Voces desde el campo

Voces desde el campo: Testimonios de niños y niñas pertenecientes a comunidades productoras de alimentos

1 – Filipinas

Elsa Novo, presidenta de la NKP (Federación de Mujeres Aeta) y Fernando Luis, Director de área del Instituto para el Desarrollo de los Pueblos (Peoples Development Institute o PDI por sus siglas en inglés) llevaron a cabo unas entrevistas con tres preguntas: 1) Cuáles son tus platos favoritos; 2) Qué tareas de la producción de alimentos prefieres; 3) Cuáles son tus juegos y lugares favoritos para jugar y divertirte. Participaron en ella 10 niños indígenas Aeta de Zambales, con edades de 7 a 13 años, 5 de ellos eran niños y 5 niñas.   

Elsa Novo, presidenta de la Federación de Mujeres de los pueblos indígenas Aeta de  Barangay Oriental del monte Pinatubo, Municipio de Botolan, se encargó del taller sobre dibujo, y Fernando Luis tomó nota de las respuestas durante las entrevistas. De los 10 niños, 6 preferían los platos filipinos de carne, como cerdo sinigang, cerdo en adobo y pollo en adobo, mientras que los otros 4 preferían los platos de frutas y verduras filipinas como el pinakbet, kare-kare y otros. 

En cuanto a la segunda pregunta relativa a actividades agrícolas, a 4 de ellos les gustaba plantar verduras, tubérculos y legumbre; 2 niños Aeta preferían regar las plantas y otros 2  desherbar,  pero a 1 niño Aeta le gustaba arar  y a otro le gustaba trabajar los terrenos baldíos.

Sobre la cuestión de los juegos, a 3 de ellos les gustaba el baloncesto y el badminton, y 7 niños y niñas Aeta preferían jugar a los juegos tradicionales, como el escondite y el juego chino de la cuerda.

2 – Colombia

Mi nombre es Juan Simón Briceño Ávila tengo 7 años de edad, vengo de un pueblo llamado Barinitas en Venezuela, ahora vivimos en una vereda llamada Brasil en Viotá Cundinamarca, Colombia, vivimos en el campo y me gusta vivir ahí porque soy libre de caminar y jugar lo que quiero, mi juego favorito es los super héroes niños y con mis amigos de la escuela jugamos futbol. Mi plato favorito es la ensalada de huevo, con lechuga y zanahoria, los huevos vienen de las gallinas que tenemos en el corral detrás de nuestra casa, las lechugas vienen de la semilla que plantamos en la huerta y las zanahorias nacen de las semillas que también plantamos en nuestra huerta. Las lechugas están listas para ser cosechadas cuando están gorditas y tienen muchas hojas y las zanahorias cuando tienen hojas grandes y el pinito afuera (el cuello de la zanahoria), esta ensalada me gusta porque yo mismo la sé hacer, es un secreto como la preparo. En la actividades de trabajo de la casa me gusta darles el maíz a las gallinas, aunque a veces cuando recojo los huevos se me caen y algunas veces se rompen, también le doy la comida a los conejos tenemos dos conejos Ramona y Pepe, Ramona es cariñosa pero a Pepe no le gusta que lo acaricien, a ellos les gusta mucho las hojas de una planta que se llama lengua de vaca pero hay otra planta que no le podemos dar porque es mala para ellos sus hojas son arrugadas y de color  verde oscuro. También siembro maíz y frijol con mi mamá, estos maíces y frijoles son de muchos colores como un arcoíris y siembro papas con mi papá y mi hermanito Martin, nos gusta sembrar muchas cosas para siempre tener diferentes cosas para comer.

3 – España

Mi nombre es Salome Schranz Moreno tengo 12 años, voy a la Escuela Los Doce Olivos en Órgiva, La Alpujarra (Granada, Andalucía). Nuestros amigos y mi familia vamos a un  terreno para hacer un proyecto de huerto colectivo. Hace unos días fuimos allí por una razón: en el terreno habían crecido unas malas hierbas que nos impedían plantar. Entonces decidimos hacer un torna peón* en el huerto colectivo para ir más rápido. Yo me encargue de ocuparme de sus hijos porque como todos son como de la edad de 3 a 6 años y yo tengo 12 años.

Mientras los papas y mamas trabajaban quitando malas hierbas yo me ocupo de los pequeños. Primero les conté unos cuentos y luego los lleve a un parque cerca de allí. Jugamos, reímos, nos divertimos. A continuación llegó la hora de comer. Nos devolvimos al terreno para ir a comer, había tortilla, y todo tipo de cosas a base de verduras. Comimos y disfrutamos.

También vamos a esa tierra para hacer otras tareas como cosechar y plantar. Mi mamá, mi papá, Yvon y Raúl, que son dos amigos nuestros, mi hermano y yo, fuimos a cosechar las aceitunas todos juntos, incluso mi hermano que tiene 3 años. Cuando cosechamos lo hacemos de 10 a 5 o 6 de la tarde. De 10 a 10 y media preparamos las redes, de 10 y media a 13 y media cosechamos, de 13 y media a 14 y media comemos y descansamos y por ultimo de 15 a 17 o 18 seguimos cosechando. Pasados unos días llevamos la aceituna al molino y repartimos el aceite.

*El torna peón es: cuando alguien se ofrece para ayudar al amigo o a la amiga y le ayuda en su terreno o finca y después el que recibió ayuda le ayuda a su compañero.»

Voces desde el campo 4

Lactancia materna y soberania alimentaria para bebés y niños pequeños – la experiencia de india

Dr. JP Dadhich MD, FNNF[1]

La Estrategia Mundial para la Alimentación de los bebés y niños/as pequeños recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida, y seguir amamantando durante dos años o más, complementando adecuadamente la alimentación a partir de los seis meses. La lactancia materna es un método sostenible y soberano de proporcionar alimentos y nutrición a los bebés y niños pequeños, lo cual es vital para la supervivencia, salud, y desarrollo de los niños y para la salud de las madres.    

En India nacen al año unos 25 millones de niños, de los cuales solo el 41,6% recibe lactancia materna en la hora siguiente al nacimiento. Además, únicamente el 54,9% de los niños de menos de seis meses de edad reciben lactancia materna exclusiva y sólo el 67,5% de los niños son amamantados todavía a la edad de 20-23 meses.[2] Esto significa que un elevado porcentaje de niños de menos de dos años se ve privado de su derecho a recibir un método de alimentación con soberanía y dependen de productos comerciales en su fabricación y comercialización. Esto es más crítico para los niños de menos de seis meses, porque el único alimento recomendable para ellos es la lactancia materna exclusiva. 

El motivo que subyace tras la situación sombría de la lactancia materna es la falta de acción a lo largo de una década de diversos programas y políticas sobre la alimentación de bebés y niños pequeños. Esto se deduce del informe de la Iniciativa Mundial sobre Tendencias en materia de lactancia materna (WBTi por sus siglas en inglés)[3], que refleja la necesidad de aplicar la ley de modo eficaz para proteger la lactancia materna (Ley sobre leches de sustitución[4]), universalizar la protección de la maternidad, proporcionar acceso a servicios de asesoramiento sobre lactancia materna, por parte de personal capacitado y formado, para todas las mujeres embarazadas y en lactancia, incluso durante circunstancias especiales como emergencias y VIH y supervisar y evaluar de modo eficaz los programas de lactancia materna.


[1] Director técnico –  Red de Promoción de la lactancia materna de India (BPNI por sus siglas en inglés) y miembro del Consejo Mundial de la Red Internacional de Acción Alimentaria infantil (International Baby Food Action Network, IBFAN).

[2] http://rchiips.org/NFHS/pdf/NFHS4/India.pdf y https://data.unicef.org/topic/nutrition/infant-and-young-child-feeding/

[3] http://www.worldbreastfeedingtrends.org/GenerateReports/report/WBTi-India-Report-2015.pdf

[4] Ley sobre las leches de sustitución, biberones y alimentos infantiles (Regulacion de  la Producción, Suministro y Distribución), 1992 modificada en 2003 (Ley IMS por sus siglas en inglés).

Cuadros

Cuadro 1

Luchando contra el impacto de la publicidad de las grandes compañías de la industra alimentaria en los niños de Colombia.

Los niños han sido vistos como un sector lucrativo del mercado para las grandes empresas responsables de producir productos comestibles ultra-procesados. Por ejemplo aquellos con alta concentración de azúcar, sal y grasa.

Tales productos y también bebidas edulcoradas han sido una de las principales razones del creciente número de diabetes y obesidad entre niños y adolescentes alrededor del mundo. En Colombia el 15,7% de los niños entre 5 y 17 años tienen sobrepeso; algunas provincias como las Islas San Andrés, presentan tasas cercanasal 30%, poniéndolas en niveles similares a México, el país conocido por tener los niveles más altos de obesidad infantil del mundo.

La pandemia de obesidad entre los niños se ha expandido a paso muy acelerado en Colombia: las compañías ven a los niños y adolescentes como meros consumidores de productos pobres en nutrientes.
El 96% de toda la publicidad dirigida a niños en uno de los canales principales de la televisión era de comida chatarra según una muestra hecha en 2012. Así, las corporaciones eligen como blanco de campañas publicitarias agresivas a la audiencia joven, especialmente a través de la televisión, internet y letreros cerca de las escuelas.

La asociación colombiana de padres «Red Papaz» y FIAN Colombia, en cooperación con Educar Consumidores, Vital Strategies y Global Health Advocacy Incubator han por lo tanto desarrollado una amplia campaña en el país llamada «No comas más mentiras, no se las des a tus hijos»
Esta campaña resalta: 1) que los niños no son sólo consumidores. Primero y principal son tenedores de derechos bajo protección especial en la Constitución Colombiana. 2) Que la pandemia de obesidad no es cuestión elecciones equivocadas de estilo de vida, más vale es el resultado de elecciones sistémicas a favor de una dieta corporativa. En este sentido, la campaña insta al Estado Colombiano a que obligatoriamente prohíba la publicidad de comida chatarra para niños y transforme el actual sistema agro-alimentario hacia la agro-ecología y soberanía alimentaria.

Cuadro 2

Los niños y niñas y la pesca en la comunidad Katosi

«Aunque el sitio de desembarque de Katosi en el distrito de MUKONO en Uganda Central se ha convertido en unsitio de desembarque que maneja pescado para exportar, el volumende actividades en el sitio ha decaído a través de los años. Imágenes de un centro comercial palpitante y ajetreado cuando éramos niños están tan vívidos en mi mente. El amanecer sobre las orillas del lago le daban un aspecto dorado. Entre las 9 y las 12 de la mañana, el lugar se ponía más ajetreado con botes que traían pescado, mujeres que lo procesaban y comerciantes de todo el país que subían al amarradero para comprar pescado. Mi madre tenía derecho al pescado de sus dos yernos todos los días. El pescado era nuestro alimento diario, comido en todas sus formas y tamaños mientras todo el pueblo se llenaba con el aroma de pescado ahumado en las noches.» Margaret Nakato, Coordinadora de KatosiWomenDevelopmentFund y Directora Ejecutiva de WFF.

El recientemente terminado estudio de base por KWDT en comunidades pesqueras reveló que los niños constituyen más del 54% de toda la población de comunidades pesqueras (KWDT Baselinereportfor Project Inception, 2017). Acceso al consumo adecuado de pescado a nivel hogares es esencial para cumplir los requerimientos de dieta para niños. Sin embargo, el acceso reducido a lugares de pesca y recursos pesqueros, agregado a la exportación de pescado ha reducido mucho el consumo de los niños, tanto o más que el de los adultos.

Durante una entrevista con una de las mujeres en el amarradero Nangoma, ella narró: «Si tu esposo no es un pescador, no puedes comer pescado estos días. Y aunque sea pescador, a veces no puede conseguir pescado para vender y además para comer en casa.»

KWDT ha trabajado activamente con mujeres y niños en el desarrollo de actividades y para resaltar su rol en restaurar las reservas de peces, como también reducir la presión sobre el sector pesquero al apoyar a mujeres en diversas actividades generadoras de ingresos. La mejor manera de asegurar el derecho de los niños al consumo de pescado es a través de asegurar acceso al pescado de mujeres y comunidades locales.

