aeta de  Barangay Oriental del monte Pinatubo, Municipio de Botolan, se encargó del taller sobre dibujo, y Fernando Luis tomó nota de las respuestas durante las entrevistas. De los 10 niños, 6 preferían los platos filipinos de carne, como cerdo sinigang, cerdo en adobo y pollo en adobo, mientras que los otros 4 preferían los platos de frutas y verduras filipinas como el pinakbet, kare-kare y otros. 

En cuanto a la segunda pregunta relativa a actividades agrícolas, a 4 de ellos les gustaba plantar verduras, tubérculos y legumbre; 2 niños Aeta preferían regar las plantas y otros 2  desherbar,  pero a 1 niño Aeta le gustaba arar  y a otro le gustaba trabajar los terrenos baldíos.

Sobre la cuestión de los juegos, a 3 de ellos les gustaba el baloncesto y el badminton, y 7 niños y niñas Aeta preferían jugar a los juegos tradicionales, como el escondite y el juego chino de la cuerda.

2 – Colombia

Mi nombre es Juan Simón Briceño Ávila tengo 7 años de edad, vengo de un pueblo llamado Barinitas en Venezuela, ahora vivimos en una vereda llamada Brasil en Viotá Cundinamarca, Colombia, vivimos en el campo y me gusta vivir ahí porque soy libre de caminar y jugar lo que quiero, mi juego favorito es los super héroes niños y con mis amigos de la escuela jugamos futbol. Mi plato favorito es la ensalada de huevo, con lechuga y zanahoria, los huevos vienen de las gallinas que tenemos en el corral detrás de nuestra casa, las lechugas vienen de la semilla que plantamos en la huerta y las zanahorias nacen de las semillas que también plantamos en nuestra huerta. Las lechugas están listas para ser cosechadas cuando están gorditas y tienen muchas hojas y las zanahorias cuando tienen hojas grandes y el pinito afuera (el cuello de la zanahoria), esta ensalada me gusta porque yo mismo la sé hacer, es un secreto como la preparo. En la actividades de trabajo de la casa me gusta darles el maíz a las gallinas, aunque a veces cuando recojo los huevos se me caen y algunas veces se rompen, también le doy la comida a los conejos tenemos dos conejos Ramona y Pepe, Ramona es cariñosa pero a Pepe no le gusta que lo acaricien, a ellos les gusta mucho las hojas de una planta que se llama lengua de vaca pero hay otra planta que no le podemos dar porque es mala para ellos sus hojas son arrugadas y de color  verde oscuro. También siembro maíz y frijol con mi mamá, estos maíces y frijoles son de muchos colores como un arcoíris y siembro papas con mi papá y mi hermanito Martin, nos gusta sembrar muchas cosas para siempre tener diferentes cosas para comer.

3 – España

Mi nombre es Salome Schranz Moreno tengo 12 años, voy a la Escuela Los Doce Olivos en Órgiva, La Alpujarra (Granada, Andalucía). Nuestros amigos y mi familia vamos a un  terreno para hacer un proyecto de huerto colectivo. Hace unos días fuimos allí por una razón: en el terreno habían crecido unas malas hierbas que nos impedían plantar. Entonces decidimos hacer un torna peón* en el huerto colectivo para ir más rápido. Yo me encargue de ocuparme de sus hijos porque como todos son como de la edad de 3 a 6 años y yo tengo 12 años.

Mientras los papas y mamas trabajaban quitando malas hierbas yo me ocupo de los pequeños. Primero les conté unos cuentos y luego los lleve a un parque cerca de allí. Jugamos, reímos, nos divertimos. A continuación llegó la hora de comer. Nos devolvimos al terreno para ir a comer, había tortilla, y todo tipo de cosas a base de verduras. Comimos y disfrutamos.

También vamos a esa tierra para hacer otras tareas como cosechar y plantar. Mi mamá, mi papá, Yvon y Raúl, que son dos amigos nuestros, mi hermano y yo, fuimos a cosechar las aceitunas todos juntos, incluso mi hermano que tiene 3 años. Cuando cosechamos lo hacemos de 10 a 5 o 6 de la tarde. De 10 a 10 y media preparamos las redes, de 10 y media a 13 y media cosechamos, de 13 y media a 14 y media comemos y descansamos y por ultimo de 15 a 17 o 18 seguimos cosechando. Pasados unos días llevamos la aceituna al molino y repartimos el aceite.

*El torna peón es: cuando alguien se ofrece para ayudar al amigo o a la amiga y le ayuda en su terreno o finca y después el que recibió ayuda le ayuda a su compañero.»

Voces desde el campo 4

Lactancia materna y soberania alimentaria para bebés y niños pequeños – la experiencia de india

Dr. JP Dadhich MD, FNNF[1]

La Estrategia Mundial para la Alimentación de los bebés y niños/as pequeños recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida, y seguir amamantando durante dos años o más, complementando adecuadamente la alimentación a partir de los seis meses. La lactancia materna es un método sostenible y soberano de proporcionar alimentos y nutrición a los bebés y niños pequeños, lo cual es vital para la supervivencia, salud, y desarrollo de los niños y para la salud de las madres.    

En India nacen al año unos 25 millones de niños, de los cuales solo el 41,6% recibe lactancia materna en la hora siguiente al nacimiento. Además, únicamente el 54,9% de los niños de menos de seis meses de edad reciben lactancia materna exclusiva y sólo el 67,5% de los niños son amamantados todavía a la edad de 20-23 meses.[2] Esto significa que un elevado porcentaje de niños de menos de dos años se ve privado de su derecho a recibir un método de alimentación con soberanía y dependen de productos comerciales en su fabricación y comercialización. Esto es más crítico para los niños de menos de seis meses, porque el único alimento recomendable para ellos es la lactancia materna exclusiva. 

El motivo que subyace tras la situación sombría de la lactancia materna es la falta de acción a lo largo de una década de diversos programas y políticas sobre la alimentación de bebés y niños pequeños. Esto se deduce del informe de la Iniciativa Mundial sobre Tendencias en materia de lactancia materna (WBTi por sus siglas en inglés)[3], que refleja la necesidad de aplicar la ley de modo eficaz para proteger la lactancia materna (Ley sobre leches de sustitución[4]), universalizar la protección de la maternidad, proporcionar acceso a servicios de asesoramiento sobre lactancia materna, por parte de personal capacitado y formado, para todas las mujeres embarazadas y en lactancia, incluso durante circunstancias especiales como emergencias y VIH y supervisar y evaluar de modo eficaz los programas de lactancia materna.


[1] Director técnico –  Red de Promoción de la lactancia materna de India (BPNI por sus siglas en inglés) y miembro del Consejo Mundial de la Red Internacional de Acción Alimentaria infantil (International Baby Food Action Network, IBFAN).

[2] http://rchiips.org/NFHS/pdf/NFHS4/India.pdf y https://data.unicef.org/topic/nutrition/infant-and-young-child-feeding/

[3] http://www.worldbreastfeedingtrends.org/GenerateReports/report/WBTi-India-Report-2015.pdf

[4] Ley sobre las leches de sustitución, biberones y alimentos infantiles (Regulacion de  la Producción, Suministro y Distribución), 1992 modificada en 2003 (Ley IMS por sus siglas en inglés).

Cuadros

Cuadro 1

Luchando contra el impacto de la publicidad de las grandes compañías de la industra alimentaria en los niños de Colombia.

Los niños han sido vistos como un sector lucrativo del mercado para las grandes empresas responsables de producir productos comestibles ultra-procesados. Por ejemplo aquellos con alta concentración de azúcar, sal y grasa.

Tales productos y también bebidas edulcoradas han sido una de las principales razones del creciente número de diabetes y obesidad entre niños y adolescentes alrededor del mundo. En Colombia el 15,7% de los niños entre 5 y 17 años tienen sobrepeso; algunas provincias como las Islas San Andrés, presentan tasas cercanasal 30%, poniéndolas en niveles similares a México, el país conocido por tener los niveles más altos de obesidad infantil del mundo.

La pandemia de obesidad entre los niños se ha expandido a paso muy acelerado en Colombia: las compañías ven a los niños y adolescentes como meros consumidores de productos pobres en nutrientes.
El 96% de toda la publicidad dirigida a niños en uno de los canales principales de la televisión era de comida chatarra según una muestra hecha en 2012. Así, las corporaciones eligen como blanco de campañas publicitarias agresivas a la audiencia joven, especialmente a través de la televisión, internet y letreros cerca de las escuelas.

La asociación colombiana de padres «Red Papaz» y FIAN Colombia, en cooperación con Educar Consumidores, Vital Strategies y Global Health Advocacy Incubator han por lo tanto desarrollado una amplia campaña en el país llamada «No comas más mentiras, no se las des a tus hijos»
Esta campaña resalta: 1) que los niños no son sólo consumidores. Primero y principal son tenedores de derechos bajo protección especial en la Constitución Colombiana. 2) Que la pandemia de obesidad no es cuestión elecciones equivocadas de estilo de vida, más vale es el resultado de elecciones sistémicas a favor de una dieta corporativa. En este sentido, la campaña insta al Estado Colombiano a que obligatoriamente prohíba la publicidad de comida chatarra para niños y transforme el actual sistema agro-alimentario hacia la agro-ecología y soberanía alimentaria.