Cuadro 3

«Sem-Terrinha»: Movimiento de Trabajadores sin Tierra, infancia y soberanía alimentaria en brasil

El Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MST) nació hace 34 años, y se organiza alrededor de tres objetivos principales: Luchas por la tierra, reforma agraria y socialismo. Estamos organizados en varios frentes de acción, entre otros: producción, salud, juventud, cultura, educación, derechos humanos.

Desde el principio de las primeras ocupaciones, nuestros hijos, los llamados «Sem-Terrinha» (niños sin tierra), han participado en la organización, porque creemos que todos debemos implicarnos en las luchas colectivas.

Este concepto condujo a MST a desarrollar a lo largo del tiempo actividades que tenían a nuestros niños como protagonistas. Algunos ejemplos: «cirandas» de niños (espacios pedagógicos para el desarrollo y el cuidado); reuniones de los «Sem-Terrinha», la Jornada de Lucha de las escuelas rurales, así como publicaciones como el periódico «Sem-Terrinha» y la revista «Sem Terrinha».

Nuestra experiencia más reciente con los «Sem Terrinha» ha sido la Jornada Cultural: con el nombre de «Alimentación sana: un derecho de todos» esta jornada se celebra desde 2015 y está en el centro del debate sobre Reforma Agraria popular. Participan niños y adolescentes de escuelas Rurales y escuelas de campamentos por todo el país. Los principales objetivos de la Jornada son:

1. Fortalecer y divulgar distintas experiencias de diferentes regiones sobre comida sana y su relación con la Reforma Agraria popular;
3. Contribuir a la educación alimentaria de las familias sin tierra y a la lucha general en aras de una alimentación adecuada libre de plaguicidas;
4. Fortalecer las iniciativas para reorganizar la alimentación en las escuelas;
5. Estudiar y debatir las relaciones entre alimentación sana, soberanía alimentaria, agroecología, agricultura campesina y Reforma Agraria popular;
6. Introducir en las escuelas elementales el debate sobre la agroecología y sobre las prácticas de agricultura ecológica;
7. Relanzar el debate sobre como garantizar que se mantenga el vínculo entre educación, trabajo socialmente productivo y contenidos educativos.

Durante la Jornada se organizaron cientos de actividades en todo el país, desde estudios específicos en colegios sobre hábitos alimentarios e historia de los alimentos, comprendiendo los que producen los asentamientos de la reforma agraria, investigación sobre sistemas agro-ecológicos, talleres relacionados con la cocina local, prácticas de campo y experiencias en el campo de la agroecología.

Los elementos fundacionales de las luchas del MST también estuvieron presentes durante las actividades de la Jornada, por ejemplo se organizaron obras de teatro, campañas de sensibilización, charlas, y marchas para denunciar, no solo el uso de plaguicidas y de semillas transgénicas, sino también el monopolio y la estandarización de los alimentos que han impuesto las empresas transnacionales y el agronegocio.

Durante la Jornada propiamente dicha, en las escuelas donde se promovió el debate se produjo un cambio sustancial, con la erradicación de los refrescos y los alimentos procesados y la introducción de alimentos de producción agroecológica local de los asentamientos, así como la creación de huertos para suministrar verdura a los colegios y la instauración de un banco de semillas nativas.

¡Eduquemos para hacer comprender que comer es un acto político! Este es un trabajo fundamental que motiva nuestras luchas! ¡Luchemos para construir una Reforma Agraria popular!

Cuadro 4

«SATU PO IMPARAI»* (Aprendiendo del campo)
Proyecto de educación sobre medio ambiente y alimentación escolar

El Proyecto se fundó en 2007 para acercar la escuela al mundo rural y al mismo tiempo valorizar el papel multifuncional de las granjas. También perseguía reforzar el papel de las explotaciones como transmisoras del conocimiento, el patrimonio y los aromas de los alimentos producidos localmente a la vez que se incidía en su carácter sostenible desde el punto de vista medioambiental, social y económico.
Las tres actuaciones principales son: visitas escolares a granjas-escuela (fattorie didattiche en It.), desarrollo de redes entre granjas-escuela y las Acciones Comedores Escolares, de las que hablaremos a continuación.

Las partes interesadas en esta acción son la Provincia de Medio Campidano, la Agencia Regional de Laore Cerdeña, el Centro de Salud local, las escuelas, las granjas, los gestores de los comedores escolares y las asociaciones pertinentes. Todos ellos establecieron un grupo de trabajo en 2011 con el siguiente programa de trabajo:
1. Análisis de la situación actual de los comedores escolares;
2. Desarrollo de la documentación necesaria para la licitación de comidas escolares sostenibles, de calidad, de 0 Km;
3. Distribución de la documentación de la licitación entre los municipios, con la supervisión del servicio de comedores escolares de conformidad con la documentación y experimentando con nuevas prácticas.

La documentación necesaria para la licitación se elaboró en junio de 2011 y se remitió a 24 autoridades locales en la provincia que suministran servicios de comedor escolar. El documento contenía las propuestas siguientes:
1. 70% de los productos debía tener una certificación de calidad (DOP, IGP, ecológico), tradicional, local y con cadena de suministro corta, en la cual el 30% debía ser ecológico;
2. Los aperitivos debían elaborarse con productos locales;
3. Debía elaborarse un plan de educación alimentaria;
4. Otros elementos de sostenibilidad medioambiental: los recipientes para el agua, la vajilla y la cubertería desechables debían ser biodegradables y compostables, los jabones y detergentes ecológicos, los electrodomésticos de ahorro energético, con gestión de los residuos.

Tres municipios adoptaron la documentación de licitación en 2011 y a lo largo de 2012 y 2013 lo hicieron la mayoría de las demás autoridades locales. A juzgar por el seguimiento y reconocimiento que recibió después, podemos decir que el proyecto (que fue recogido en una publicación en 2015) alcanzó sus objetivos mucho más allá de las expectativas más optimistas.

El proyecto otorgó a la alimentación un valor «social», estimulando relaciones positivas en la comunidad y creando conciencia y sensibilizando a productores y consumidores. También abrió un debate más amplio sobre la «educación en alimentación», la equidad (alimentos de la misma calidad en todas las escuelas para todos), y la soberanía alimentaria.

Destacados

El lugar de la alimentación infantil en la soberanía alimentaria

En nuestro trabajo político de concientización, educación y movilización por la soberanía alimentaria, ¿cuánta importancia le damos a tematizar la alimentación de nuestras hijas/os y las niñas/os que nos rodean? ¿Es acaso éste un tema menor de interés sólo para quienes somos madres? A continuación ofrecemos algunas reflexiones sobre por qué el tema de la alimentación de nuestras niñas/os y su participación activa y por derecho propio en nuestro movimiento es vital para el futuro de la soberanía alimentaria.

De la desnutrición a la obesidad infantil – el discurso dominante

El discurso público sobre alimentación e infancia ha estado dominado por un abordaje médico-científico: por décadas la preocupación principal ha sido la desnutrición, así que el debate ha girado principalmente en torno de las medidas antropométricas como las estadísticas sobre índice de peso para la edad, índice de talla para la edad y la carencia de vitaminas. Recientemente, el índice de sobrepeso empieza a robarse la atención de la opinión pública debido a su dramático aumento. El último Informe sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de FAO dictamina que mientras los índices de desnutrición seguirán bajando, el índice de sobrepeso va a aumentar. El tema de la obesidad infantil probablemente se convertirá entonces en el tema prioritario en la agenda política de las agencias internacionales.

La obesidad y el sobrepeso solían considerarse problemas de los países de ingresos altos. Sin embargo, la prevalencia de estos trastornos viene en aumento en los países de ingresos bajos y medianos principalmente en zonas urbanas. En África en número de niñas/os con sobrepeso u obesidad se ha duplicado: de 5.4 millones en 1990 a 10.6 millones en 2014.  En 2014 cerca de la mitad de las/os niña/os con sobrepeso eran de Asia; mientras que en México se calcula que cerca del 30% de las niñas/os tienen sobrepeso.

¿Cuáles son los factores que explican esta pandemia? Hay distintos abordajes. Por un lado, las instituciones y agencias internacionales propagan un abordaje individualista, moralizante que sutilmente culpa a las familias por no alimentar bien a las niñas/os, y por ponerles a ver televisión o internet en lugar de hacer ejercicio. En este discurso, el estilo de vida urbano, con sus tiempos, tipos de trabajo y relaciones sociales, cambia los hábitos alimentarios por unos más modernos, ligados a al supuesto desarrollo. La solución que plantea este abordaje se enfoca en informar y educar mejor a los consumidores para que elijan los alimentos más sanos en las estanterías de los supermercados y en incentivarlos a hacer ejercicio.

La geopolítica de la dieta “occidental”

Evidentemente este abordaje no pregunta por los determinantes históricos, políticos, socio-económicos y culturales que condicionan el tipo de comida que se produce y los factores que le dan forma a los hábitos alimentarios de las comunidades. Es un abordaje que desconoce relaciones de poder, de opresión y discriminación. No pregunta quién decidió y cómo impuso la dieta urbana o “occidental” que es rica en grasas, azúcar, carbohidratos refinados, carne y productos animales pero pobre en vegetales, legumbres y granos gruesos al mundo entero. El aumento en el consumo de estos productos está estrechamente relacionado con las políticas agrícola practicada por las principales potencias agrícolas mundiales. Estas políticas establecieron una serie de incentivos (subsidios de producción, investigación pública, ayuda para la exportación) que llevaron a concentrar la producción en cereales básicos (trigo, maíz, arroz) y en oleaginosas. Por otra parte,  La liberalización del comercio agro-pecuario y pesquero, así como el fomento de las inversiones extranjeras en toda la cadena alimentaria han jugado un rol central en la expansión de las corporaciones transnacionales a lo largo de toda la cadena alimentaria. A través de este sistema alimentario global corporativo la dieta compuesta de “comida chatarra” o comestibles ultra-procesados – como las papas fritas, la pasta, las hamburguesas y las bebidas azucaradas –  se ha propagado a grandes velocidades por todo el planeta.

La dieta “occidental” se impone no sólo gracias a factores duros como los geo-políticos y económicos, sino que necesita también de la superestructura cultural para producir los cambios de hábitos alimenticios y culturales funcionales al sistema alimentario corporativo. El caso de la publicidad agresiva para cautivar a niña/os y jóvenes y formar desde temprana edad su gustos y costumbres alimentarias,habla por sí solo. Ver más abajo el cuadro sobre Colombia.

Los comedores escolares y la agricultura campesina

El principal punto de encuentro hasta ahora entre la alimentación infantil y la soberanía alimentaria se ha dado en el campo de los comedores escolares y las políticas públicas de fomento a la agricultura campesina. Los programas públicos de alimentación escolar han sido parte de la política social en varios países del mundo. Si bien se ha demostrado el efecto positivo de estos programas tanto para que las/os niñas/os atiendan regularmente la escuela como para mejorar su estado nutricional, su cubrimiento sigue siendo relativamente bajo y se calcula que apenas alcanza un 15% de la población infantil. Países como India, Brasil y África del Sur cuentan con importantes programas de alimentación escolar. En el caso de Brasil, la política pública de alimentación escolar busca garantizar el derecho de las/os alumnas/os a alimentos sanos y, por este motivo, se concibió en conexión con la política pública de fomentar la agricultura campesina local estableciendo una cuota obligatoria de abastecer cada escuela con mínimo 30% de alimentos provenientes de campesinas/os. Esquemas similares a éste existen a nivel municipal en Europa y Estados Unidos. Ver más abajo la experiencia en la isla mediterránea de Cerdeña.

El significado de la alimentación durante la infancia

Una alimentación sana y nutritiva es vital para el buen desarrollo y crecimiento de las niñas/os desde su gestación. Quizás es en esta etapa de la vida cuando la alimentación comporta mayor trascendencia en la vida de los seres humanos: no solo sienta la bases de todo el desarrollo físico y espiritual posterior; sino que le da gusto, aroma, sabor, color, textura a los más profundos lazos que a través de los alimentos nos unen con nuestras familias y comunidades, así como con nuestra tierra natal.