Cuadro 2

Los niños y niñas y la pesca en la comunidad Katosi

«Aunque el sitio de desembarque de Katosi en el distrito de MUKONO en Uganda Central se ha convertido en unsitio de desembarque que maneja pescado para exportar, el volumende actividades en el sitio ha decaído a través de los años. Imágenes de un centro comercial palpitante y ajetreado cuando éramos niños están tan vívidos en mi mente. El amanecer sobre las orillas del lago le daban un aspecto dorado. Entre las 9 y las 12 de la mañana, el lugar se ponía más ajetreado con botes que traían pescado, mujeres que lo procesaban y comerciantes de todo el país que subían al amarradero para comprar pescado. Mi madre tenía derecho al pescado de sus dos yernos todos los días. El pescado era nuestro alimento diario, comido en todas sus formas y tamaños mientras todo el pueblo se llenaba con el aroma de pescado ahumado en las noches.» Margaret Nakato, Coordinadora de KatosiWomenDevelopmentFund y Directora Ejecutiva de WFF.

El recientemente terminado estudio de base por KWDT en comunidades pesqueras reveló que los niños constituyen más del 54% de toda la población de comunidades pesqueras (KWDT Baselinereportfor Project Inception, 2017). Acceso al consumo adecuado de pescado a nivel hogares es esencial para cumplir los requerimientos de dieta para niños. Sin embargo, el acceso reducido a lugares de pesca y recursos pesqueros, agregado a la exportación de pescado ha reducido mucho el consumo de los niños, tanto o más que el de los adultos.

Durante una entrevista con una de las mujeres en el amarradero Nangoma, ella narró: «Si tu esposo no es un pescador, no puedes comer pescado estos días. Y aunque sea pescador, a veces no puede conseguir pescado para vender y además para comer en casa.»

KWDT ha trabajado activamente con mujeres y niños en el desarrollo de actividades y para resaltar su rol en restaurar las reservas de peces, como también reducir la presión sobre el sector pesquero al apoyar a mujeres en diversas actividades generadoras de ingresos. La mejor manera de asegurar el derecho de los niños al consumo de pescado es a través de asegurar acceso al pescado de mujeres y comunidades locales.

Cuadro 3

«Sem-Terrinha»: Movimiento de Trabajadores sin Tierra, infancia y soberanía alimentaria en brasil

El Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MST) nació hace 34 años, y se organiza alrededor de tres objetivos principales: Luchas por la tierra, reforma agraria y socialismo. Estamos organizados en varios frentes de acción, entre otros: producción, salud, juventud, cultura, educación, derechos humanos.

Desde el principio de las primeras ocupaciones, nuestros hijos, los llamados «Sem-Terrinha» (niños sin tierra), han participado en la organización, porque creemos que todos debemos implicarnos en las luchas colectivas.

Este concepto condujo a MST a desarrollar a lo largo del tiempo actividades que tenían a nuestros niños como protagonistas. Algunos ejemplos: «cirandas» de niños (espacios pedagógicos para el desarrollo y el cuidado); reuniones de los «Sem-Terrinha», la Jornada de Lucha de las escuelas rurales, así como publicaciones como el periódico «Sem-Terrinha» y la revista «Sem Terrinha».

Nuestra experiencia más reciente con los «Sem Terrinha» ha sido la Jornada Cultural: con el nombre de «Alimentación sana: un derecho de todos» esta jornada se celebra desde 2015 y está en el centro del debate sobre Reforma Agraria popular. Participan niños y adolescentes de escuelas Rurales y escuelas de campamentos por todo el país. Los principales objetivos de la Jornada son:

1. Fortalecer y divulgar distintas experiencias de diferentes regiones sobre comida sana y su relación con la Reforma Agraria popular;
3. Contribuir a la educación alimentaria de las familias sin tierra y a la lucha general en aras de una alimentación adecuada libre de plaguicidas;
4. Fortalecer las iniciativas para reorganizar la alimentación en las escuelas;
5. Estudiar y debatir las relaciones entre alimentación sana, soberanía alimentaria, agroecología, agricultura campesina y Reforma Agraria popular;
6. Introducir en las escuelas elementales el debate sobre la agroecología y sobre las prácticas de agricultura ecológica;
7. Relanzar el debate sobre como garantizar que se mantenga el vínculo entre educación, trabajo socialmente productivo y contenidos educativos.

Durante la Jornada se organizaron cientos de actividades en todo el país, desde estudios específicos en colegios sobre hábitos alimentarios e historia de los alimentos, comprendiendo los que producen los asentamientos de la reforma agraria, investigación sobre sistemas agro-ecológicos, talleres relacionados con la cocina local, prácticas de campo y experiencias en el campo de la agroecología.

Los elementos fundacionales de las luchas del MST también estuvieron presentes durante las actividades de la Jornada, por ejemplo se organizaron obras de teatro, campañas de sensibilización, charlas, y marchas para denunciar, no solo el uso de plaguicidas y de semillas transgénicas, sino también el monopolio y la estandarización de los alimentos que han impuesto las empresas transnacionales y el agronegocio.

Durante la Jornada propiamente dicha, en las escuelas donde se promovió el debate se produjo un cambio sustancial, con la erradicación de los refrescos y los alimentos procesados y la introducción de alimentos de producción agroecológica local de los asentamientos, así como la creación de huertos para suministrar verdura a los colegios y la instauración de un banco de semillas nativas.

¡Eduquemos para hacer comprender que comer es un acto político! Este es un trabajo fundamental que motiva nuestras luchas! ¡Luchemos para construir una Reforma Agraria popular!

Cuadro 4

«SATU PO IMPARAI»* (Aprendiendo del campo)
Proyecto de educación sobre medio ambiente y alimentación escolar

El Proyecto se fundó en 2007 para acercar la escuela al mundo rural y al mismo tiempo valorizar el papel multifuncional de las granjas. También perseguía reforzar el papel de las explotaciones como transmisoras del conocimiento, el patrimonio y los aromas de los alimentos producidos localmente a la vez que se incidía en su carácter sostenible desde el punto de vista medioambiental, social y económico.
Las tres actuaciones principales son: visitas escolares a granjas-escuela (fattorie didattiche en It.), desarrollo de redes entre granjas-escuela y las Acciones Comedores Escolares, de las que hablaremos a continuación.

Las partes interesadas en esta acción son la Provincia de Medio Campidano, la Agencia Regional de Laore Cerdeña, el Centro de Salud local, las escuelas, las granjas, los gestores de los comedores escolares y las asociaciones pertinentes. Todos ellos establecieron un grupo de trabajo en 2011 con el siguiente programa de trabajo:
1. Análisis de la situación actual de los comedores escolares;
2. Desarrollo de la documentación necesaria para la licitación de comidas escolares sostenibles, de calidad, de 0 Km;
3. Distribución de la documentación de la licitación entre los municipios, con la supervisión del servicio de comedores escolares de conformidad con la documentación y experimentando con nuevas prácticas.

La documentación necesaria para la licitación se elaboró en junio de 2011 y se remitió a 24 autoridades locales en la provincia que suministran servicios de comedor escolar. El documento contenía las propuestas siguientes:
1. 70% de los productos debía tener una certificación de calidad (DOP, IGP, ecológico), tradicional, local y con cadena de suministro corta, en la cual el 30% debía ser ecológico;
2. Los aperitivos debían elaborarse con productos locales;
3. Debía elaborarse un plan de educación alimentaria;
4. Otros elementos de sostenibilidad medioambiental: los recipientes para el agua, la vajilla y la cubertería desechables debían ser biodegradables y compostables, los jabones y detergentes ecológicos, los electrodomésticos de ahorro energético, con gestión de los residuos.

Tres municipios adoptaron la documentación de licitación en 2011 y a lo largo de 2012 y 2013 lo hicieron la mayoría de las demás autoridades locales. A juzgar por el seguimiento y reconocimiento que recibió después, podemos decir que el proyecto (que fue recogido en una publicación en 2015) alcanzó sus objetivos mucho más allá de las expectativas más optimistas.

El proyecto otorgó a la alimentación un valor «social», estimulando relaciones positivas en la comunidad y creando conciencia y sensibilizando a productores y consumidores. También abrió un debate más amplio sobre la «educación en alimentación», la equidad (alimentos de la misma calidad en todas las escuelas para todos), y la soberanía alimentaria.

Destacados

El lugar de la alimentación infantil en la soberanía alimentaria

En nuestro trabajo político de concientización, educación y movilización por la soberanía alimentaria, ¿cuánta importancia le damos a tematizar la alimentación de nuestras hijas/os y las niñas/os que nos rodean? ¿Es acaso éste un tema menor de interés sólo para quienes somos madres? A continuación ofrecemos algunas reflexiones sobre por qué el tema de la alimentación de nuestras niñas/os y su participación activa y por derecho propio en nuestro movimiento es vital para el futuro de la soberanía alimentaria.