A pesar de este trascendental significado, es poco lo que el movimiento de soberanía alimentaria ha reflexionado y actuado con respecto a la alimentación infantil. ¿Será porque ésta no se percibe como un tema masculino y de poder, sino más bien de la esfera femenina y reproductiva? El caso es que la interpretación sobre esta dimensión de la alimentación se encuentra en manos de las instituciones y los profesionales de la salud, y más recientemente es uno de los campos preferidos de “inversión” de grandes iniciativas corporativas de nutrición como las que patrocina la Fundación Gates. Surgen entonces varias preguntas: ¿cómo entendemos la alimentación infantil desde una perspectiva de soberanía alimentaria? ¿Cómo construimos esta perspectiva en diálogo con las niñas/os mismas, con maestras/os, cocineras/os, campesinas/os, vendedoras/es, parteras, promotoras/es de salud y otras personas encargadas de nuestras prácticas alimentarias y de salud comunitaria? ¿Cómo abordamos entre madres y padres una repartición equitativa del cuidado reproductivo de alimentar sana y nutritivamente a nuestras/os hijas/os? Es hora de darle a la alimentación infantil en nuestro movimiento la importancia que se merece.

Voces desde el campo

Voces desde el campo 1

Bangladesh un ejemplo de Migración Climática

Golam Sorowor, secretario de Finanzas de BAFLF

Bangladesh es un país densamente poblado, el cual es una clara víctima de la explotación global respecto a los impactos de cambio climático. Estos impactos ya incluyen la rápida expansión de salinidad en el suelo debido a la elevación de los niveles del mar, inundaciones por mareas, mareas de tormenta, incremento de temperaturas, lluvias fuertes, inundaciones repentinas, sequías, deslizamientos de tierra y erosión de ríos.

Las consecuencias del cambio climático son que agricultores y comunidades rurales están experimentando un aumento de la inseguridad de sustento, desnutrición, desempleo, pobreza, tráfico de personas, migración forzada, como también crisis respecto a la tierra, agua y alimento. Más de la mitad del área de Bangladesh está apenas 5 m sobre el nivel del mar. Una suba de 1 m en el nivel del mar sumergiría una quinta parte del país y transformaría a unos 30 millones de personas en “refugiados climáticos”.

El tema refugiados climáticos será uno problema principal en las décadas por venir en Bangladesh.

Muchas de las principales ciudades ya están bajo presión, particularmente la capital Dhaka. En 1974 la población de Dhaka era 177.000; en 2017 llegó a 1.8 millones. En 2035 será 3,5 millones (informe del Banco mundial). Dos mil personas vienen cada día de diferentes partes del país en búsqueda de trabajo y albergue.

Las 10 ciudades más peligrosas del mundo debido al cambio climático incluyen a Dhaka. Los refugiados del clima global enfrentarán fronteras cada vez más protegidas, como es el caso de la India, que está militarizando su frontera con Bangladesh por lo que hoy en día ya se reportan muertes cada mes.

La agricultura en Bangladesh es altamente dependiente de factores climáticos. Un ciclón puede destruir un volumen significativo de la cosecha de estación.

El ciclón Sidr destruyó casi el 95% de los cultivos en distritos costeros cuando se estrelló contra Bangladesh en 2007 (ABD, 2013). El ciclón Aila inundó casi 200.000 acres de tierra de agricultura con agua salada (97.000 acres en Aman están totalmente arruinados y 300.000 personas fueron desplazadas (243.000 hogares han sido completamente devastados.)

Aumento en la salinidad del suelo y temperaturas máximas llevarán a un descenso en el rendimiento del arroz.

Un cambio en la temperatura podría también reducir la producción de papas en más de un 60%,

La inundación repentina de 2017 en Haar rebajó la producción de arroz en más de 15.8 millones de toneladas.

La investigación ha mostrado un 69% de descenso en la producción de arroz en un pueblo costero en 18 años. Alrededor de 1/3 del área de Bangladesh es influenciada por mareas en la Bahía de Bengal.

Para abordar las crisis ambiental y de alimentos, el gobierno promueve agronegocios privados, mayor inversión en semillas, fertilizantes y maquinarias, adoptando semillas híbridas e imponiendo OGM en nombre de la seguridad alimentaria. Bangladesh ya ha liberado el primer cultivo OGM btBrinjal en 2014,: Una papa OGM está en camino y el gobierno anunció planes para la comercialización del primer arroz de ingeniería genética Golden Rice en 2018. Todo esto en lugar de proteger campesinos y apoyar la agricultura agroecológica de pequeña escala.

La estrategia del Banco Mundial y otros donantes internacionales para la “seguridad alimentaria” corporativa es una estrategia riesgosa para la agricultura en el contexto del cambio climático. El verdadero interés detrás de esta política es permitir a las compañías transnacionales de semillas y químicos acceder a mercados agrícolas en Bangladesh. Por lo tanto, es importante promocionar el derecho de los agricultores a las semillas y empoderar comunidades rurales para que puedan proteger sus propios sustentos.

Asegurar la soberanía alimentaria es la mejor alternativa a la política agrícola actual en Bangladesh.

Cambio Climático, Soberanía Alimentaria y Agricultura abarcan cuestiones multidimensionales de política de bienestar humano, manejo ambiental y buena gestión.

Por consiguiente, cualquier estrategia para abordar la Soberanía Alimentaria y Agricultura Sostenible integrando el cambio climático debería considerar medios de subsistencia como componente integral.

Voces desde el campo 2

La esclavitud moderna de las recolectoras de fresas

Mohammed Hakach, Fédération Nationale du Secteur Agricole, Marruecos

Han sido necesarios más de 10 años para que saliera a la luz la realidad de miles de trabajadoras agrícolas marroquíes. Una realidad marcada por el sufrimiento, el aislamiento, la explotación y los diferentes tipos de acoso. Las mujeres rurales marroquíes son explotadas «legalmente» en el marco de la inmigración llamada «circular», a través de la agencia ANAPEC y bajo la tutela del Ministerio de Trabajo, para trabajar temporalmente en las freseras del sur de España. El calvario de estas mujeres, condenadas a las fresas, comienza con la contratación y termina con las condicionesinclementes de trabajo y estancia. Para ser contratadas, la patronal agraria española exige condiciones que recuerdan al comercio de esclavos de la Isla de Gorea en Senegal. La candidata debe ser joven, madre de hijos menores de 13 años, tener las manos agrietadas, un aspecto rural y una talla adecuada para el tamaño del invernadero. En cuanto a las condiciones de trabajo, de alojamiento y de salario, tanto los relatos de las víctimas, como los reportajes delos medios de comunicación, cuentan lo mismo: se trata de esclavitud moderna. La Fédération Nationale du Secteur  Agricole a través de su Organización de las Mujeres del Sector Agrícola no ha cesado de denunciar los abusos que sufren las trabajadoras agrícolas inmigrantes. La Fédération considera insostenible la situación actual, siendo los primeros responsables el Estado marroquí y el Estado español.

Voces desde el campo 3

Una carta de una madre

Las cartas escritas por migrantes son una fuente valiosa de información sobre su situación, viajes y el abuso que soportan. También son un aspecto importante de literatura de migración. Varias cartas de despedida se han encontrado en los bolsillos de migrantes ahogados en el Mediterráneo o de migrantes angustiados mientras en prisión. Elegimos esta carta enviada por una madre a una asociación de ayuda a migrantes luego de ser separada de su hijo en la frontera de los EEUU.

Soy Claudia. Mi historia inició cuando crucé el rio el 21 de mayo de 2018, este día me agarró migración. Yo venía con mi hijo Kevin, nos tomaron los datos y nos llevaron a la Helera y allí pasamos tres horas y luego nos trasladaron a otro lugar que le dicen a la Perrera. Ahí estuve con mi hijo, él estaba muy preocupado, me decía que no quería esta comida, y que estamos presos. Y el 23 del ese mismo mes me separaron de él con mentiras y esto me dolió mucho porque no me despedí de mi hijo.  Solo le dije que me llevaban a hacer unos exámenes, pero en realidad iba a la corte criminal y supuestamente al regreso de la corte volvíamos a reunirnos con ellos y no fue así. Yo lloraba mucho, sentía que me volvía loca y que faltaba algo en mi vida, no estaba completa. Me trasladaron a Laredo, allí pase 12 días; y luego a Taylor ya tengo 24 días, me negaron mi creíble y voy a ver al juez. Pero no es justo, tanto tiempo mi hijo sigue detenido. Uno viene a este país a pedir asilo, no que lo metan preso como criminal y que te quiten a tu hijo todo este tiempo. Solo hemos hablado tres veces y la última vez me dijo que está triste y que cuando vamos a estar juntos y eso me parte el alma. Queremos justicia y que nos reúnan con nuestros hijos pronto. Somos seres humanos y hay muchas madres sufriendo.

Voces desde el campo 4

El Nakba Palestino; un proceso en marcha de desplazamiento y exilio.

Aghsan Albarghouti Unión de Comisiones de Trabajo en Agricultura, Palestina

Setenta largos años han pasado desde la Nakba Palestina de 1948 donde más de 700,000 palestinos fueron forzados a dejar sus tierras, granjas y hogares y buscar refugio en campamentos diseminados a través del West Bank, La Franja de Gaza y países árabes vecinos.

Hoy se cuentan por millones la población de refugiados palestinos y están dispersos en numerosas ciudades alrededor del mundo.

Pasaron 70 años y el Nakba continúa. Continúa mientras miles de palestinos son desplazados por la fuerza de sus tierras y hogares, no solamente en Palestina sino en países vecinos.

Continúa mientras refugiados palestinos en Irak y Siria han sido forzados a dejar sus hogares muchas veces a través de los años. Continúa como un reflejo de las dificultades y duras condiciones bajo las cuales los refugiados viven en el Líbano.

La Nakba continúa con la ocupación en desarrollo del West Bank y la Franja de Gaza, con la política Israelí de despojo y demolición de casas, con las guerras que Israel ha estado librando contra los Palestinos que viven en La Franja de Gaza; con los asentamientos que continúan siendo construidos en tierras Palestinas; con agresión de colonos sancionado por el Estado de ocupación y con el intento de atrincherar el control Israelí sobre la ciudad ocupada de Jerusalén y expulsar los habitantes palestinos de la ciudad.

La recientemente promulgada ley estatal de nación de Israel es otro reflejo de  la continuación de la violencia original contra la población Palestina indígena. Esta ley sanciona las siempre existentes políticas de Israel de apartheid y busca deshacerse más la tierra de su población palestina original como continúa realizando el Estado Israel de ocupación.

Claramente, la continuación del Nakba contra el pueblo Palestino dentro y fuera de Palestina necesita acción colectiva y verdadera solidaridad hacia el logro de justicia que incluye el retorno de refugiados a sus hogares, y la libertad de nuestra tierra.

Voces desde el campo 5

Crisis y luchas como sobrevivir al muérdago

Foro de pescadores de Pakistán, miembro de WFFP

La palabra “Migrante» es una señal de tragedia, y la lucha de los migrantes por respirar puede compararse a la de un árbol que lucha por sobreponerse al muérdago (Amarbail). Ser un migrante no es un crimen, pero ellos se ven forzados a vivir peor que los reclusos en todo el mundo.

En Karachi hay un número importante de migrantes (especialmente bengalíes y birmanos) que viven cerca del mar en las proximidades de la zona industrial. La mayoría trabajan como obreros en profesiones relacionadas con la pesca. Su crisis comienza por la lucha por obtener una Tarjeta Nacional de Identidad (TNI), un requisito previo para tener acceso oficial a derechos humanos básicos, como la educación, la atención sanitaria y mejores empleos.

La escasez de oportunidades de obtención de ingresos para los pescadores migrantes hace que vivan muy por debajo del umbral de la pobreza en Pakistán. El motivo principal es no tener TNI. No se les permite optar a empleos públicos, ni salir a navegar para pescar. El único medio que les queda de ganarse el pan es trabajar como obreros en los barcos o pelando gambas en sus casas sin ninguna cobertura legal. Su situación el legal les impide obtener salarios dignos. 