De la desnutrición a la obesidad infantil – el discurso dominante

El discurso público sobre alimentación e infancia ha estado dominado por un abordaje médico-científico: por décadas la preocupación principal ha sido la desnutrición, así que el debate ha girado principalmente en torno de las medidas antropométricas como las estadísticas sobre índice de peso para la edad, índice de talla para la edad y la carencia de vitaminas. Recientemente, el índice de sobrepeso empieza a robarse la atención de la opinión pública debido a su dramático aumento. El último Informe sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de FAO dictamina que mientras los índices de desnutrición seguirán bajando, el índice de sobrepeso va a aumentar. El tema de la obesidad infantil probablemente se convertirá entonces en el tema prioritario en la agenda política de las agencias internacionales.

La obesidad y el sobrepeso solían considerarse problemas de los países de ingresos altos. Sin embargo, la prevalencia de estos trastornos viene en aumento en los países de ingresos bajos y medianos principalmente en zonas urbanas. En África en número de niñas/os con sobrepeso u obesidad se ha duplicado: de 5.4 millones en 1990 a 10.6 millones en 2014.  En 2014 cerca de la mitad de las/os niña/os con sobrepeso eran de Asia; mientras que en México se calcula que cerca del 30% de las niñas/os tienen sobrepeso.

¿Cuáles son los factores que explican esta pandemia? Hay distintos abordajes. Por un lado, las instituciones y agencias internacionales propagan un abordaje individualista, moralizante que sutilmente culpa a las familias por no alimentar bien a las niñas/os, y por ponerles a ver televisión o internet en lugar de hacer ejercicio. En este discurso, el estilo de vida urbano, con sus tiempos, tipos de trabajo y relaciones sociales, cambia los hábitos alimentarios por unos más modernos, ligados a al supuesto desarrollo. La solución que plantea este abordaje se enfoca en informar y educar mejor a los consumidores para que elijan los alimentos más sanos en las estanterías de los supermercados y en incentivarlos a hacer ejercicio.

La geopolítica de la dieta “occidental”

Evidentemente este abordaje no pregunta por los determinantes históricos, políticos, socio-económicos y culturales que condicionan el tipo de comida que se produce y los factores que le dan forma a los hábitos alimentarios de las comunidades. Es un abordaje que desconoce relaciones de poder, de opresión y discriminación. No pregunta quién decidió y cómo impuso la dieta urbana o “occidental” que es rica en grasas, azúcar, carbohidratos refinados, carne y productos animales pero pobre en vegetales, legumbres y granos gruesos al mundo entero. El aumento en el consumo de estos productos está estrechamente relacionado con las políticas agrícola practicada por las principales potencias agrícolas mundiales. Estas políticas establecieron una serie de incentivos (subsidios de producción, investigación pública, ayuda para la exportación) que llevaron a concentrar la producción en cereales básicos (trigo, maíz, arroz) y en oleaginosas. Por otra parte,  La liberalización del comercio agro-pecuario y pesquero, así como el fomento de las inversiones extranjeras en toda la cadena alimentaria han jugado un rol central en la expansión de las corporaciones transnacionales a lo largo de toda la cadena alimentaria. A través de este sistema alimentario global corporativo la dieta compuesta de “comida chatarra” o comestibles ultra-procesados – como las papas fritas, la pasta, las hamburguesas y las bebidas azucaradas –  se ha propagado a grandes velocidades por todo el planeta.

La dieta “occidental” se impone no sólo gracias a factores duros como los geo-políticos y económicos, sino que necesita también de la superestructura cultural para producir los cambios de hábitos alimenticios y culturales funcionales al sistema alimentario corporativo. El caso de la publicidad agresiva para cautivar a niña/os y jóvenes y formar desde temprana edad su gustos y costumbres alimentarias,habla por sí solo. Ver más abajo el cuadro sobre Colombia.

Los comedores escolares y la agricultura campesina

El principal punto de encuentro hasta ahora entre la alimentación infantil y la soberanía alimentaria se ha dado en el campo de los comedores escolares y las políticas públicas de fomento a la agricultura campesina. Los programas públicos de alimentación escolar han sido parte de la política social en varios países del mundo. Si bien se ha demostrado el efecto positivo de estos programas tanto para que las/os niñas/os atiendan regularmente la escuela como para mejorar su estado nutricional, su cubrimiento sigue siendo relativamente bajo y se calcula que apenas alcanza un 15% de la población infantil. Países como India, Brasil y África del Sur cuentan con importantes programas de alimentación escolar. En el caso de Brasil, la política pública de alimentación escolar busca garantizar el derecho de las/os alumnas/os a alimentos sanos y, por este motivo, se concibió en conexión con la política pública de fomentar la agricultura campesina local estableciendo una cuota obligatoria de abastecer cada escuela con mínimo 30% de alimentos provenientes de campesinas/os. Esquemas similares a éste existen a nivel municipal en Europa y Estados Unidos. Ver más abajo la experiencia en la isla mediterránea de Cerdeña.

El significado de la alimentación durante la infancia

Una alimentación sana y nutritiva es vital para el buen desarrollo y crecimiento de las niñas/os desde su gestación. Quizás es en esta etapa de la vida cuando la alimentación comporta mayor trascendencia en la vida de los seres humanos: no solo sienta la bases de todo el desarrollo físico y espiritual posterior; sino que le da gusto, aroma, sabor, color, textura a los más profundos lazos que a través de los alimentos nos unen con nuestras familias y comunidades, así como con nuestra tierra natal.

A pesar de este trascendental significado, es poco lo que el movimiento de soberanía alimentaria ha reflexionado y actuado con respecto a la alimentación infantil. ¿Será porque ésta no se percibe como un tema masculino y de poder, sino más bien de la esfera femenina y reproductiva? El caso es que la interpretación sobre esta dimensión de la alimentación se encuentra en manos de las instituciones y los profesionales de la salud, y más recientemente es uno de los campos preferidos de “inversión” de grandes iniciativas corporativas de nutrición como las que patrocina la Fundación Gates. Surgen entonces varias preguntas: ¿cómo entendemos la alimentación infantil desde una perspectiva de soberanía alimentaria? ¿Cómo construimos esta perspectiva en diálogo con las niñas/os mismas, con maestras/os, cocineras/os, campesinas/os, vendedoras/es, parteras, promotoras/es de salud y otras personas encargadas de nuestras prácticas alimentarias y de salud comunitaria? ¿Cómo abordamos entre madres y padres una repartición equitativa del cuidado reproductivo de alimentar sana y nutritivamente a nuestras/os hijas/os? Es hora de darle a la alimentación infantil en nuestro movimiento la importancia que se merece.

Voces desde el campo

Voces desde el campo 1

Bangladesh un ejemplo de Migración Climática

Golam Sorowor, secretario de Finanzas de BAFLF

Bangladesh es un país densamente poblado, el cual es una clara víctima de la explotación global respecto a los impactos de cambio climático. Estos impactos ya incluyen la rápida expansión de salinidad en el suelo debido a la elevación de los niveles del mar, inundaciones por mareas, mareas de tormenta, incremento de temperaturas, lluvias fuertes, inundaciones repentinas, sequías, deslizamientos de tierra y erosión de ríos.

Las consecuencias del cambio climático son que agricultores y comunidades rurales están experimentando un aumento de la inseguridad de sustento, desnutrición, desempleo, pobreza, tráfico de personas, migración forzada, como también crisis respecto a la tierra, agua y alimento. Más de la mitad del área de Bangladesh está apenas 5 m sobre el nivel del mar. Una suba de 1 m en el nivel del mar sumergiría una quinta parte del país y transformaría a unos 30 millones de personas en “refugiados climáticos”.

El tema refugiados climáticos será uno problema principal en las décadas por venir en Bangladesh.

Muchas de las principales ciudades ya están bajo presión, particularmente la capital Dhaka. En 1974 la población de Dhaka era 177.000; en 2017 llegó a 1.8 millones. En 2035 será 3,5 millones (informe del Banco mundial). Dos mil personas vienen cada día de diferentes partes del país en búsqueda de trabajo y albergue.

Las 10 ciudades más peligrosas del mundo debido al cambio climático incluyen a Dhaka. Los refugiados del clima global enfrentarán fronteras cada vez más protegidas, como es el caso de la India, que está militarizando su frontera con Bangladesh por lo que hoy en día ya se reportan muertes cada mes.

La agricultura en Bangladesh es altamente dependiente de factores climáticos. Un ciclón puede destruir un volumen significativo de la cosecha de estación.

El ciclón Sidr destruyó casi el 95% de los cultivos en distritos costeros cuando se estrelló contra Bangladesh en 2007 (ABD, 2013). El ciclón Aila inundó casi 200.000 acres de tierra de agricultura con agua salada (97.000 acres en Aman están totalmente arruinados y 300.000 personas fueron desplazadas (243.000 hogares han sido completamente devastados.)

Aumento en la salinidad del suelo y temperaturas máximas llevarán a un descenso en el rendimiento del arroz.