La única atención sanitaria a la que tienen acceso es un servicio externo en los hospitales. Sin tarjeta de identidad los hospitales no admiten a los pacientes graves ni pueden recibir sangre de los bancos de sangre.  Los hijos de los migrantes se ven obligados a abandonar la escuela después de la primaria, y en pleno siglo XX son empujados al analfabetismo. Con la introducción de nuevas restricciones en la admisión a las escuelas primarias, incluso sus esperanzas de educación primaria se están desvaneciendo. Esta ley viola radicalmente las obligaciones del estado: «El estado proporcionará educación gratuita y obligatoria a todos los niños «.

Debido a la falta de educación, empleos y otras necesidades básicas, para satisfacer sus necesidades económicas sus jóvenes se involucran en el tráfico de drogas y la delincuencia callejera.

La generación actual de pescadores en Pakistán no está formada por migrantes. Están aquí por la migración de sus antepasados. Al negarse a emitir las tarjetas de identidad, la NADRA (la autoridad nacional responsable de las bases de datos y las inscripciones) parece ir en contra de la ley 1951 de ciudadanía paquistaní, que declara que «toda persona nacida en Pakistán después de la entrada en vigor de esta ley será un ciudadano de Pakistán por nacimiento».

Las comunidades bengalíes consideran que sus vecinos son acogedores y les dan apoyo para resolver problemas cotidianos. La sociedad pakistaní es muy hospitalaria, pero los poderes públicos están negando a los migrantes la posibilidad de integrarse en la sociedad.

Voces desde el campo 6 

Trabajadores temporeros migrantes en el sur de Italia

Unione Sindicale di Base, Italia

El sindicato italiano Unione Sindicale di Base(USB) tiene como objetivo representar, defender y promover los derechos de los hombres y mujeres trabajadores/as y oponerse a la fragmentación de las luchas de los trabajadores poniendo en contacto y sindicando a los trabajadores en sur territorios.

En Italia, los trabajadores agrícolas temporeros (muchos de los cuales son migrantes procedentes de África y Oriente Medio) se enfrentan a condiciones extremas de explotación, represión y discriminación racial. Esto es instigado por un modelo industrial de producción que depende de la explotación de los trabajadores agrícolas y de los campesinos. En Italia la situación se agrava aún más por una ley de inmigración derechista que obliga a los migrantes a tener un contrato de trabajo para poder obtener un permiso de residencia temporal. Esto crea un mercado negro en el cual los trabajadores migrantes se ven obligados a aceptar condiciones de trabajo inhumanas con la esperanza de no ser deportados.

En el sur de Italia, especialmente en las regiones de Puglia, Basilicata y Calabria, los trabajadores temporeros migrantes se dedican principalmente a la recogida de cítricos, tomates y aceitunas, dependiendo de la temporada. Viven hacinados en condiciones inhumanas, hacinados en campamentos, fábricas abandonadas y cobertizos. Trabajan por dos euros por hora en condiciones extremas y están sujetos a violencia e intimidación. Una de las últimas víctimas fue un sindicalista y trabajador maliense de 29 años de edad, Soumalia Sacko, asesinado en la llanura de Gioia Tauro cerca de Reggio Calabria. Soumalia estaba buscando tejas para las chozas con dos compatriotas cuando le dispararon en la cabeza. 

Este trágico acontecimiento llevó ala USB a organizar múltiples movilizaciones en varias ciudades italianas para exigir justicia y reivindicar los derechos de los trabajadores. Los medios de comunicación nacionales dieron cobertura a esta historia, que propició el inicio de conversaciones entre la USB y los Ministerios de Agricultura y de Trabajo.

Los trabajadores, al igual que los campesinos, son el último eslabón de la cadena de producción y a menudo los agricultores se ven obligados a explotar a los trabajadores porque están atrapados en el engranaje de producción.

La posición innovadora presentada por USB y la vía Campesina, apoyados por Crocevia, no toma partido ni por los campesinos ni por los trabajadores, sino que reúne a ambos grupos y los une en la lucha contra un modelo de producción que, al explotar a los campesinos y negarles unos ingresos dignos, conduce a la explotación de los trabajadores temporeros migrantes.

Soumahoro Aboubakar dice: «Reclamamos que se reconozcan y respeten los derechos de los trabajadores, hombres y mujeres, sin importar el color de la piel. En esta llanura en Calabria, como en muchos otros territorios, los hombres y mujeres trabajadores han decidido romper las cadenas de la explotación, porque creen que todos juntos podremos  hacer valer nuestros derechos, y divididos no iremos a ninguna parte, especialmente en un contexto de «campaña del odio» permanente y sistemática.

Cuadros

Cuadro 1

Carta abierta al Foro Global de Migración y Desarrollo

A la sociedad civil,

A las instituciones multilaterales

Y a los movimientos de migrantes y refugiados:

El Colectivo Nyeleni, que promueve la soberanía alimentaria como alternativa para enfrentar la actual debacle de la migración, recoge con esperanzas las iniciativas de la sociedad civil y las proposiciones de las instituciones multilaterales para encontrarle una salida que en principio garantice la integridad humana y los derechos plenos de las y los migrantes y refugiados. Es en este sentido que manifestamos nuestra preocupación por el rumbo que ha tomado el proceso del llamado Compacto Global para la Migración, que se formalizará en Marruecos los días 10 y 11 de diciembre. Pero además presentamos nuestro posicionamiento frente a dicho proceso junto con nuestras propuestas.

Nos preocupa que el Compacto Global para la Migración se ha distanciado del tema crucial de los derechos humanos de las y los migrantes y refugiados. Efectivamente, el Compacto menciona algunos rasgos de la crisis de la migración, con eufemismos como el de “las necesidades de los migrantes en situaciones de vulnerabilidad” y “del respeto, protección y goce de los derechos humanos de todos los migrantes” pero al mismo tiempo “promoviendo la seguridad y prosperidad de nuestras comunidades”. Es decir, respeto a sus derechos, pero por encima la seguridad doméstica y la economía.

Esto es muy grave sobre todo en estos momentos que la crisis de la migración se ha convertido en una tragedia como no habíamos presenciado en la historia actual. La separación de familias en la frontera de México y Estados Unidos y el confinamiento niños y niñas migrantes en campos de concentración en Texas, así como la imparable muerte de refugiados, principalmente niños, mujeres y ancianos en el mar Mediterráneo, los ataques violentos racistas y fascistas en las principales urbes del mundo y muchas más acciones anti-migrantes a lo largo y ancho del planeta, están arrastrando a la civilización a niveles de deshumanización y barbaridad que nos remiten a los momentos más obscuros del pasado inmediato.

Por el contrario, como lo señala el mismo título del Compacto, “Por la Migración Segura, Ordenada y Regulada”, la respuesta de los estados es de carácter convenenciero para favorecer al capital. Dicho de otra forma, es la oportunidad para los estados, sobre todos los más poderosos, para generar una fuerza de trabajo barata y dócil para la acumulación de riqueza y capital. Tal y como el sistema echó a las espaldas de las y a los migrantes la crisis financiera del 2008, hora se pretende convertir la tragedia de la migración en una oportunidad para aumentar la rentabilidad de los de arriba.

Preocupante es además la diferenciación entre migrantes y refugiados, para quienes proponen formas diferentes de tratarlos. Este encubre el hecho de que la expulsión de migrantes de sus tierras por cuestiones económicas o desastres climáticos y la expulsión de los refugiados por las guerras de ocupación y de saqueo, obedecen a causas estructurales del mismo sistema. Se pierde de vista entonces a esas fuerzas responsables de la migración, o éxodo por las causas que sean, que son las que tenemos que identificar para enfrentar las causas estructurales.

En fin, no solamente expresamos nuestras preocupaciones, pero también estamos dispuestos a   plantear propuestas para encontrar una salida al drama de la migración.

Una de éstas es la de fortalecer la lucha por la soberanía alimentaría para que la gente no tenga que abandonar su pueblo para que su familia coma y sobreviva. Esto implica, naturalmente, pugnar por una carta de los derechos de los campesinos y políticas públicas de reformas agrarias y populares por parte de los estados. Así mismo, involucra detener el acaparamiento y especulaciones de la tierra y los recursos naturales de los pueblos y especialmente detener las guerras de ocupación de territorios.

Tenemos más propuestas que queremos presentar a la sociedad civil y a las instituciones multilaterales y lo haremos seguramente.

La Vía Campesina se hará presente en diciembre en Marruecos, durante la formalización del Compacto Global para la Migración, con el fin de publicitar estas preocupaciones y nuestras propuestas. La delegación estará encabezada por nuestras hermanas y hermanos de la Región MENA (Mediterráneo y Norte de África) y una delegación internacional de nuestras regiones, y al frente estará la organización hermana FNSA (Fédératione Nationale du Secteur Agricole). 

Esperamos llevar nuestro mensaje a todas y a todos los que nos quieran escuchar y que estén preocupados por el Compacto Global para la Migración y que estén más bien interesados en un pacto global para la solidaridad frente a la debacle de la migración causada por el capital.

Cuadro 2

La carta de Manden

Los Estados miembros de la ONU se preparan para votar la Declaración de los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales en septiembre, en Nueva York. Pero una de las primeras declaraciones de los derechos fundamentales fue la Carta de Manden, proclamada por la tribu de cazadores Manliké, en 1222, en Malí. La declaración cumplía la función de constitución pero tenía validez universal ya que se dirigía a todo mundo. Garantizaba la aboliciónde la esclavitudy del hambre, así como el respecto a la vida humana y a la igualdad. En el año 2009, la Carta de Manden fue inscrita en Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. Algunos extractos de la Carta son:

Preámbulo

Manden fue fundado en el entendimiento, el amor, la libertad yla fraternidad. Esto significa que en Manden no puede haber discriminación étnica ni racial. Fue el objetivo de nuestro combate.

Artículo 1 – Los cazadores declaran: toda vida humana es una vida. Es cierto que una vida llega a la existencia antes que otra. Pero una vida no es más «antigua» ni más respetable que otra. Al igual que una vida tampoco es superior a otra.

Artículo 5 – Los cazadores declaran: el hambre no es una buena cosa. La esclavitud tampoco lo es. Son las peores calamidades que pueden suceder en este bajo mundo. Mientras conservemos el carcaj y el arco, el hambre no matará a nadie más en Manden. Si por azar el hambre volviera a asolarnos, la guerra no destruirá nunca más poblados para conseguir en ellos esclavos.

Artículo 7 – El hombre, como individuo, se nutre de alimentos y bebidas. Pero su «alma», su espíritu, vive de tres cosas: ver lo que quiere ver, decir lo que quiere decir y hacer lo que quiere hacer. En consecuencia, los cazadores declaran: a partir de ahora, todos son dueños de su persona y cada uno es libre de sus actos. Este es el juramento de Manden, que todo el mundo lo oiga.

Destacados

Visión global de la migración

«En estado salvaje, el ser humano se traslada en busca de agua y frutas para alimentarse, pero también para huir de animales feroces y preservar su vida. El hombre se mueve para sobrevivir. Con el descubrimiento de los primeros objetos, comienza la primera etapa de la evolución de nuestra raza. Ahora, el ser humano se mueve para organizar su alimentación (caza, pesca, recolección) pero también lo hace para protegerse de rivalidades internas».

Con estas palabras, Mamadou Cissokho, describe la resistencia de los campesinos en África Occidental, en un foro, en enero de 2018, y recalca la responsabilidad que tenemos todos y cada uno frente a la tragedia de las migraciones.

¡Desplazarse para alimentarse y sobrevivir!

Sea cual sea el continente, actualmente, las mismas causas producen los mismos efectos, con una magnitud inédita. El cambio climático arroja a las carreteras del exilio a millones de refugiados del África subsahariana, del sur de Asia e incluso de América Latina, pues la tierra ya no da alimento (sequía del suelo y pozos, destrucción de cultivos por reiteradas catástrofes naturales…). Los desequilibrios políticos, a menudo dirigidos por intereses neocoloniales e imperialistas, sumen a países y regiones enteras en  situaciones de inseguridad extrema, en conflictos y guerras de las cuales muchos intentan escapar (Centroamérica, Yemen, Siria, Sahel…). Dichas situaciones se agravan cuando el hambre asecha y se ponen en riesgo inminente a las poblaciones, como es el caso de Yemen. Sin embargo, es necesario, además, reconocer de manera urgente la responsabilidad del capitalismo desenfrenado y globalizado en el empobrecimiento y hundimiento de comunidades indígenas y campesinas de todo el mundo, producto del acaparamiento de tierras y la violación de los derechos consuetudinarios, la explotación, las normas y restricciones de acceso a los mercados,… Los acuerdos de asociación económica y demás tratados de librecambio, verdaderas traducciones y repeticiones de la ley del más fuerte, contribuyen significativamente al desarraigo físico y cultural de las poblaciones.