Un cambio en la temperatura podría también reducir la producción de papas en más de un 60%,

La inundación repentina de 2017 en Haar rebajó la producción de arroz en más de 15.8 millones de toneladas.

La investigación ha mostrado un 69% de descenso en la producción de arroz en un pueblo costero en 18 años. Alrededor de 1/3 del área de Bangladesh es influenciada por mareas en la Bahía de Bengal.

Para abordar las crisis ambiental y de alimentos, el gobierno promueve agronegocios privados, mayor inversión en semillas, fertilizantes y maquinarias, adoptando semillas híbridas e imponiendo OGM en nombre de la seguridad alimentaria. Bangladesh ya ha liberado el primer cultivo OGM btBrinjal en 2014,: Una papa OGM está en camino y el gobierno anunció planes para la comercialización del primer arroz de ingeniería genética Golden Rice en 2018. Todo esto en lugar de proteger campesinos y apoyar la agricultura agroecológica de pequeña escala.

La estrategia del Banco Mundial y otros donantes internacionales para la “seguridad alimentaria” corporativa es una estrategia riesgosa para la agricultura en el contexto del cambio climático. El verdadero interés detrás de esta política es permitir a las compañías transnacionales de semillas y químicos acceder a mercados agrícolas en Bangladesh. Por lo tanto, es importante promocionar el derecho de los agricultores a las semillas y empoderar comunidades rurales para que puedan proteger sus propios sustentos.

Asegurar la soberanía alimentaria es la mejor alternativa a la política agrícola actual en Bangladesh.

Cambio Climático, Soberanía Alimentaria y Agricultura abarcan cuestiones multidimensionales de política de bienestar humano, manejo ambiental y buena gestión.

Por consiguiente, cualquier estrategia para abordar la Soberanía Alimentaria y Agricultura Sostenible integrando el cambio climático debería considerar medios de subsistencia como componente integral.

Voces desde el campo 2

La esclavitud moderna de las recolectoras de fresas

Mohammed Hakach, Fédération Nationale du Secteur Agricole, Marruecos

Han sido necesarios más de 10 años para que saliera a la luz la realidad de miles de trabajadoras agrícolas marroquíes. Una realidad marcada por el sufrimiento, el aislamiento, la explotación y los diferentes tipos de acoso. Las mujeres rurales marroquíes son explotadas «legalmente» en el marco de la inmigración llamada «circular», a través de la agencia ANAPEC y bajo la tutela del Ministerio de Trabajo, para trabajar temporalmente en las freseras del sur de España. El calvario de estas mujeres, condenadas a las fresas, comienza con la contratación y termina con las condicionesinclementes de trabajo y estancia. Para ser contratadas, la patronal agraria española exige condiciones que recuerdan al comercio de esclavos de la Isla de Gorea en Senegal. La candidata debe ser joven, madre de hijos menores de 13 años, tener las manos agrietadas, un aspecto rural y una talla adecuada para el tamaño del invernadero. En cuanto a las condiciones de trabajo, de alojamiento y de salario, tanto los relatos de las víctimas, como los reportajes delos medios de comunicación, cuentan lo mismo: se trata de esclavitud moderna. La Fédération Nationale du Secteur  Agricole a través de su Organización de las Mujeres del Sector Agrícola no ha cesado de denunciar los abusos que sufren las trabajadoras agrícolas inmigrantes. La Fédération considera insostenible la situación actual, siendo los primeros responsables el Estado marroquí y el Estado español.

Voces desde el campo 3

Una carta de una madre

Las cartas escritas por migrantes son una fuente valiosa de información sobre su situación, viajes y el abuso que soportan. También son un aspecto importante de literatura de migración. Varias cartas de despedida se han encontrado en los bolsillos de migrantes ahogados en el Mediterráneo o de migrantes angustiados mientras en prisión. Elegimos esta carta enviada por una madre a una asociación de ayuda a migrantes luego de ser separada de su hijo en la frontera de los EEUU.

Soy Claudia. Mi historia inició cuando crucé el rio el 21 de mayo de 2018, este día me agarró migración. Yo venía con mi hijo Kevin, nos tomaron los datos y nos llevaron a la Helera y allí pasamos tres horas y luego nos trasladaron a otro lugar que le dicen a la Perrera. Ahí estuve con mi hijo, él estaba muy preocupado, me decía que no quería esta comida, y que estamos presos. Y el 23 del ese mismo mes me separaron de él con mentiras y esto me dolió mucho porque no me despedí de mi hijo.  Solo le dije que me llevaban a hacer unos exámenes, pero en realidad iba a la corte criminal y supuestamente al regreso de la corte volvíamos a reunirnos con ellos y no fue así. Yo lloraba mucho, sentía que me volvía loca y que faltaba algo en mi vida, no estaba completa. Me trasladaron a Laredo, allí pase 12 días; y luego a Taylor ya tengo 24 días, me negaron mi creíble y voy a ver al juez. Pero no es justo, tanto tiempo mi hijo sigue detenido. Uno viene a este país a pedir asilo, no que lo metan preso como criminal y que te quiten a tu hijo todo este tiempo. Solo hemos hablado tres veces y la última vez me dijo que está triste y que cuando vamos a estar juntos y eso me parte el alma. Queremos justicia y que nos reúnan con nuestros hijos pronto. Somos seres humanos y hay muchas madres sufriendo.

Voces desde el campo 4

El Nakba Palestino; un proceso en marcha de desplazamiento y exilio.

Aghsan Albarghouti Unión de Comisiones de Trabajo en Agricultura, Palestina

Setenta largos años han pasado desde la Nakba Palestina de 1948 donde más de 700,000 palestinos fueron forzados a dejar sus tierras, granjas y hogares y buscar refugio en campamentos diseminados a través del West Bank, La Franja de Gaza y países árabes vecinos.

Hoy se cuentan por millones la población de refugiados palestinos y están dispersos en numerosas ciudades alrededor del mundo.

Pasaron 70 años y el Nakba continúa. Continúa mientras miles de palestinos son desplazados por la fuerza de sus tierras y hogares, no solamente en Palestina sino en países vecinos.

Continúa mientras refugiados palestinos en Irak y Siria han sido forzados a dejar sus hogares muchas veces a través de los años. Continúa como un reflejo de las dificultades y duras condiciones bajo las cuales los refugiados viven en el Líbano.

La Nakba continúa con la ocupación en desarrollo del West Bank y la Franja de Gaza, con la política Israelí de despojo y demolición de casas, con las guerras que Israel ha estado librando contra los Palestinos que viven en La Franja de Gaza; con los asentamientos que continúan siendo construidos en tierras Palestinas; con agresión de colonos sancionado por el Estado de ocupación y con el intento de atrincherar el control Israelí sobre la ciudad ocupada de Jerusalén y expulsar los habitantes palestinos de la ciudad.

La recientemente promulgada ley estatal de nación de Israel es otro reflejo de  la continuación de la violencia original contra la población Palestina indígena. Esta ley sanciona las siempre existentes políticas de Israel de apartheid y busca deshacerse más la tierra de su población palestina original como continúa realizando el Estado Israel de ocupación.

Claramente, la continuación del Nakba contra el pueblo Palestino dentro y fuera de Palestina necesita acción colectiva y verdadera solidaridad hacia el logro de justicia que incluye el retorno de refugiados a sus hogares, y la libertad de nuestra tierra.

Voces desde el campo 5

Crisis y luchas como sobrevivir al muérdago

Foro de pescadores de Pakistán, miembro de WFFP

La palabra “Migrante» es una señal de tragedia, y la lucha de los migrantes por respirar puede compararse a la de un árbol que lucha por sobreponerse al muérdago (Amarbail). Ser un migrante no es un crimen, pero ellos se ven forzados a vivir peor que los reclusos en todo el mundo.

En Karachi hay un número importante de migrantes (especialmente bengalíes y birmanos) que viven cerca del mar en las proximidades de la zona industrial. La mayoría trabajan como obreros en profesiones relacionadas con la pesca. Su crisis comienza por la lucha por obtener una Tarjeta Nacional de Identidad (TNI), un requisito previo para tener acceso oficial a derechos humanos básicos, como la educación, la atención sanitaria y mejores empleos.

La escasez de oportunidades de obtención de ingresos para los pescadores migrantes hace que vivan muy por debajo del umbral de la pobreza en Pakistán. El motivo principal es no tener TNI. No se les permite optar a empleos públicos, ni salir a navegar para pescar. El único medio que les queda de ganarse el pan es trabajar como obreros en los barcos o pelando gambas en sus casas sin ninguna cobertura legal. Su situación el legal les impide obtener salarios dignos. 

La única atención sanitaria a la que tienen acceso es un servicio externo en los hospitales. Sin tarjeta de identidad los hospitales no admiten a los pacientes graves ni pueden recibir sangre de los bancos de sangre.  Los hijos de los migrantes se ven obligados a abandonar la escuela después de la primaria, y en pleno siglo XX son empujados al analfabetismo. Con la introducción de nuevas restricciones en la admisión a las escuelas primarias, incluso sus esperanzas de educación primaria se están desvaneciendo. Esta ley viola radicalmente las obligaciones del estado: «El estado proporcionará educación gratuita y obligatoria a todos los niños «.

Debido a la falta de educación, empleos y otras necesidades básicas, para satisfacer sus necesidades económicas sus jóvenes se involucran en el tráfico de drogas y la delincuencia callejera.

La generación actual de pescadores en Pakistán no está formada por migrantes. Están aquí por la migración de sus antepasados. Al negarse a emitir las tarjetas de identidad, la NADRA (la autoridad nacional responsable de las bases de datos y las inscripciones) parece ir en contra de la ley 1951 de ciudadanía paquistaní, que declara que «toda persona nacida en Pakistán después de la entrada en vigor de esta ley será un ciudadano de Pakistán por nacimiento».

Las comunidades bengalíes consideran que sus vecinos son acogedores y les dan apoyo para resolver problemas cotidianos. La sociedad pakistaní es muy hospitalaria, pero los poderes públicos están negando a los migrantes la posibilidad de integrarse en la sociedad.

Voces desde el campo 6 

Trabajadores temporeros migrantes en el sur de Italia

Unione Sindicale di Base, Italia

El sindicato italiano Unione Sindicale di Base(USB) tiene como objetivo representar, defender y promover los derechos de los hombres y mujeres trabajadores/as y oponerse a la fragmentación de las luchas de los trabajadores poniendo en contacto y sindicando a los trabajadores en sur territorios.

En Italia, los trabajadores agrícolas temporeros (muchos de los cuales son migrantes procedentes de África y Oriente Medio) se enfrentan a condiciones extremas de explotación, represión y discriminación racial. Esto es instigado por un modelo industrial de producción que depende de la explotación de los trabajadores agrícolas y de los campesinos. En Italia la situación se agrava aún más por una ley de inmigración derechista que obliga a los migrantes a tener un contrato de trabajo para poder obtener un permiso de residencia temporal. Esto crea un mercado negro en el cual los trabajadores migrantes se ven obligados a aceptar condiciones de trabajo inhumanas con la esperanza de no ser deportados.

En el sur de Italia, especialmente en las regiones de Puglia, Basilicata y Calabria, los trabajadores temporeros migrantes se dedican principalmente a la recogida de cítricos, tomates y aceitunas, dependiendo de la temporada. Viven hacinados en condiciones inhumanas, hacinados en campamentos, fábricas abandonadas y cobertizos. Trabajan por dos euros por hora en condiciones extremas y están sujetos a violencia e intimidación. Una de las últimas víctimas fue un sindicalista y trabajador maliense de 29 años de edad, Soumalia Sacko, asesinado en la llanura de Gioia Tauro cerca de Reggio Calabria. Soumalia estaba buscando tejas para las chozas con dos compatriotas cuando le dispararon en la cabeza. 

Este trágico acontecimiento llevó ala USB a organizar múltiples movilizaciones en varias ciudades italianas para exigir justicia y reivindicar los derechos de los trabajadores. Los medios de comunicación nacionales dieron cobertura a esta historia, que propició el inicio de conversaciones entre la USB y los Ministerios de Agricultura y de Trabajo.

Los trabajadores, al igual que los campesinos, son el último eslabón de la cadena de producción y a menudo los agricultores se ven obligados a explotar a los trabajadores porque están atrapados en el engranaje de producción.

La posición innovadora presentada por USB y la vía Campesina, apoyados por Crocevia, no toma partido ni por los campesinos ni por los trabajadores, sino que reúne a ambos grupos y los une en la lucha contra un modelo de producción que, al explotar a los campesinos y negarles unos ingresos dignos, conduce a la explotación de los trabajadores temporeros migrantes.

Soumahoro Aboubakar dice: «Reclamamos que se reconozcan y respeten los derechos de los trabajadores, hombres y mujeres, sin importar el color de la piel. En esta llanura en Calabria, como en muchos otros territorios, los hombres y mujeres trabajadores han decidido romper las cadenas de la explotación, porque creen que todos juntos podremos  hacer valer nuestros derechos, y divididos no iremos a ninguna parte, especialmente en un contexto de «campaña del odio» permanente y sistemática.

Cuadros

Cuadro 1

Carta abierta al Foro Global de Migración y Desarrollo

A la sociedad civil,

A las instituciones multilaterales

Y a los movimientos de migrantes y refugiados:

El Colectivo Nyeleni, que promueve la soberanía alimentaria como alternativa para enfrentar la actual debacle de la migración, recoge con esperanzas las iniciativas de la sociedad civil y las proposiciones de las instituciones multilaterales para encontrarle una salida que en principio garantice la integridad humana y los derechos plenos de las y los migrantes y refugiados. Es en este sentido que manifestamos nuestra preocupación por el rumbo que ha tomado el proceso del llamado Compacto Global para la Migración, que se formalizará en Marruecos los días 10 y 11 de diciembre. Pero además presentamos nuestro posicionamiento frente a dicho proceso junto con nuestras propuestas.

Nos preocupa que el Compacto Global para la Migración se ha distanciado del tema crucial de los derechos humanos de las y los migrantes y refugiados. Efectivamente, el Compacto menciona algunos rasgos de la crisis de la migración, con eufemismos como el de “las necesidades de los migrantes en situaciones de vulnerabilidad” y “del respeto, protección y goce de los derechos humanos de todos los migrantes” pero al mismo tiempo “promoviendo la seguridad y prosperidad de nuestras comunidades”. Es decir, respeto a sus derechos, pero por encima la seguridad doméstica y la economía.

Esto es muy grave sobre todo en estos momentos que la crisis de la migración se ha convertido en una tragedia como no habíamos presenciado en la historia actual. La separación de familias en la frontera de México y Estados Unidos y el confinamiento niños y niñas migrantes en campos de concentración en Texas, así como la imparable muerte de refugiados, principalmente niños, mujeres y ancianos en el mar Mediterráneo, los ataques violentos racistas y fascistas en las principales urbes del mundo y muchas más acciones anti-migrantes a lo largo y ancho del planeta, están arrastrando a la civilización a niveles de deshumanización y barbaridad que nos remiten a los momentos más obscuros del pasado inmediato.

Por el contrario, como lo señala el mismo título del Compacto, “Por la Migración Segura, Ordenada y Regulada”, la respuesta de los estados es de carácter convenenciero para favorecer al capital. Dicho de otra forma, es la oportunidad para los estados, sobre todos los más poderosos, para generar una fuerza de trabajo barata y dócil para la acumulación de riqueza y capital. Tal y como el sistema echó a las espaldas de las y a los migrantes la crisis financiera del 2008, hora se pretende convertir la tragedia de la migración en una oportunidad para aumentar la rentabilidad de los de arriba.

Preocupante es además la diferenciación entre migrantes y refugiados, para quienes proponen formas diferentes de tratarlos. Este encubre el hecho de que la expulsión de migrantes de sus tierras por cuestiones económicas o desastres climáticos y la expulsión de los refugiados por las guerras de ocupación y de saqueo, obedecen a causas estructurales del mismo sistema. Se pierde de vista entonces a esas fuerzas responsables de la migración, o éxodo por las causas que sean, que son las que tenemos que identificar para enfrentar las causas estructurales.

En fin, no solamente expresamos nuestras preocupaciones, pero también estamos dispuestos a   plantear propuestas para encontrar una salida al drama de la migración.

Una de éstas es la de fortalecer la lucha por la soberanía alimentaría para que la gente no tenga que abandonar su pueblo para que su familia coma y sobreviva. Esto implica, naturalmente, pugnar por una carta de los derechos de los campesinos y políticas públicas de reformas agrarias y populares por parte de los estados. Así mismo, involucra detener el acaparamiento y especulaciones de la tierra y los recursos naturales de los pueblos y especialmente detener las guerras de ocupación de territorios.

Tenemos más propuestas que queremos presentar a la sociedad civil y a las instituciones multilaterales y lo haremos seguramente.

La Vía Campesina se hará presente en diciembre en Marruecos, durante la formalización del Compacto Global para la Migración, con el fin de publicitar estas preocupaciones y nuestras propuestas. La delegación estará encabezada por nuestras hermanas y hermanos de la Región MENA (Mediterráneo y Norte de África) y una delegación internacional de nuestras regiones, y al frente estará la organización hermana FNSA (Fédératione Nationale du Secteur Agricole). 

Esperamos llevar nuestro mensaje a todas y a todos los que nos quieran escuchar y que estén preocupados por el Compacto Global para la Migración y que estén más bien interesados en un pacto global para la solidaridad frente a la debacle de la migración causada por el capital.

Cuadro 2

La carta de Manden

Los Estados miembros de la ONU se preparan para votar la Declaración de los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales en septiembre, en Nueva York. Pero una de las primeras declaraciones de los derechos fundamentales fue la Carta de Manden, proclamada por la tribu de cazadores Manliké, en 1222, en Malí. La declaración cumplía la función de constitución pero tenía validez universal ya que se dirigía a todo mundo. Garantizaba la aboliciónde la esclavitudy del hambre, así como el respecto a la vida humana y a la igualdad. En el año 2009, la Carta de Manden fue inscrita en Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. Algunos extractos de la Carta son:

Preámbulo

Manden fue fundado en el entendimiento, el amor, la libertad yla fraternidad. Esto significa que en Manden no puede haber discriminación étnica ni racial. Fue el objetivo de nuestro combate.