Además, en ese contexto, tan duro, hace falta recordar hasta qué punto la resistencia padece todo tipo de represión extrema y sangrienta, a manos del estado y la policía. 

«Los pueblos con escritura (los europeos) nos legaron manuscritos históricos en los cuales confirmaron haber hallado personas supuestamente  «sin alma», haber arrasado con todo [¿o todos?] lo que encontraron y haberlo vendido con total libertad. » (M. Cissokho)

¡Robo de tierras, destrucción de cultivos alimentarios y populares!

Este desarraigo encuentra su máxima expresión en el caso marroquí. Con el propósito de abastecer de tomates y otros cítricos, a bajo costo, a los mercados europeos, el Estado marroquí con el beneplácito de las instituciones europeas, facilitó, en la década de los noventa, la implantación de inversionistas españoles, franceses, holandeses (…) para expulsar a las familias campesinas instaladas en tierras supuestamente reales, en la región de Souss Massa Drah.  Estas empresas, además, tuvieron fácil acceso al recurso hídrico y a las instalaciones de riego como así también a las ayudas agrícolas otorgadas por el Estado.  La escasez de mano de obra era tal que todo se organizó para que miles de pequeños agricultores que vivían en las montañas del Atlas abandonaran las tierras familiares y se unieran a la base de producción agroindustrial. El fenómeno de explotación extrema y pauperización de dichos trabajadores nacionales, desarraigados, no solo perdura, sino que además empuja a hombres y mujeres a partir hacia horizontes cada vez más lejanos e inciertos.

Al mismo tiempo, los cultivos de subsistencia y los cultivos tradicionales (como es el caso del maíz, un ingrediente básico en la cocina marroquí) fueron abandonados forzosamente para servir mejor los intereses de la exportación y del capitalismo salvaje.

Se trata de una situación equiparable a la que padecen otras poblaciones del mundo.

Inseguridad alimentaria

Este hecho general se profundiza aún más con las condiciones de acogida de las poblaciones desplazadas. Los debates actuales en torno del Pacto Global, el proyecto de pacto mundial sobre la migración objeto de negociación actual en NNUU, pone de manifiesto el cinismo y la actitud criminal de los grandes tomadores de decisiones. No solo la represión en las fronteras adopta formas inhumanas en franca violación de la Convención de Derechos Humanos, sino que además los Estados «occidentales» desvían o supeditan la ayuda para el desarrollo a la puesta en marcha de controles fronterizos (es decir un refuerzo del dispositivo policial) en los países de origen.

¡Debemos preocuparnos! El cinismo y el rechazo de acoger dignamente a refugiados políticos, económicos, climáticos (…) supone la concentración de dichas poblaciones desfavorecidas en grandes guetos urbanos (megalópolis) o rurales (como en el sur de Italia), en campamentos de refugiados donde la inseguridad es atroz, donde reina la violencia, la ausencia de dispositivos sanitarios, la precariedad de vivienda, el trabajo forzoso y la trata de personas.

Así, por su propia naturaleza, el migrante pierde la capacidad y autonomía alimentaria y, en el mejor (¿?) de los casos, se vuelve dependiente del sistema agroindustrial, pues sencillamente no depende de la ayuda alimentaria, pero se autoabastece a través de ese mismo sistema.

«Trabajemos juntos por la repatriación de los recursos y del bien común en cada rincón del mundo. La fuerza del pobre, aquél que no pierde nada porque no tiene nada que perder. » (M. Cissokho)

¡Dignidad de los migrantes y soberanía alimentaria, una misma batalla!

La Via Campesina, sus organizaciones miembros y sus aliados encabezan la resistencia asociada a la lucha por los derechos y la dignidad de los migrantes, al combate en favor de la soberanía alimentaria.

Lo hacemos mediante la multiplicación de espacios de movilización contra las grandes multinacionales, contra el creciente control que ejercen sobre los recursos y la producción alimentaria en detrimento de los pequeños agricultores, contra las políticas y los tratados que los favorecen, … el movimiento campesino ataca la raíz del proceso de proletarización de las poblaciones y de desestabilización del principio democrático de soberanía popular.

Lo hacemos mediante la defensa del derecho al uso de la tierra y el agua, el reclamo del derecho a producir e intercambiar semillas tradicionales, el trabajo en favor del reconocimiento de los derechos colectivos, la libertad sindical, un verdadero estatuto para las mujeres campesinas, etc., la Via Campesina y la Declaración sobre los Derechos de los Campesinos dan respuesta a las causas de la migración.

¡Frente a esos muros que se erigen producto de una locura totalitarista, es menester tender puentes entre nuestros pueblos, entre los campesinos del mundo!

«¡En lugar de armas, empuñemos la solidaridad! » (M. Cissokho)

El sistema agroindustrial se nutre de la explotación de los más pequeños. Los hombres y mujeres, trabajadores migrantes y desarraigados son extremadamente frágiles y vulnerables frente a estos depredadores económicos y, al «consentir» a expensas de sus derechos, alimentan aún más el apetito del sistema que los aplasta.

En el seno de Via Campesina y de sus organizaciones, múltiples iniciativas de resistencia y solidaridad han visto la luz: formación y acompañamiento de trabajadores migrantes para exigir el cumplimiento de sus derechos, información y sensibilización de los consumidores, ocupación de tierras para instalar a los trabajadores o migrantes…

La Via Campesina y sus aliados preparan el camino de una soberanía alimentaria sin fronteras, para los pueblos y los campesinos.

Voces desde el campo

Voces del campo 1

Notas de un agricultor periurbano instalado recientemente en Estados Unidos[1]

Contemplo mis cultivos y los campos que están más allá. Esta tierra no es mía. Cultivo la tierra, custodio el suelo. Pero mi atención hacia la tierra choca constantemente con la certeza de que estoy dejando dinero y más dinero en una inversión que no sé si será rentable.

Lo normal es que los nuevos agricultores y los jóvenes arrenden las tierras. Para tener éxito hay que desarrollar un nicho de mercado. Esto es más fácil para las personas con educación, con redes, de círculos socio-económicos privilegiados. El carácter prohibitivo de la compra y los muchos matices de los mecanismos del arrendamiento van en detrimento de un segmento amplio de la fuerza laboral agrícola. Los millones de trabajadores agrícolas de México, por ejemplo, tienen una base de conocimientos más fuerte que la mayoría de los jóvenes aspirantes a agricultores, pero les falta el capital social y financiero necesario para el acceso a la tierra. La raza y la clase crean barreras al acceso.

Nuestros productos son perecederos y nuestro nicho de mercado es local. Tenemos que cultivar cerca de nuestros mercados urbanos y periurbanos. Tenemos que cultivar   precisamente en los lugares donde los precios son más altos. De modo que arrendamos, y esto supone muchos problemas. Entre ellos están los conflictos derivados de la incomprensión de la realidad de la agricultura por parte de los propietarios de tierras;  acuerdos sellados con un apretón de manos que caen por la diferencia de expectativas; arrendamientos a corto plazo que socavan nuestras inversiones en tierra y suelo; venta de las tierras o fallecimiento del propietario;  pérdida de tierra en aras de una explotación de  “mayor y mejor uso”; la incapacidad para invertir en cultivos perennes; los conflictos de personalidad…

La agricultura en zonas periurbanas implica que nuestra explotación está a la vista del público o del propietario de las tierras. Y para cultivar plantas diversificadas, especializadas, en tierras como el patio trasero de alguien, por ejemplo, normalmente hay que invertir bastante para enriquecer la ecología del suelo y garantizar cultivos sanos.

Los agricultores del mundo se consideran una parte esencial de la solución al cambio climático. Las estrategias clave serán métodos muy ecológicos que capturan carbono en el suelo. Las explotaciones sin laboreo, funcionando a niveles intensivos, comerciales, obtienen más ingresos por hectárea que la mayoría de las explotaciones convencionales, pero esas grandes inversiones financieras no tienen sentido para los agricultores que no tienen garantizada la tenencia de la tierra. Los métodos de agricultura ecológica son la cartera de inversiones del agricultor: la rentabilidad es inmediata, porque el valor de los nutrientes que se aportan hace que mejore rápidamente la salud de los cultivos y su rendimiento, pero la verdadera rentabilidad es a largo plazo: suelos profundos y complejos, establecimiento de habitats y de insectarios, cursos de agua en buen estado, y paisajes hermosos y biodiversos.

Necesitamos agricultores que inviertan en sus tierras con miras a largo plazo. De todos modos, las explotaciones a pequeña escala también son empresas, y nuestras prácticas agrícolas no siempre pueden cumplir con nuestros ideales ecológicos cuando no podemos realizar los beneficios a largo plazo de esas prácticas, en tierras arrendadas.

Los agricultores jóvenes periurbanos del movimiento alimentario local viven en tiendas de campaña, en garajes reconvertidos, en casetas, en mini-apartamentos. No saben si podrán permitirse tener familia. Sus estilos de vida simples no encajan con el de las comunidades más amplias a su alrededor. ¿Cómo crear y mantener con esto una transformación social profunda y un compromiso con la soberanía alimentaria? Por ejemplo, más de 400 millones de acres de tierras de labor cambiarán pronto de manos. Es el momento de las reformas en profundidad.

Todos formamos parte de un sistema agrícola complejo e interrelacionado, cultivemos o no. Cuanto más gente entienda esto, más se pondrá de manifiesto el valor de los que cultivan directamente nuestros suelos y manejan los sistemas hídricos, y la necesidad de  inversiones reales a escala comunitaria.

Necesitamos un cambio estructural que sitúe a los agricultores, guardianes de la tierra, en el centro de la propiedad comunitaria de la tierra. Un cambio que sustraiga porciones de tierra cultivable del mercado abierto y las redistribuya a los que construyen nuestros sistemas alimentarios sobre los que se asientan nuestras vidas.

Sueño con que un día podré contemplar la tierra que cultivo sabiendo que puedo permanecer en ella para siempre.

Voces desde el campo 2

Potencial de la interfaz entre lo  rural y lo urbano

Blain Snipstal, Black Dirt Farm Collective Maryland, EE.UU.

La lucha por la soberanía alimentaria se basa en nuestra capacidad de revalorizar nuestra relación con la madre tierra y la gente, y de cambiar las fundamentales relaciones económicas y materiales de poder dentro del sistema alimentario y de la sociedad en general, lo que se traduce en una mayor cantidad de tierras en manos de personas de color, pueblos indígenas y trabajadores pobres.

Recientemente, la relación entre lo rural y lo urbano, que ha representado un espacio de conflicto en nuestra sociedad durante mucho tiempo, se ha convertido en la línea de batalla que la extrema derecha y la actual administración estadounidense han utilizado para movilizar a sus bases. Por consiguiente, los organizadores que trabajan por la liberación social y ecológica deben actuar con sumo cuidado y de manera estratégica para encontrar la mejor forma de obligar a retroceder a las fuerzas antagónicas de la derecha, aquellas que sólo desean utilizar la violencia, el miedo y la coacción para lograr su objetivos.

Hoy en día, casi el 80% de nuestra sociedad está urbanizada. Por ello, debemos encontrar la manera de crear un futuro en el que la vida urbana no se desarrolle en detrimento de la vida rural. Un futuro en el que se considere la Vida rural como intrínsecamente digna y valorada, mientras la Vida urbana pueda prosperar en armonía con el planeta. El movimiento de la soberanía alimentaria en esta sociedad deberá ser capaz en el futuro de hacer frente a la historia de nuestra interfaz rural-urbana, y a los prejuicios y los comportamientos que le son inherentes. La clave de nuestro éxito podría perfectamente residir en este espacio, y en la variedad de actores que se esfuerzan por abrirlo completamente. 