Artículo 1 – Los cazadores declaran: toda vida humana es una vida. Es cierto que una vida llega a la existencia antes que otra. Pero una vida no es más «antigua» ni más respetable que otra. Al igual que una vida tampoco es superior a otra.

Artículo 5 – Los cazadores declaran: el hambre no es una buena cosa. La esclavitud tampoco lo es. Son las peores calamidades que pueden suceder en este bajo mundo. Mientras conservemos el carcaj y el arco, el hambre no matará a nadie más en Manden. Si por azar el hambre volviera a asolarnos, la guerra no destruirá nunca más poblados para conseguir en ellos esclavos.

Artículo 7 – El hombre, como individuo, se nutre de alimentos y bebidas. Pero su «alma», su espíritu, vive de tres cosas: ver lo que quiere ver, decir lo que quiere decir y hacer lo que quiere hacer. En consecuencia, los cazadores declaran: a partir de ahora, todos son dueños de su persona y cada uno es libre de sus actos. Este es el juramento de Manden, que todo el mundo lo oiga.

Destacados

Visión global de la migración

«En estado salvaje, el ser humano se traslada en busca de agua y frutas para alimentarse, pero también para huir de animales feroces y preservar su vida. El hombre se mueve para sobrevivir. Con el descubrimiento de los primeros objetos, comienza la primera etapa de la evolución de nuestra raza. Ahora, el ser humano se mueve para organizar su alimentación (caza, pesca, recolección) pero también lo hace para protegerse de rivalidades internas».

Con estas palabras, Mamadou Cissokho, describe la resistencia de los campesinos en África Occidental, en un foro, en enero de 2018, y recalca la responsabilidad que tenemos todos y cada uno frente a la tragedia de las migraciones.

¡Desplazarse para alimentarse y sobrevivir!

Sea cual sea el continente, actualmente, las mismas causas producen los mismos efectos, con una magnitud inédita. El cambio climático arroja a las carreteras del exilio a millones de refugiados del África subsahariana, del sur de Asia e incluso de América Latina, pues la tierra ya no da alimento (sequía del suelo y pozos, destrucción de cultivos por reiteradas catástrofes naturales…). Los desequilibrios políticos, a menudo dirigidos por intereses neocoloniales e imperialistas, sumen a países y regiones enteras en  situaciones de inseguridad extrema, en conflictos y guerras de las cuales muchos intentan escapar (Centroamérica, Yemen, Siria, Sahel…). Dichas situaciones se agravan cuando el hambre asecha y se ponen en riesgo inminente a las poblaciones, como es el caso de Yemen. Sin embargo, es necesario, además, reconocer de manera urgente la responsabilidad del capitalismo desenfrenado y globalizado en el empobrecimiento y hundimiento de comunidades indígenas y campesinas de todo el mundo, producto del acaparamiento de tierras y la violación de los derechos consuetudinarios, la explotación, las normas y restricciones de acceso a los mercados,… Los acuerdos de asociación económica y demás tratados de librecambio, verdaderas traducciones y repeticiones de la ley del más fuerte, contribuyen significativamente al desarraigo físico y cultural de las poblaciones.

Además, en ese contexto, tan duro, hace falta recordar hasta qué punto la resistencia padece todo tipo de represión extrema y sangrienta, a manos del estado y la policía. 

«Los pueblos con escritura (los europeos) nos legaron manuscritos históricos en los cuales confirmaron haber hallado personas supuestamente  «sin alma», haber arrasado con todo [¿o todos?] lo que encontraron y haberlo vendido con total libertad. » (M. Cissokho)

¡Robo de tierras, destrucción de cultivos alimentarios y populares!

Este desarraigo encuentra su máxima expresión en el caso marroquí. Con el propósito de abastecer de tomates y otros cítricos, a bajo costo, a los mercados europeos, el Estado marroquí con el beneplácito de las instituciones europeas, facilitó, en la década de los noventa, la implantación de inversionistas españoles, franceses, holandeses (…) para expulsar a las familias campesinas instaladas en tierras supuestamente reales, en la región de Souss Massa Drah.  Estas empresas, además, tuvieron fácil acceso al recurso hídrico y a las instalaciones de riego como así también a las ayudas agrícolas otorgadas por el Estado.  La escasez de mano de obra era tal que todo se organizó para que miles de pequeños agricultores que vivían en las montañas del Atlas abandonaran las tierras familiares y se unieran a la base de producción agroindustrial. El fenómeno de explotación extrema y pauperización de dichos trabajadores nacionales, desarraigados, no solo perdura, sino que además empuja a hombres y mujeres a partir hacia horizontes cada vez más lejanos e inciertos.

Al mismo tiempo, los cultivos de subsistencia y los cultivos tradicionales (como es el caso del maíz, un ingrediente básico en la cocina marroquí) fueron abandonados forzosamente para servir mejor los intereses de la exportación y del capitalismo salvaje.

Se trata de una situación equiparable a la que padecen otras poblaciones del mundo.

Inseguridad alimentaria

Este hecho general se profundiza aún más con las condiciones de acogida de las poblaciones desplazadas. Los debates actuales en torno del Pacto Global, el proyecto de pacto mundial sobre la migración objeto de negociación actual en NNUU, pone de manifiesto el cinismo y la actitud criminal de los grandes tomadores de decisiones. No solo la represión en las fronteras adopta formas inhumanas en franca violación de la Convención de Derechos Humanos, sino que además los Estados «occidentales» desvían o supeditan la ayuda para el desarrollo a la puesta en marcha de controles fronterizos (es decir un refuerzo del dispositivo policial) en los países de origen.

¡Debemos preocuparnos! El cinismo y el rechazo de acoger dignamente a refugiados políticos, económicos, climáticos (…) supone la concentración de dichas poblaciones desfavorecidas en grandes guetos urbanos (megalópolis) o rurales (como en el sur de Italia), en campamentos de refugiados donde la inseguridad es atroz, donde reina la violencia, la ausencia de dispositivos sanitarios, la precariedad de vivienda, el trabajo forzoso y la trata de personas.

Así, por su propia naturaleza, el migrante pierde la capacidad y autonomía alimentaria y, en el mejor (¿?) de los casos, se vuelve dependiente del sistema agroindustrial, pues sencillamente no depende de la ayuda alimentaria, pero se autoabastece a través de ese mismo sistema.

«Trabajemos juntos por la repatriación de los recursos y del bien común en cada rincón del mundo. La fuerza del pobre, aquél que no pierde nada porque no tiene nada que perder. » (M. Cissokho)

¡Dignidad de los migrantes y soberanía alimentaria, una misma batalla!

La Via Campesina, sus organizaciones miembros y sus aliados encabezan la resistencia asociada a la lucha por los derechos y la dignidad de los migrantes, al combate en favor de la soberanía alimentaria.

Lo hacemos mediante la multiplicación de espacios de movilización contra las grandes multinacionales, contra el creciente control que ejercen sobre los recursos y la producción alimentaria en detrimento de los pequeños agricultores, contra las políticas y los tratados que los favorecen, … el movimiento campesino ataca la raíz del proceso de proletarización de las poblaciones y de desestabilización del principio democrático de soberanía popular.

Lo hacemos mediante la defensa del derecho al uso de la tierra y el agua, el reclamo del derecho a producir e intercambiar semillas tradicionales, el trabajo en favor del reconocimiento de los derechos colectivos, la libertad sindical, un verdadero estatuto para las mujeres campesinas, etc., la Via Campesina y la Declaración sobre los Derechos de los Campesinos dan respuesta a las causas de la migración.

¡Frente a esos muros que se erigen producto de una locura totalitarista, es menester tender puentes entre nuestros pueblos, entre los campesinos del mundo!

«¡En lugar de armas, empuñemos la solidaridad! » (M. Cissokho)

El sistema agroindustrial se nutre de la explotación de los más pequeños. Los hombres y mujeres, trabajadores migrantes y desarraigados son extremadamente frágiles y vulnerables frente a estos depredadores económicos y, al «consentir» a expensas de sus derechos, alimentan aún más el apetito del sistema que los aplasta.

En el seno de Via Campesina y de sus organizaciones, múltiples iniciativas de resistencia y solidaridad han visto la luz: formación y acompañamiento de trabajadores migrantes para exigir el cumplimiento de sus derechos, información y sensibilización de los consumidores, ocupación de tierras para instalar a los trabajadores o migrantes…

La Via Campesina y sus aliados preparan el camino de una soberanía alimentaria sin fronteras, para los pueblos y los campesinos.

Voces desde el campo

Voces del campo 1

Notas de un agricultor periurbano instalado recientemente en Estados Unidos[1]

Contemplo mis cultivos y los campos que están más allá. Esta tierra no es mía. Cultivo la tierra, custodio el suelo. Pero mi atención hacia la tierra choca constantemente con la certeza de que estoy dejando dinero y más dinero en una inversión que no sé si será rentable.

Lo normal es que los nuevos agricultores y los jóvenes arrenden las tierras. Para tener éxito hay que desarrollar un nicho de mercado. Esto es más fácil para las personas con educación, con redes, de círculos socio-económicos privilegiados. El carácter prohibitivo de la compra y los muchos matices de los mecanismos del arrendamiento van en detrimento de un segmento amplio de la fuerza laboral agrícola. Los millones de trabajadores agrícolas de México, por ejemplo, tienen una base de conocimientos más fuerte que la mayoría de los jóvenes aspirantes a agricultores, pero les falta el capital social y financiero necesario para el acceso a la tierra. La raza y la clase crean barreras al acceso.

Nuestros productos son perecederos y nuestro nicho de mercado es local. Tenemos que cultivar cerca de nuestros mercados urbanos y periurbanos. Tenemos que cultivar   precisamente en los lugares donde los precios son más altos. De modo que arrendamos, y esto supone muchos problemas. Entre ellos están los conflictos derivados de la incomprensión de la realidad de la agricultura por parte de los propietarios de tierras;  acuerdos sellados con un apretón de manos que caen por la diferencia de expectativas; arrendamientos a corto plazo que socavan nuestras inversiones en tierra y suelo; venta de las tierras o fallecimiento del propietario;  pérdida de tierra en aras de una explotación de  “mayor y mejor uso”; la incapacidad para invertir en cultivos perennes; los conflictos de personalidad…

La agricultura en zonas periurbanas implica que nuestra explotación está a la vista del público o del propietario de las tierras. Y para cultivar plantas diversificadas, especializadas, en tierras como el patio trasero de alguien, por ejemplo, normalmente hay que invertir bastante para enriquecer la ecología del suelo y garantizar cultivos sanos.

Los agricultores del mundo se consideran una parte esencial de la solución al cambio climático. Las estrategias clave serán métodos muy ecológicos que capturan carbono en el suelo. Las explotaciones sin laboreo, funcionando a niveles intensivos, comerciales, obtienen más ingresos por hectárea que la mayoría de las explotaciones convencionales, pero esas grandes inversiones financieras no tienen sentido para los agricultores que no tienen garantizada la tenencia de la tierra. Los métodos de agricultura ecológica son la cartera de inversiones del agricultor: la rentabilidad es inmediata, porque el valor de los nutrientes que se aportan hace que mejore rápidamente la salud de los cultivos y su rendimiento, pero la verdadera rentabilidad es a largo plazo: suelos profundos y complejos, establecimiento de habitats y de insectarios, cursos de agua en buen estado, y paisajes hermosos y biodiversos.

Necesitamos agricultores que inviertan en sus tierras con miras a largo plazo. De todos modos, las explotaciones a pequeña escala también son empresas, y nuestras prácticas agrícolas no siempre pueden cumplir con nuestros ideales ecológicos cuando no podemos realizar los beneficios a largo plazo de esas prácticas, en tierras arrendadas.

Los agricultores jóvenes periurbanos del movimiento alimentario local viven en tiendas de campaña, en garajes reconvertidos, en casetas, en mini-apartamentos. No saben si podrán permitirse tener familia. Sus estilos de vida simples no encajan con el de las comunidades más amplias a su alrededor. ¿Cómo crear y mantener con esto una transformación social profunda y un compromiso con la soberanía alimentaria? Por ejemplo, más de 400 millones de acres de tierras de labor cambiarán pronto de manos. Es el momento de las reformas en profundidad.

Todos formamos parte de un sistema agrícola complejo e interrelacionado, cultivemos o no. Cuanto más gente entienda esto, más se pondrá de manifiesto el valor de los que cultivan directamente nuestros suelos y manejan los sistemas hídricos, y la necesidad de  inversiones reales a escala comunitaria.

Necesitamos un cambio estructural que sitúe a los agricultores, guardianes de la tierra, en el centro de la propiedad comunitaria de la tierra. Un cambio que sustraiga porciones de tierra cultivable del mercado abierto y las redistribuya a los que construyen nuestros sistemas alimentarios sobre los que se asientan nuestras vidas.

Sueño con que un día podré contemplar la tierra que cultivo sabiendo que puedo permanecer en ella para siempre.

Voces desde el campo 2

Potencial de la interfaz entre lo  rural y lo urbano

Blain Snipstal, Black Dirt Farm Collective Maryland, EE.UU.

La lucha por la soberanía alimentaria se basa en nuestra capacidad de revalorizar nuestra relación con la madre tierra y la gente, y de cambiar las fundamentales relaciones económicas y materiales de poder dentro del sistema alimentario y de la sociedad en general, lo que se traduce en una mayor cantidad de tierras en manos de personas de color, pueblos indígenas y trabajadores pobres.

Recientemente, la relación entre lo rural y lo urbano, que ha representado un espacio de conflicto en nuestra sociedad durante mucho tiempo, se ha convertido en la línea de batalla que la extrema derecha y la actual administración estadounidense han utilizado para movilizar a sus bases. Por consiguiente, los organizadores que trabajan por la liberación social y ecológica deben actuar con sumo cuidado y de manera estratégica para encontrar la mejor forma de obligar a retroceder a las fuerzas antagónicas de la derecha, aquellas que sólo desean utilizar la violencia, el miedo y la coacción para lograr su objetivos.

Hoy en día, casi el 80% de nuestra sociedad está urbanizada. Por ello, debemos encontrar la manera de crear un futuro en el que la vida urbana no se desarrolle en detrimento de la vida rural. Un futuro en el que se considere la Vida rural como intrínsecamente digna y valorada, mientras la Vida urbana pueda prosperar en armonía con el planeta. El movimiento de la soberanía alimentaria en esta sociedad deberá ser capaz en el futuro de hacer frente a la historia de nuestra interfaz rural-urbana, y a los prejuicios y los comportamientos que le son inherentes. La clave de nuestro éxito podría perfectamente residir en este espacio, y en la variedad de actores que se esfuerzan por abrirlo completamente. 

Como miembros del Black Dirt Farm Collective, hemos vivido durante muchos años experiencias de creación de espacios críticos de diálogo, educación popular y trabajo práctico digno para conseguir ampliar esta interfaz y volver a poner en el centro una política agraria radical. Lo que es importante resaltar aquí es que esta política agraria radical, o Afroecología, como solemos llamarla, debe basarse tanto en la introducción de cambios materiales en la vida de las personas y de la tierra a través del trabajo colectivo (la ayuda mutua, por ejemplo), como en la transformación de las formas que hemos adoptado de pensar y actuar individual y colectivamente. A raíz de estas experiencias, hemos llegado a la conclusión de que la interfaz rural-urbana tiene el potencial para crear una dinámica multifacética y autovalorizante en la que actores urbanos progresistas pueden comenzar a imaginarse en espacios más naturales o rurales, y en la que actores rurales, es decir, los agricultores, puedan construir comunidades (sociales y económicas) y ofrecer sus tierras como espacios comunitarios para acciones de ayuda mutua.

Voces del campo 3

Nuevas oportunidades y espacios para el colectivismo

Joel Orchard, Northern Rivers young Farmers Alliance, Australia

Creo que estamos en medio de un cambio cultural importante dentro del sector de la agricultura a pequeña escala, y especialmente en el movimiento de los jóvenes agricultores. Existen muchas oportunidades de explorar nuevos espacios para el colectivismo y la conexión entre el nuevo “neocampesinado” y la emergencia de consumidores más instruidos y con mayores conocimientos alimentarios dentro de las crecientes poblaciones urbanas. Estas relaciones están elaborando nuevos enfoques sobre la soberanía alimentaria. La periferia rural-urbana está bajo asedio a medida que las ciudades se expanden hacia tierras agrícolas tradicionales, pavimentando terrenos de suelo fértil; las tierras agrícolas periurbanas son una mercancía valiosa que está siendo sometida a una rápida gentrificación. La forma en que se administra las tierras periurbanas y cómo éstas pasan a disposición de la producción alimentaria deben figurar como características clave en la planificación de las economías alimentarias locales de éxito.  

La costumbre de traspasar las explotaciones familiares de padres a hijos está siendo reemplazada gradualmente por una mayor participación en las economías alimentarias locales por parte de agricultores de primera generación procedentes de entornos urbanos y profesionales. Por lo general, llegan fuertemente comprometidos con la ética ambiental y social, y buscan tierras periurbanas cercanas a los servicios y con acceso directo al mercado. Aportan a la agricultura a pequeña escala un nuevo discurso político enmarcado por ideas y valores de justicia alimentaria, sentimientos antisistema, economías solidarias y un deseo de enraizarse profundamente en el paisaje y en la ecología social. Aquí radica mi esperanza de construir una base más sólida para el desarrollo del movimiento por la soberanía alimentaria.