Como miembros del Black Dirt Farm Collective, hemos vivido durante muchos años experiencias de creación de espacios críticos de diálogo, educación popular y trabajo práctico digno para conseguir ampliar esta interfaz y volver a poner en el centro una política agraria radical. Lo que es importante resaltar aquí es que esta política agraria radical, o Afroecología, como solemos llamarla, debe basarse tanto en la introducción de cambios materiales en la vida de las personas y de la tierra a través del trabajo colectivo (la ayuda mutua, por ejemplo), como en la transformación de las formas que hemos adoptado de pensar y actuar individual y colectivamente. A raíz de estas experiencias, hemos llegado a la conclusión de que la interfaz rural-urbana tiene el potencial para crear una dinámica multifacética y autovalorizante en la que actores urbanos progresistas pueden comenzar a imaginarse en espacios más naturales o rurales, y en la que actores rurales, es decir, los agricultores, puedan construir comunidades (sociales y económicas) y ofrecer sus tierras como espacios comunitarios para acciones de ayuda mutua.

Voces del campo 3

Nuevas oportunidades y espacios para el colectivismo

Joel Orchard, Northern Rivers young Farmers Alliance, Australia

Creo que estamos en medio de un cambio cultural importante dentro del sector de la agricultura a pequeña escala, y especialmente en el movimiento de los jóvenes agricultores. Existen muchas oportunidades de explorar nuevos espacios para el colectivismo y la conexión entre el nuevo “neocampesinado” y la emergencia de consumidores más instruidos y con mayores conocimientos alimentarios dentro de las crecientes poblaciones urbanas. Estas relaciones están elaborando nuevos enfoques sobre la soberanía alimentaria. La periferia rural-urbana está bajo asedio a medida que las ciudades se expanden hacia tierras agrícolas tradicionales, pavimentando terrenos de suelo fértil; las tierras agrícolas periurbanas son una mercancía valiosa que está siendo sometida a una rápida gentrificación. La forma en que se administra las tierras periurbanas y cómo éstas pasan a disposición de la producción alimentaria deben figurar como características clave en la planificación de las economías alimentarias locales de éxito.  

La costumbre de traspasar las explotaciones familiares de padres a hijos está siendo reemplazada gradualmente por una mayor participación en las economías alimentarias locales por parte de agricultores de primera generación procedentes de entornos urbanos y profesionales. Por lo general, llegan fuertemente comprometidos con la ética ambiental y social, y buscan tierras periurbanas cercanas a los servicios y con acceso directo al mercado. Aportan a la agricultura a pequeña escala un nuevo discurso político enmarcado por ideas y valores de justicia alimentaria, sentimientos antisistema, economías solidarias y un deseo de enraizarse profundamente en el paisaje y en la ecología social. Aquí radica mi esperanza de construir una base más sólida para el desarrollo del movimiento por la soberanía alimentaria.

Los mercados de agricultores han asentado los cimientos de la distribución directa y las cadenas de valor cortas. Sin embargo, también están afectados por las culturas del proteccionismo, el individualismo y el elitismo. El movimiento por la Agricultura Sostenida por la Comunidad forja relaciones aún más estrechas entre el agricultor y el consumidor en la interfaz rural-urbana y alimentaria de la comunidad. Pero si las economías alimentarias locales siguen siendo consumistas e individualistas, hay pocas esperanzas de que se produzca un cambio sistémico más amplio.

Estos cambios hacia la producción a menor escala, la agroecología y la diversidad se enfrentan a nuevos desafíos. Los modelos alimentarios localizados están limitados por el acceso a la tierra y la viabilidad económica, además de por un gran abanico de restricciones reglamentarias burocráticas en relación con la producción, la vivienda y el uso de la tierra. El sistema alimentario industrial ha renovado sus esfuerzos por aumentar lacompetitividad y la cooptación.

Recientemente pasé una semana en Tesalónica para asistir al 7ºSimposio Internacional de Urgenci sobre Agricultura Sostenida por la Comunidad, donde conocí a jóvenes agricultores comprometidos con estos valores comunes y que afrontan todas estas cuestiones. Los obstáculos que debemos superar y los puentes que construimos no son específicos de ninguna región. El movimiento internacional por la soberanía alimentaria nos proporciona el sólido lenguaje común que necesitamos para arraigar las acciones y actividades transformadoras que generen nuevas economías alimentarias por todo el mundo.

Voces del campo 4

La clave está en la educación política

George Naylor, presidente de la National Family Farm Coalition (Coalición Nacional de Granjas Familiares), EE.UU.

Nací y crecí, hasta octavo de la primaria, en una granja en Iowa, que hoy llevamos adelante mi esposa y yo. Mis padres y yo nos mudamos a Long Beach, California, en 1962, porque mis padres estaban ya muy mayores para trabajar en la granja y habíamos atravesado casi 10 años de depresión agrícola. La depresión agrícola fue consecuencia de la destrucción de la garantía de paridad de precios Roosevelt-Wallace que se había convertido en el cimiento de las granjas familiares en EE.UU. Muchos de mis compañeros de clase también venían del «lejano este», aunque pronto intentamos que no se nos asociara a esa cultura.   Nuestra familia hacía las compras en el supermercado japonés que llevaban unos amigos que habían sido deportados a campos de internamiento durante la Segunda Guerra Mundial.  Además de fresas y verduras hermosas, la tienda ofrecía pilas y pilas de alimentos procesados como margarina y cereales para el desayuno, además de carne y perros calientes, todo proveniente de mi estado natal, Iowa.   (¿Pueden creerlo? ¡Mis amigos de la escuela decían que les gustaba más el sabor de la margarina que el de la mantequilla!)

Gracias a mi nuevo entorno, pronto me desapegué mucho de la vida de granja y dejé la comunidad atrás. Al igual que muchas personas de ciudad que he conocido desde entonces, incluso mi conocimiento sobre cuándo se debía plantar y cosechar de volvió bastante impreciso.  Cuando era niño, en la granja, mi madre envasaba 400 cuartos de frutas y verduras para mezclarlos con las zanahorias y patatas que almacenábamos para llevar una dieta equilibrada en los meses de invierno.  Comíamos carne de las vacas que criábamos, a veces, 3 veces al día, y yo «lavaba los huevos» de nuestras gallinas.  Llevábamos los huevos al mercado del pueblo o los recogían en la granja, varias veces a la semana, es decir, hasta que los huevos se volvieron extremadamente baratos y las Sopas Campbell rehusaron pagar más de 3 céntimos por libra de carne de las gallinas viejas.  

Sin embargo, «cultivo local» y «hecho en casa» realmente significaban algo. Todo requería mucho trabajo y perseverancia, pero era habitual entre las familias de mis amigos y los vecinos de otras granjas.  Qué contraste con aquello a lo que me acostumbré en los años que viví en California, donde todo proviene de uno u otro supermercado (el supermercado japonés cayó en el olvido y lo reemplazó Lucky y Krogers).  Si no hubiera sido por mi vida anterior en la granja y por el hecho de que tengo familiares que aún trabajan la tierra en Iowa, yo tampoco hubiera tenido idea de dónde realmente provienen los alimentos. 

Un salto adelante hacia el 2018 – miren la aceleración de la urbanización, la industrialización en la elaboración de alimentos y el procesamiento de la comida. No debe sorprendernos que haya una nueva fascinación por la buena comida y cómo se produce. La pregunta es… ¿la buena comida es como el último modelo de IPhone o un coche eléctrico, o es una vía para comprender que los alimentos se han convertido en una mercancía mientras todos nosotros tenemos que vivir en grandes ciudades y aceptar cualquier empleo para sobrevivir?  ¿Si vemos hacia dónde nos ha llevado todo esto, podremos ver hacia dónde nos llevará?  ¿Podremos lograr un entendimiento POLÍTICO para crear una sociedad distinta, donde nosotros establezcamos reglas de respeto hacia los aportes económicos de los demás y valoremos los recursos naturales que van a sostener ecológicamente a las generaciones futuras?

A principios de los años 2000, protestaba contra la OMC y los acuerdos de libre comercio en las delegaciones de Via Campesina, y aprendí cómo las políticas alimentarias nacionales se verían afectadas por los acuerdos comerciales neoliberales internacionales, y cómo se acabarían las reservas de alimentos y el apoyo a los precios de las materias primas, para copiar la política estadounidense que destruyó la agricultura familiar. Aprendí cómo se generaría dependencia de las importaciones de alimentos en muchos países del mundo, sofocando la posibilidad de una política nacional agrícola y alimentaria democrática o cualquier tipo de soberanía política, convirtiendo la comida en un arma.  Visité diversas metrópolis como Sao Paolo y ciudad de México para ver cómo el libre comercio ya había destruido comunidades rurales y convertido a agricultores y campesinos orgullosos en refugiados urbanos de estas metrópolis, al igual que sucedió con mi familia en 1962. 

Desde mi punto de vista, jamás debemos perder de vista las implicaciones globales del término Soberanía alimentaria. Podemos generar conciencia y promover una nueva cultura que valore a los agricultores y a las comunidades rurales mediante la compra de productos locales, etc., pero esto debe ir acompañado de educación política que permita desarrollar el poder político necesario para crear un mundo que valore a todas las personas y a la Madre Naturaleza de la que todos dependemos.

Voces desde el campo 5

Vínculos urbano-rurales en Uagadugú, Burkina Faso

Georges F. Félix, Georges F. Félix, Collective Cultivate!

Burkina Faso es prácticamente autosuficiente en alimentos. Más del 80 % de la población  practica la agricultura de subsistencia, con cultivos básicos como sorgo, mijo y maíz. Los mercados periurbanos, en los alrededores de Uagadugú, son el resultado de una expansión urbana en la que gran parte de los productos se canaliza a través de mercados locales y regionales. A menudo, los productos son vendidos, de puerta en puerta, por vendedores ambulantes. Podemos encontrar verduras verdes de hoja, tubérculos y frutas. La agricultura periurbana en Uagadugú es un medio de vida sensible a cambios en el nivel de agua de los lagos cercanos y vulnerable a la tenencia de la tierra; sin embargo, subsiste como fuente de alimentos diversos y tradicionales que se pueden encontrar en los mercados locales.

La agricultura periurbana de Uagadugú permite a las mujeres ganar dinero a través de la venta de productos en los mercados locales. Aminta Sinaré es profesora de matemáticas y también cuida de un huerto orgánico de mercado/subsistencia junto a cuarenta mujeres. Sinaré dice: «Cultivamos [verduras] para ensalada durante la época fría. Durante la temporada de lluvias [cuando hace calor], cultivamos quimbombó, repollo y otras verduras. Producimos lo que es adecuado para cada estación.»[2]

Burkina Faso es un país interior ubicado en el corazón del Sahel, que es gravemente vulnerable al cambio climático y global. En las últimas décadas, los agricultores fueron testigos de una gran variación en los patrones de lluvia, de sequías a inundaciones, y la consiguiente pérdida de cosechas, mayor erosión de los pastos y, peor aún, crisis alimentaria.[3] Pero el acceso al agua y el gran uso de sustancias químicas en la producción agrícola afecta a la producción periurbana.

El desafío de la soberanía alimentaria en las interfaces urbano-rurales en Burkina Faso puede aportar vínculos políticos importantes entre los agricultores rurales y urbanos. Ambos deben responder a la necesidad de aumentar la producción de alimentos y desintoxicar el proceso de producción de alimentos.  Garantizar la tenencia de las tierras y brindar el apoyo tan necesario a nivel de la cuenca hidrográfica, que incluye rediseñar el sistema agrícola, son demandas compartidas. 


[1]             Caitlin Hachmyer, Red H Farm, California, EEUU

[2]             http://wire.farmradio.fm/en/farmer-stories/2015/06/burkina-faso-women-escape-poverty-with-urban-farming-12202

[3]             West CT, Roncoli C, Ouattara F (2008) Local perceptions and regional climate trends on the Central Plateau of Burkina Faso. Land Degradation & Development 19 (3):289-304. doi:10.1002/ldr

Cuadros

Cuadro 1

Soberanía alimentaria en la interfaz rural-urbana #1

La interfaz entre lo rural y lo urbano puede encontrarse en la lejana periferia, en los repartos, banlieues y barrios marginados de los centros urbanos del Norte, y en las favelas, barrios desfavorecidos, barriadas pobres y cinturones de miseria que rodean las grandes ciudades del Sur. Pero se encuentra, además, en diversos pueblos y ciudades repartidos por el paisaje mundial. Es tan omnipresente que a veces es fácil no reparar en ella.