Los mercados de agricultores han asentado los cimientos de la distribución directa y las cadenas de valor cortas. Sin embargo, también están afectados por las culturas del proteccionismo, el individualismo y el elitismo. El movimiento por la Agricultura Sostenida por la Comunidad forja relaciones aún más estrechas entre el agricultor y el consumidor en la interfaz rural-urbana y alimentaria de la comunidad. Pero si las economías alimentarias locales siguen siendo consumistas e individualistas, hay pocas esperanzas de que se produzca un cambio sistémico más amplio.

Estos cambios hacia la producción a menor escala, la agroecología y la diversidad se enfrentan a nuevos desafíos. Los modelos alimentarios localizados están limitados por el acceso a la tierra y la viabilidad económica, además de por un gran abanico de restricciones reglamentarias burocráticas en relación con la producción, la vivienda y el uso de la tierra. El sistema alimentario industrial ha renovado sus esfuerzos por aumentar lacompetitividad y la cooptación.

Recientemente pasé una semana en Tesalónica para asistir al 7ºSimposio Internacional de Urgenci sobre Agricultura Sostenida por la Comunidad, donde conocí a jóvenes agricultores comprometidos con estos valores comunes y que afrontan todas estas cuestiones. Los obstáculos que debemos superar y los puentes que construimos no son específicos de ninguna región. El movimiento internacional por la soberanía alimentaria nos proporciona el sólido lenguaje común que necesitamos para arraigar las acciones y actividades transformadoras que generen nuevas economías alimentarias por todo el mundo.

Voces del campo 4

La clave está en la educación política

George Naylor, presidente de la National Family Farm Coalition (Coalición Nacional de Granjas Familiares), EE.UU.

Nací y crecí, hasta octavo de la primaria, en una granja en Iowa, que hoy llevamos adelante mi esposa y yo. Mis padres y yo nos mudamos a Long Beach, California, en 1962, porque mis padres estaban ya muy mayores para trabajar en la granja y habíamos atravesado casi 10 años de depresión agrícola. La depresión agrícola fue consecuencia de la destrucción de la garantía de paridad de precios Roosevelt-Wallace que se había convertido en el cimiento de las granjas familiares en EE.UU. Muchos de mis compañeros de clase también venían del «lejano este», aunque pronto intentamos que no se nos asociara a esa cultura.   Nuestra familia hacía las compras en el supermercado japonés que llevaban unos amigos que habían sido deportados a campos de internamiento durante la Segunda Guerra Mundial.  Además de fresas y verduras hermosas, la tienda ofrecía pilas y pilas de alimentos procesados como margarina y cereales para el desayuno, además de carne y perros calientes, todo proveniente de mi estado natal, Iowa.   (¿Pueden creerlo? ¡Mis amigos de la escuela decían que les gustaba más el sabor de la margarina que el de la mantequilla!)

Gracias a mi nuevo entorno, pronto me desapegué mucho de la vida de granja y dejé la comunidad atrás. Al igual que muchas personas de ciudad que he conocido desde entonces, incluso mi conocimiento sobre cuándo se debía plantar y cosechar de volvió bastante impreciso.  Cuando era niño, en la granja, mi madre envasaba 400 cuartos de frutas y verduras para mezclarlos con las zanahorias y patatas que almacenábamos para llevar una dieta equilibrada en los meses de invierno.  Comíamos carne de las vacas que criábamos, a veces, 3 veces al día, y yo «lavaba los huevos» de nuestras gallinas.  Llevábamos los huevos al mercado del pueblo o los recogían en la granja, varias veces a la semana, es decir, hasta que los huevos se volvieron extremadamente baratos y las Sopas Campbell rehusaron pagar más de 3 céntimos por libra de carne de las gallinas viejas.  

Sin embargo, «cultivo local» y «hecho en casa» realmente significaban algo. Todo requería mucho trabajo y perseverancia, pero era habitual entre las familias de mis amigos y los vecinos de otras granjas.  Qué contraste con aquello a lo que me acostumbré en los años que viví en California, donde todo proviene de uno u otro supermercado (el supermercado japonés cayó en el olvido y lo reemplazó Lucky y Krogers).  Si no hubiera sido por mi vida anterior en la granja y por el hecho de que tengo familiares que aún trabajan la tierra en Iowa, yo tampoco hubiera tenido idea de dónde realmente provienen los alimentos. 

Un salto adelante hacia el 2018 – miren la aceleración de la urbanización, la industrialización en la elaboración de alimentos y el procesamiento de la comida. No debe sorprendernos que haya una nueva fascinación por la buena comida y cómo se produce. La pregunta es… ¿la buena comida es como el último modelo de IPhone o un coche eléctrico, o es una vía para comprender que los alimentos se han convertido en una mercancía mientras todos nosotros tenemos que vivir en grandes ciudades y aceptar cualquier empleo para sobrevivir?  ¿Si vemos hacia dónde nos ha llevado todo esto, podremos ver hacia dónde nos llevará?  ¿Podremos lograr un entendimiento POLÍTICO para crear una sociedad distinta, donde nosotros establezcamos reglas de respeto hacia los aportes económicos de los demás y valoremos los recursos naturales que van a sostener ecológicamente a las generaciones futuras?

A principios de los años 2000, protestaba contra la OMC y los acuerdos de libre comercio en las delegaciones de Via Campesina, y aprendí cómo las políticas alimentarias nacionales se verían afectadas por los acuerdos comerciales neoliberales internacionales, y cómo se acabarían las reservas de alimentos y el apoyo a los precios de las materias primas, para copiar la política estadounidense que destruyó la agricultura familiar. Aprendí cómo se generaría dependencia de las importaciones de alimentos en muchos países del mundo, sofocando la posibilidad de una política nacional agrícola y alimentaria democrática o cualquier tipo de soberanía política, convirtiendo la comida en un arma.  Visité diversas metrópolis como Sao Paolo y ciudad de México para ver cómo el libre comercio ya había destruido comunidades rurales y convertido a agricultores y campesinos orgullosos en refugiados urbanos de estas metrópolis, al igual que sucedió con mi familia en 1962. 

Desde mi punto de vista, jamás debemos perder de vista las implicaciones globales del término Soberanía alimentaria. Podemos generar conciencia y promover una nueva cultura que valore a los agricultores y a las comunidades rurales mediante la compra de productos locales, etc., pero esto debe ir acompañado de educación política que permita desarrollar el poder político necesario para crear un mundo que valore a todas las personas y a la Madre Naturaleza de la que todos dependemos.

Voces desde el campo 5

Vínculos urbano-rurales en Uagadugú, Burkina Faso

Georges F. Félix, Georges F. Félix, Collective Cultivate!

Burkina Faso es prácticamente autosuficiente en alimentos. Más del 80 % de la población  practica la agricultura de subsistencia, con cultivos básicos como sorgo, mijo y maíz. Los mercados periurbanos, en los alrededores de Uagadugú, son el resultado de una expansión urbana en la que gran parte de los productos se canaliza a través de mercados locales y regionales. A menudo, los productos son vendidos, de puerta en puerta, por vendedores ambulantes. Podemos encontrar verduras verdes de hoja, tubérculos y frutas. La agricultura periurbana en Uagadugú es un medio de vida sensible a cambios en el nivel de agua de los lagos cercanos y vulnerable a la tenencia de la tierra; sin embargo, subsiste como fuente de alimentos diversos y tradicionales que se pueden encontrar en los mercados locales.

La agricultura periurbana de Uagadugú permite a las mujeres ganar dinero a través de la venta de productos en los mercados locales. Aminta Sinaré es profesora de matemáticas y también cuida de un huerto orgánico de mercado/subsistencia junto a cuarenta mujeres. Sinaré dice: «Cultivamos [verduras] para ensalada durante la época fría. Durante la temporada de lluvias [cuando hace calor], cultivamos quimbombó, repollo y otras verduras. Producimos lo que es adecuado para cada estación.»[2]

Burkina Faso es un país interior ubicado en el corazón del Sahel, que es gravemente vulnerable al cambio climático y global. En las últimas décadas, los agricultores fueron testigos de una gran variación en los patrones de lluvia, de sequías a inundaciones, y la consiguiente pérdida de cosechas, mayor erosión de los pastos y, peor aún, crisis alimentaria.[3] Pero el acceso al agua y el gran uso de sustancias químicas en la producción agrícola afecta a la producción periurbana.

El desafío de la soberanía alimentaria en las interfaces urbano-rurales en Burkina Faso puede aportar vínculos políticos importantes entre los agricultores rurales y urbanos. Ambos deben responder a la necesidad de aumentar la producción de alimentos y desintoxicar el proceso de producción de alimentos.  Garantizar la tenencia de las tierras y brindar el apoyo tan necesario a nivel de la cuenca hidrográfica, que incluye rediseñar el sistema agrícola, son demandas compartidas. 


[1]             Caitlin Hachmyer, Red H Farm, California, EEUU

[2]             http://wire.farmradio.fm/en/farmer-stories/2015/06/burkina-faso-women-escape-poverty-with-urban-farming-12202

[3]             West CT, Roncoli C, Ouattara F (2008) Local perceptions and regional climate trends on the Central Plateau of Burkina Faso. Land Degradation & Development 19 (3):289-304. doi:10.1002/ldr