Por añadidura, el capitalismo ha creado, desde la revolución industrial, una brecha entre el medio rural y el urbano al someter a la población rural y sus economías a la lógica de la capital metropolitana. El actual sistema alimentario capitalista sigue extrayendo riqueza del campo en forma de alimentos, energía, agua, materias primas, mano de obra y, cada vez más, a través de la especulación del suelo y la «financiarización». En lugar de centrar nuestra atención en el potencial liberador de esta interfaz rural-urbana, el capitalismo acentúa las desigualdades y aumenta las fricciones entre ambos medios.

La interfaz entre lo rural y lo urbano es doblemente importante para la soberanía alimentaria: primero, proporciona lugares donde productores y consumidores pueden construir relaciones de mercado alternativas como mercados de agricultores, consejos de política alimentaria y redes de Agricultura Sostenida por la Comunidad. En segundo lugar, proporciona espacios sociales donde productores y consumidores pueden politizar esas alternativas mediante la elaboración de nuevas formas de ciudadanía alimentaria como los bienes comunes y las alianzas políticas.

Estas alianzas políticas entre comunidades rurales, periurbanas y urbanas son fundamentales para la consecución de la soberanía alimentaria. ¿Por qué? Porque bajo el neoliberalismo, el campo se ha «ahuecado» perdiendo la mayoría de sus instituciones públicas (y a muchos de sus agricultores). Esto deja a las comunidades rurales vulnerables ante la extracción masiva de riqueza por parte de empresas, el empobrecimiento y muchas formas de violencia estatal, paramilitar, y entre pandillas.

Soberanía alimentaria en la interfaz rural-urbana #2

En los países industrializados, los agricultores familiares son ahora una minoría tan pequeña de la población que les resulta imposible ejercer el poder político por sí solos. En el Sur, los campesinos y campesinas, pescadores y pastores, todos y todas ellos históricamente oprimidos, se encuentran dispersos a grandes distancias con malas comunicaciones y poca infraestructura, desconectados de las ciudades donde se toman las decisiones políticas estructurales.

Aún así, los lugares y espacios de la interfaz rural-urbana proporcionan un laboratorio para la política de oposición y prefigurativa, sello distintivo de la soberanía alimentaria. Por un lado, siguiendo la estela de las luchas agrarias, en las zonas urbanas y periurbanas están surgiendo demandas políticas por el desmantelamiento empresarial, el derecho a la alimentación, la redistribución de la tierra y el acceso a mercados justos. Por otra parte, alternativas como la permacultura y la agroecología muestran a los consumidores cómo podría llegar a ser nuestro sistema alimentario si se eliminaran las barreras políticas que impiden su adopción masiva.

El denso tejido social de la interfaz rural-urbana puede ayudar a articular el poder heterogéneo (si bien a menudo fragmentado) de los movimientos sociales, vinculando la soberanía alimentaria a luchas como el movimiento municipal, y los movimientos en pro de la justicia alimentaria, ambiental y de género. Las posibilidades de aprendizaje mutuo y de convergencia entre estos movimientos ofrecen una oportunidad para que la soberanía alimentaria sirva de motor para transformar los sistemas capitalistas en los que se integran nuestros sistemas agrícolas y alimentarios.

Cuadro 2

Los mercados locales de alimentos y los vínculos urbano-rurales en Ecuador*

Si las personas no comen alimentos locales saludables, desaparecerán las semillas locales de calidad y la biodiversidad comunitaria, clave para la producción agroecológica. Así, en los últimos cinco a diez años hemos promovido un proceso para forjar relaciones directas y mutuamente beneficiosas entre los agricultores y las organizaciones de consumidores urbanos para fortalecer los sistemas alimentarios locales. En la práctica, esto ha dado como resultado el empoderamiento de los agricultores, el aumento de sus ingresos y el fortalecimiento de su capacidad para negociar con los compradores. Los consumidores obtienen acceso a alimentos locales saludables a un costo menor, mientras que apoyan la producción agroecológica.

Los productores de varias comunidades se han unido al movimiento Canastas Comunitarias (un modelo similar a la Agricultura Apoyada por la Comunidad en Estados Unidos, CSA siglas en inglés) y han comenzado las ventas directas y los mercados y ferias de agricultores agroecológicos. Las Canastas y las redes de alimentos alternativos fomentan relaciones más beneficiosas y transparentes entre las organizaciones urbanas y rurales; sensibilizar a la población; y brindan oportunidades para abordar temas como las relaciones de género y las políticas apropiadas para la seguridad alimentaria, la inversión rural y la biodiversidad. En palabras de la agricultora Lilian Rocío Quingaluisa de la provincia de Cotopaxi: «Trabajar directamente con los ciudadanos urbanos es una gran cosa para nosotras como agricultoras. Significa que tenemos mejores ingresos, no tenemos que trabajar en la tierra ajena, somos más independientes y podemos pasar más tiempo con nuestras familias y animales». Otra agricultora, Elena Tenelema, añade: » Las Cestas eliminan el abuso por intermediarios. Segundo, nos dan un ingreso garantizado, que podemos usar para mejorar nuestra salud, para la educación, o para comprar animales. La gente de la ciudad conoce y come nuestros productos. Esa es una de las cosas más importantes por las que luchamos como agricultores indígenas».

Se reconoce cada vez más este tipo de promisorias iniciativas de mercado local en el ámbito político del Ecuador y la Constitución las reconoce en el marco de la Economía Social y Solidaria. Pero el fomento de sistemas alimentarios directos y recíprocos no es una tarea fácil, sobre todo ante la agricultura industrializada y la distribución de alimentos, y aún queda mucho trabajo por hacer.

Debemos crear un diálogo productivo y vínculos entre las instituciones públicas, la sociedad civil, las ONG, las universidades, los institutos de investigación y las comunidades rurales y urbanas. Esto incluye la colaboración con redes urbanas influyentes y organizaciones de consumidores. Necesitamos estar constantemente al tanto de las innovaciones en las relaciones urbano-rurales, incluyendo la agricultura periurbana y urbana. Como dice Pacho Gangotena, agricultor y agroecologista, «creo que el cambio social en la agricultura no vendrá de arriba, de los gobiernos. Vendrá de miles y millones de pequeñas familias campesinas que están empezando a transformar todo el espectro productivo. . . Somos un tsunami que está en camino».

* Pedro J. Oyarzún & Ross M. Borja, Tierra Fértil: Desarrollando la Agroecología de abajo hacia arriba, Capitulo 4 – Mercados Locales, Semillas Nativas y Alianzas para Mejorar los Sistemas Alimentarios a través de la Agroecología en Ecuador, 2017.

Cuadro 3

Retrosuburbia; paisajes productivos desde la perspectiva agrícola

La permacultura es una de las pocas corrientes dentro del movimiento de soberanía alimentaria que ha atraído suficiente activismo y esfuerzo en torno al potencial de los paisajes y habitantes suburbanos de ser parte de la solución a problemas complejos que caracterizan a los sistemas alimentarios modernos y globalizados. La comprensión de las ciudades con suburbios extensos como un producto del automóvil y la energía barata es correcta. Al contemplar un mundo restringido y limitado por el clima y los recursos, la mayoría de los comentaristas urbanos han asumido que los suburbios son la forma menos adaptada y que serán reemplazados por patrones más compactos que hagan un uso más eficiente de la infraestructura urbana, en particular del transporte público.

Aunque la presunción de que el futuro restringido por la energía y los recursos reducirá la asignación de espacio para vehículos privados es razonable, considero que la idea de paisajes con mayor densidad poblacional es una respuesta necesaria e inevitable pero viciada por muchos motivos.

Uno de los motivos es que los paisajes suburbanos tienen suficiente tierra y acceso a la luz solar, agua y nutrientes para cultivar grandes cantidades de verduras, frutas y criar ganado pequeño para los habitantes de la zona. Explotar este potencial largamente desaprovechado podría reducir masivamente la huella ambiental total, aumentar la actividad económica local y la resiliencia, y mejorar la conectividad y la salud social. También podría llevar a la conservación de tierras cultivables de primera calidad para cultivos de primera necesidad, tanto a nivel local como global. El desarrollo de mayor densidad orientado a mantener ciudades con mucho movimiento diario sería poner el carro de la «sostenibilidad» delante del caballo (de la seguridad y soberanía alimentaria).

Lugares como el delta del río Rojo en Vietnam (antes de la industrialización) tuvieron mayor densidad poblacional que los suburbios de Australia, y vivieron prácticamente en autosuficiencia. Aunque estos lugares son casos especiales; muy fértiles, llanos, con sistemas de irrigación extensos, nuestros suburbios tienen infraestructura para suministro de agua que hacen de las ciudades de Australia los paisajes irrigados más extensos. Tenemos superficies duras por donde corre el agua de lluvia; podrían ser labradas y convertidas en suelo potencialmente productivo. Tenemos casas individuales que se pueden reacondicionar para tener acceso al sol, porque, en general, están a suficiente distancia de las casas vecinas lo que permitiría producir energía solar. Hay muchas maneras de readaptar los suburbios, gradualmente, a un mundo que va hacia la reducción energética, a fin de llevar una vida frugal pero plena y abundante.

Dada la velocidad a la que nos acercamos a este mundo que va hacia la reducción energética con menos, y la calma con la que se considera seriamente la planificación y la concienciación, debemos asumir que no habrá estrategias adaptativas dependientes de una planificación a gran escala y de largo alcance, antes bien serán las personas las que orgánica y gradualmente, mediante el hacer, den respuesta a las situaciones que se vayan presentando. En un edificio de muchos pisos la readaptación requiere de mucha negociación con propietarios y otras partes interesadas, y las soluciones son técnicamente complejas. En los suburbios, la gente puede comenzar a cambiar su casa y hacer cosas sin que toda la sociedad tenga que ponerse de acuerdo en un plan.

De manera que los suburbios se prestan a esta estrategia gradual, adaptativa donde alguien hace algo por aquí, y aprendemos de ello, sin necesidad de una gran hoja de ruta. A lo largo de la historia, ha habido personas que creían tener un plan para hacer que todo funcione…¡desconfíen de esas personas!

En términos prácticos, las casas grandes suburbanas, habitadas por una, dos o tres personas, que a menudo no están, se readaptarán al trabajo desde casa. Sus habitantes emprenderán negocios desde casa, tomarán el garaje doble, se desharán de los coches y lo transformarán en taller, y luego convertirán los patios traseros en lugares de producción de alimentos. La calle, un lugar muerto hasta el momento, volverá a ser un espacio activo, porque habrá gente. Esta recreación de la vida suburbana activa no distará mucho de la vida que existía en la década de los años 1950. Habrá casas más grandes -familiares o compartidas- en donde habrá quienes tendrán inquilinos que ayuden a pagar la renta o la hipoteca, o a hacer las tareas que haya que hacer. Soy optimista respecto de la forma en que los suburbios se pueden readaptar para adecuarse a los desafíos del futuro, para que sean productivos y resilientes en términos agrícolas, al tiempo que alberguen más personas sin necesidad de seguir construyendo y pavimentando el planeta.

Mas información: David Holmgren, retrosuburbia.com

Destacados

La nueva mayoría mundial: campesinos y campesinas en la ciudad y en el campo

Los campesinos y las campesinas del mundo, organizados en La Vía Campesina, adoptaron la promoción de la soberanía alimentaria como estandarte de las luchas conjuntas. Pero el logro de una verdadera soberanía alimentaria requeriría cambios estructurales radicales, que pasan por una reforma agraria genuina, revocar las políticas y acuerdos de libre comercio, apartar a la OMC (Organización Mundial de Comercio) de la agricultura, derribar los monopolios de los supermercados y el agronegocio sobre nuestro sistema alimentario y promover una agroecología real, entre otras transformaciones. Esto implica la construcción de un poder político favorable a estos cambios, lo cual no es tarea fácil en un mundo que avanza a bandazos hacia la extrema derecha.

Aunque pueda existir un cierto consenso entre las organizaciones campesinas del mundo y las de otros productores de alimentos rurales a pequeña escala, como los pueblos indígenas, los pescadores artesanales, los pastores nómadas, etc., con capacidad y voluntad de emprender acciones colectivas de masa, por desgracia la población del planeta tierra que sigue viviendo en zonas rurales ha descendido finalmente por debajo del 50%. En algunos países la cifra es muy inferior. Esto significa que los habitantes rurales no pueden cambiar el sistema alimentario por sí solos. La buena noticia es que el éxodo de campesinos y campesinas del campo ha terminado en su mayor parte en un mismo lugar. Se trata de la periferia urbana de muchas ciudades del mundo, o la mayoría de ellas, desde las favelas en Brasil o los shacktown en el Caribe, hasta los suburbios pobres que proliferan en Asia y Africa, los barrios latinoamericanos de Estados Unidos, o la banlieue (barrios marginales) en Francia. Los pobres urbanos son el segmento de mayor crecimiento de la población mundial.

Si visitamos cualquiera de estas zonas de miseria urbana, encontramos campesinos desplazados que han emigrado del campo, los hijos e hijas de los campesinos emigrados, y los nietos y nietas de los campesinos. Muchos de ellos o prácticamente todos siguen teniendo parientes lejanos en el campo. Si la ciudad en la que viven ahora está cerca de las zonas rurales en las que residen sus parientes lejanos, muchas veces van a visitar a sus parientes campesinos los fines de semana o en vacaciones, e incluso vuelven con huevos frescos, queso casero, verdura y fruta que comercializan de modo informal en su vecindad. Es típico que sigan siendo «campesinos» en cierto sentido, que crían gallinas y cultivan verduras y plantan frutales en sus patios y jardines urbanos. Debido a este «carácter campesino» tanto real como imaginario, casi podemos considerar a muchos de ellos como parte del «campesinado» mundial.

Al mismo tiempo, el campesinado que sigue hoy en el campo está atravesando un cambio generacional. Aunque hace unos años la mayoríacreía que casi se produciría un desplazamiento masivo de los jóvenes campesinos hacia las ciudades, la tendencia a menudo no ha sido permanente, sino más bien parte de un flujo circular, de idas y venidas. A veces se quedan en la ciudad un año o dos para acabar sus estudios, viviendo con una tía o un tío, y luego vuelven a la granja, o a veces trabajan en la ciudad para ganar y ahorrar dinero ocasionalmente. Esto implica que la nueva generación de campesinos y campesinas, en todos los países, está tan a gusto en el campo como en la ciudad. Conocen a sus parientes urbanos y tienen buena relación con ellos. Y tienen muchas habilidades en redes sociales, que son útiles para comercializar la producción de su explotación o cooperativa en la ciudad, o cuando necesitan ayuda para organizar una marcha o una protesta.

Estos dos grupos juntos, el «campesinado rural» y el «campesinado urbano» constituyen actualmente la gran mayoría de la población humana. Aunque prácticamente no existe ningún censo que sea útil para calcular sus efectivos, no sería exagerado afirmar que constituyen entre el 70 y 80% de la humanidad. Eso es mucha gente. Conjuntamente, pueden formar una circunscripción o una «correlación de fuerzas» capaz de transformar el sistema alimentario y muchos otros aspectos de la sociedad. Por supuesto que convertir ese potencial en realidad implicaría mucha educación política y trabajo de organización, y vencer a las fuerzas que dividen y confunden a la gente, como son las religiones y los políticos de la derecha fundamentalista. Con todo, este potencial debería ser algo esperanzador para nosotros, y una posible estrategia para un cambio estructural a mejor a largo plazo.

Agroecología en la práctica

Agroecología en la práctica 1

Campesino a Campesino: un modelo para la construcción eficaz de alternativas contra-hegemónicas

Los ejemplos mas significativos de la ampliación de la Agroecología están vinculados a los procesos organizativos, especialmente los que dan un papel protagonista a los campesinos. Para nosotros, la ampliación no implica reproducir de modo lineal modelos preconcebidos, ni hacer que algo pequeño crezca, sino más bien fortalecer y multiplicar muchos procesos pequeños. Para integrar a más personas y territorios en el movimiento agroecológico es fundamental trabajar para la consolidación de las organizaciones campesinas en el desarrollo de sus propios procesos sociales territoriales, y políticos.

Campesino a Campesino es un dispositivo o mecanismo flexible, un conjunto de conceptos/acciones/posibilidades unidos para la agrupación de Agroecologías, la (re)construcción y articulación de territorios y para facilitar la emergencia del campesino como sujeto político. Existe una interrelación e interpenetración permanente de estas tres dimensiones, tanto que es difícil determinar donde acaba una y comienza otra.

Es un proceso cuyos sujetos son co-productores de conocimiento a través del intercambio de ideas, experiencias e innovaciones en torno a la producción agroecológica; en este proceso las innovaciones y los experimentos son sistematizados de modo colectivo y utilizados como ejemplos para motivar a otros y fomentar y expandir la producción agroecológica. Lo normal es que estos procesos estén vinculados a otros ámbitos del aprendizaje o la formación como las escuelas campesinas, (Peasant Schools), que son espacios de organización y articulación política local, nacional e internacional y procesos de «cooperación Sur-Sur», y » organización campesina a organización campesina».

El movimiento Campesino a Campesino para la agricultura sostenible se inició en América Central a principios de los años setenta y actualmente es un movimiento reconocido ampliamente como uno de los mejores modos de desarrollar y promover la Agroecología. Los agricultores comparten información y técnicas, pero también conceptos abstractos de Agroecología, conocimiento y saberes, a través de modelos, demostraciones, juegos, canciones, poemas e historias.

Un caso emblemático es el del movimiento de Agroecología Campesino a Campesino (MACAC) adoptado por la ANAP, Asociación Nacional de Pequeños Agricultores de Cuba, que desempeñó un papel clave en ayudar a Cuba a afrontar la crisis provocada por el hundimiento del bloque socialista en Europa y el fortalecimiento del embargo comercial de Estados Unidos. La Agroecología contribuyó de modo significativo a reforzar la producción de alimentos de los campesinos sin sustancias químicas escasas y caras, comenzando por sustituir las importaciones que dejaron de estar disponibles por insumos más ecológicos, y posteriormente con la transición hacia sistemas agrícolas más más diversos e integrados desde la perspectiva agroecológica. Estas prácticas condujeron a beneficios adicionales, incluyendo la resistencia al cambio climático. El MACAC se basa en la emulación de los campesinos por parte de otros campesinos; es una «pedagogía de la experiencia» y una «pedagogía por el ejemplo».
Más información en inglés.

Agroecología en la práctica 2

Mujeres y Tierra en Tayikistán

Zan va Zamin (Mujeres y Tierra) es una organización de base fundada en 1999 por un pequeño grupo de mujeres activistas en Tayikistán, cuyo objetivo es asegurar la tenencia y el acceso a la tierra; la conservación de la biodiversidad y la preservación de los conocimientos tradicionales, y la creación de asociaciones y cooperativas de agricultores.

Hasta la fecha, ha ayudado a más de 1.200 mujeres a obtener títulos de propiedad sobre sus tierras. Tiene guarderías comunitarias y estimula a las mujeres y las y los ancianos en su papel de custodios y transmisores del patrimonio agrícola. Ha ayudado a crear más de 30 bancos de semillas para dar acceso a variedades de semillas a las y los agricultores. Sus doce escuelas de campo producen al menos 1.000 toneladas de verduras al año, mientras que sus huertos y viveros comunitarios suministran arbolitos y mantienen más de 10.000 árboles frutales.

También ha proporcionado a las comunidades locales secadores solares de hortalizas, invernaderos que funcionan con energía solar y hornos de bajo consumo. A través del gran trabajo que realiza, contribuye a crear ecosistemas más resistentes, menos escasez de alimentos, mayor Soberanía Alimentaria y mejores ingresos locales.
Leer más en en inglés.

Agroecología en la práctica 3

Movilización para la innovación institucional

«Este trabajo de tantos años a favor de la Agroecología y de la Soberanía Alimentaria ahora cuenta con un marco legal en Uruguay que permitirá seguir avanzando.»
Silvana Machado, Red Nacional de Semillas Criollas

En diciembre de 2018 el parlamento uruguayo transformó en Ley el Plan Nacional de Agroecología, una iniciativa de productores y productoras familiares agroecológicos y de organizaciones sociales que impulsan la Soberanía Alimentaria en Uruguay.

Este triunfo es el resultado de un extenso proceso de discusión, que se iniciara en la 5ª Fiesta Nacional de la Semilla Criolla en abril de 2014 y que incluyera la realización de diversos seminarios y talleres en el marco de las sucesivas fiestas y encuentros nacionales y regionales de la Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas y de la Red de Agroecología.

En el debate parlamentario se subrayó que el sujeto al que apunta esta nueva norma son los productores y productoras familiares de alimentos y su rol en la defensa de la biodiversidad, los territorios y las cuencas hídricas. Asimismo, se destacó el acumulado histórico de más de tres décadas en el accionar desde los territorios tejiendo colectivos de promoción de la Agroecología.

Haber obtenido la aprobación de esta norma otorga una formalidad que resultaba necesaria desde una mirada crítica del sistema agroalimentario en Uruguay y la región, partiendo de la defensa del Derecho a la Alimentación y de la Soberanía Alimentaria.
Leer más aquí.

Agroecología en la práctica 4

Desde Atelier Paysan a Farm Hack*

«Donde yo vivo, es muy difícil conseguir algo que esté entre un tractor y una paleta. No hay muchas cosas entre los dos. Está bien venir a lugares como este [el evento Farm Hack ] para coger fuerzas e inspirarse. Polinización cruzada, intercambio de ideas, hablar del tiempo. Tantas cosas. Muy útil.»
Kate Collins. Market Gardner, UK

Atelier Paysan, en Francia, y Farm Hack, en el Reino Unido, forman parte de un enfoque liderado por la comunidad, para el desarrollo, modificación, y puesta en común de diseños de herramientas agrícolas, maquinaria y otras innovaciones. Estas iniciativas subraya un enfoque campesino a campesino del aprendizaje y la creación de plataformas donde se reúnen a «hackear»y aplicar su inventiva colectiva al desarrollo de tecnologías adaptadas a sus prácticas agroecológicas. Estas iniciativas luchan por desarrollar la soberanía técnica y tecnológica de los campesinos gracias a plataformas de recursos de código abierto, promoviendo la autonomía de los agricultores y la re-apropiación de los conocimientos y habilidades.

En Atelier Paysan, el campesino a campesino, agricultor a agricultor, e ingeniero-formador a agricultor se produce horizontalmente, pero también a través de una persona de referencia: un ingeniero de la cooperativa. Al final de la formación, cada participante puede volver a su explotación con una herramienta que es capaz de construir, reparar, y en su caso adaptar a sus propias necesidades. Hay más de ochenta fechas de formación disponibles cada año. Las formaciones para auto-construcción duran de 2 a 5 días. Los procesos participativos para la creación de tecnología pueden durar varios meses. Más información aquí.

En Farm Hack normalmente hay dos componentes complementarios: plataforma web y eventos. Cuando los diseños pueden compartirse usando un enfoque de código abierto o creative commons se utiliza una plataforma web. Las innovaciones derivadas de los agricultores se ponen a disposición de los demás miembros de la comunidad, que pueden editarlas. Los eventos Farm hack reúnen a agricultores, cultivadores, fabricantes, ingenieros y programadores de TI para la demostración y la puesta en común de herramientas, habilidades, e ideas a través de demostraciones de campo, talleres prácticos, seminarios, entretenimiento e intercambios culturales. Los dos componentes se unen a través de las herramientas que se demuestran durante los eventos y se cuelgan on-line.
Más información aquí.

Estas iniciativas no solo permiten a los campesinos la adquisición de habilidades diversas (por ej. tecnologías adecuadas para la agro-ecología campesina, soberanía tecnológica, innovación de los usuarios, animación de redes socio-técnicas, documentos open source) sino que desempeñan un papel importante en la creación de redes entre la gente, fortaleciendo de este modo los movimientos sociales.

*De https://www.eurovia.org/es/eaken-es/